Aunque por su pequeño tamaño pueda parecer lo contrario, la colocación de gresite es tan sencilla como su mantenimiento y limpieza. Las reducidas dimensiones de este revestimiento dificultarían su colocación pieza por pieza, por lo que se recurre a la composición de varias piezas en una única baldosa denominada tesela. Ésta se instala en suelos o en paredes del mismo modo que cualquier otra pieza cerámica.
Instalación paso a paso
El gresite se adquiere en bloques o «teselas» formados por varias unidades de este material. Puesto que sería costoso colocarlo pieza por pieza, se vende en un formato similar a una baldosa, que permite combinar sobre su superficie piezas de diversos colores e, incluso, realizar una composición decorativa. Para ello, basta con retirar algunas unidades de gresite y sustituirlas por otras de un color que combine o contraste con el primero.
Al adquirir el material, es fundamental comprar al menos un 10% más del gresite que se necesitará. Es una manera de asegurar la provisión de piezas mientras se realiza el trabajo y de tener repuesto en caso de futuras reparaciones.
Las teselas se colocan desde el centro hacia los extremos laterales de la pared o el suelo
La colocación de una tesela de gresite es un proceso similar a la instalación de una baldosa o azulejo. La superficie donde se fijan estas piezas debe estar limpia, nivelada y lisa. Las teselas se colocan desde el centro hacia los extremos laterales de la pared o el suelo, de modo que las piezas que haya que cortar para ajustar el tamaño queden en los bordes de la superficie.
Uno de los soportes más adecuados es un revoco fino con mortero hidrófugo, aunque también son aptos el hormigón proyectado, el yeso proyectado y los tableros de pladur.
El primer paso consiste en extender una capa de unos tres milímetros de cemento-cola sobre la superficie, donde se colocan las placas de gresite. Éstas se alinean para que haya la misma distancia entre todas las piezas, se colocan con firmeza contra la pared y se golpea de forma suave con una maza de goma para que el agarre sea correcto. Entre el martillo y la tesela debe instalarse un retal de madera para que el golpe no incida directamente sobre la pieza. A medida que se colocan las diferentes teselas, se debe comprobar que quedan todas al mismo nivel y que ninguna sobresale sobre las demás.
El proceso de rejuntado varía en función del material del entramado de las teselas, que puede ser malla, papel encolado o papel transparente. En el caso de la malla, cuando el cemento-cola está seco, se rellenan las juntas con un producto especial (mortero deformable especial para juntas). Después se elimina el sobrante con una goma limpiacristales y se pasa una esponja húmeda sobre las teselas.
El proceso de rejuntado varía en función del material del entramado de las teselas
Si el soporte es papel encolado, se debe esperar a que el cemento-cola esté seco. Una vez eliminada la humedad del mismo, se moja el papel que recubre las placas, se retira con cuidado y, tras limpiar los restos de cola, se espera 24 horas antes de rellenar las juntas.
En el caso del papel transparente, una vez que el cemento-cola está seco, se retira el papel que recubre las placas (en este caso no hace falta mojarlo), se rellenan las juntas y se limpian las teselas.
Siempre es recomendable colocar los paños completos de una vez para evitar que en una misma pieza haya pasta de distintas consistencias