Algunas personas con movilidad reducida se ven obligadas a realizar esfuerzos innecesarios para desplazarse con libertad por su vivienda. La disposición de estas, al menos por las zonas más concurridas del hogar, podría hacer mucho más llevadera la vida de quienes necesitan un leve apoyo para caminar. De metal, de plástico o de madera, las barras de seguridad se pueden instalar en el cuarto de baño como elemento de apoyo y sujeción durante el aseo diario, o bien en las paredes del resto de estancias de la vivienda, a modo de pasamanos.
Barras de seguridad para el baño
Las barras de apoyo que se colocan en el inodoro, en la bañera o en la ducha son imprescindibles para dar seguridad y estabilidad en una estancia de la vivienda tan propensa a los resbalones y caídas.
En el inodoro, la barra se ubica en los laterales, a unos 80 centímetros del suelo, de manera que las personas se puedan sujetar al sentarse y levantarse. En la ducha se deben instalar en la pared para agarrarse durante el baño, mientras que en la bañera se colocan en los laterales con el fin de apoyarse al entrar o salir de la misma.
Para evitar accidentes durante su uso, las barras asideras deben ser de calidad y han de estar fijadas de manera firme. Además, conviene que su color contraste con el de la superficie de la pared para evitar despistes.
Una solución sencilla y eficaz para que los más mayores disfruten de mayor autonomía consiste en instalar unas barras a lo largo de la pared, a modo de pasamanos, que sirvan para que la persona que lo requiera disponga de un apoyo para caminar.
Con un diseño adecuado, pueden convertirse en un elemento decorativo más de la vivienda
Estas barras ocupan espacio, pero no por ello hay que dejar de lado el aspecto estético. Con un diseño adecuado, pueden convertirse en un elemento decorativo más de la vivienda. Si en esta hay personas con deficiencias visuales, la mejor opción es escoger un modelo que contraste con el entorno.
La altura a la que se debe colocar las barras pasamanos está determinada por la altura y longitud de los brazos de las personas que van a utilizarlas, por lo que es recomendable que sean sus futuros usuarios quienes determinen el punto exacto de ubicación, para que se sientan más cómodos.
Tras tomar medidas, solo hay que realizar unos agujeros en la pared con un taladro, colocar en su interior unos tacos y fijar la barra a la superficie con unos tornillos.