La presencia de cajoneras en el cuarto de baño, así como la de estanterías en lugares estratégicos, es clave para aprovechar al máximo una estancia que por lo general posee dimensiones reducidas. Con un poco de creatividad, además, se puede disponer de nuevos sitios para tener todo lo necesario cerca y en orden. Este artículo detalla la opción de las cajoneras para sacar partido a los rincones, la versatilidad en su diseño y la importancia del cuidado de los detalles de color.
Cajoneras que sacan partido a los rincones
Aprovechar al máximo el espacio disponible en el cuarto de baño es a menudo una cuestión de estrategia. Desde el principio se debe tener en cuenta que los muebles y complementos sean de diseño compacto, y que tanto su estilo como su funcionalidad alcancen una combinación óptima.
Con tal fin, existen en el mercado cajoneras de dimensiones diversas, que se adaptan a los rincones y otros espacios difíciles de una estancia que, por lo general, tiene dimensiones reducidas. También hay estanterías, muebles movibles y dispositivos colgantes de tela que aportan soluciones en distintos estilos.
Una clave para aprovechar el espacio en el baño es dejar fuera productos de uso menos asiduo, como las toallas limpias o el botiquín
El área que conviene que esté más despejada es la del lavabo. Sin embargo, en caso de que el cuarto de baño sea muy pequeño y haya que emplear cada rincón, el espacio que hay debajo del lavabo se convierte en un rincón muy útil. Si está vacío, se puede instalar allí un mueble con cajones para disponer de más espacio de almacenaje. Si en cambio cuenta con un pie de sostén, es posible colocar a los lados cajoneras estrechas de madera o metal, o incluso colgantes de tela con compartimentos, que son ligeros y permiten guardar muchos elementos de uso frecuente en ese sector de la casa. Nada de esto exige realizar reformas ni ninguna instalación costosa.
A menudo en el cuarto de baño se guardan más cosas de las necesarias. Con el tiempo, esto deriva en una acumulación desmedida y, por ende, agobio por falta de espacio. De tal manera que el aprovechamiento del espacio debe ir acompañado de la decisión de colocar fuera del baño (en el armario de una habitación o del recibidor, en un trastero, etc.) los productos de un uso menos asiduo, como toallas limpias, ciertos cosméticos, repuestos de limpieza e higiene o el botiquín.
Cajoneras móviles: versatilidad en el diseño
Otro recurso consiste en incluir en el cuarto de baño un carrito con ruedas. Puede parecer un trasto, pero salvo que la estancia sea demasiado pequeña no lo es: presenta la gran ventaja de que se puede desplazar con facilidad, de modo que permite colocarlo siempre donde no moleste.
Los colgantes de tela son ligeros, muy fáciles de instalar y permiten guardar muchos elementos
Estos muebles, en general, cuentan con cajones con una buena capacidad para guardar y almacenar cosas. Como se pueden utilizar como pequeñas mesas para apoyar cosas junto a la ducha o la bañera, son un complemento idóneo para la gente a la que le gusta leer una revista o un libro mientras se baña. Otra ventaja de estos muebles móviles es que facilitan la limpieza y el arreglo de posibles averías. Y su costo es similar al de muebles similares pero sin ruedas: se pueden conseguir por precios a partir de 20 euros.
Otras ideas para aprovechar el espacio en el cuarto de baño son las siguientes:
Para guardar y organizar cosméticos, bisutería o gomas para el cabello dentro de un cajón, existen divisores que permiten clasificar los objetos dentro de los cajones.
Si se dispone de un espejo normal, se puede reemplazar por un mueble con espejo. De este modo se gana otro espacio de almacenaje, que permite guardar objetos pequeños, desde productos de limpieza (como cepillos de dientes y dentífricos) hasta medicamentos o otros artículos de primeros auxilios, que conviene tener siempre a mano.
En caso de que la estancia cuente con techos altos, es posible empotrar un armario en la pared, para guardar objetos que se usen con menos frecuencia. Para esto, habrá que verificar que la ventilación sea buena y que el mueble tenga un buen aislamiento, para minimizar los eventuales efectos negativos de la humedad. Otra opción son los muebles esquineros, para sacar provecho de ángulos que queden disponibles en las alturas.
Para preservar la sensación de amplitud en un espacio que suele ser tan reducido como el cuarto de baño, se recomienda siempre la preeminencia de los tonos claros tanto para las paredes como para el mobiliario. Colores como el blanco o el amarillo aportan luminosidad y contribuyen con ese efecto. En este sentido, los muebles y otros accesorios que se sumen no deben ser la excepción: ya sean de plástico, madera o metal, lo aconsejable es elegirlos en tonos claros, para que no generen un contraste negativo.
Sin embargo, también existe la posibilidad de incluir uno o dos colores más llamativos en detalles de la decoración del cuarto de baño para que resalten y que, de esta forma, proporcionen un contraste valioso y aporten intensidad a la estancia. Para ello, los tonos fuertes -como el rojo, el verde o el azul- pueden estar estar accesorios pequeños, como jabones, cepillos de dientes, esponjas, toallas, peines, etc. En este caso, los muebles y accesorios que se incorporen sí pueden entrar a hacer juego con esos detalles y aportar otro toque de estilo y distinción.