El ahorro de agua es importante por varios motivos, desde la reducción del coste de la factura del hogar hasta razones medioambientales. Para lograrlo, hay una serie de hábitos y costumbres que conviene incorporar, pero también existen algunos dispositivos que permiten maximizar el aprovechamiento del agua y, en consecuencia, gastar menos. Este artículo describe algunos de esos aparatos, como las cisternas de bajo consumo, la cabeza de ducha de flujo reducido, los grifos monomando, las lavadoras de bajo consumo y los sistemas de recirculación del agua.
Dispositivos para consumir menos agua en el hogar
Hay muchas maneras de ahorrar agua en el hogar. Algunas de estas fórmulas tienen que ver con hábitos y costumbres: no dejar el grifo abierto mientras uno se cepilla los dientes o friega los cacharros de la cocina, ducharse en lugar de bañarse, descongelar los productos en el interior del frigorífico en vez de hacerlo bajo el grifo abierto, regar el jardín a primera hora de la mañana o a la última de la tarde, etc.
Otras, en cambio, se relacionan con la instalación de diversos aparatos y dispositivos que permiten maximizar el rendimiento del agua. A continuación se enumeran algunos de los más importantes.
Adaptar las cisternas, duchas y grifos permite el ahorro de grandes cantidades de agua y, por ende, también de dinero
Cisternas de bajo consumo. Los nuevos modelos de cisternas pueden reducir varias veces el consumo de agua. Permiten descargas pequeñas, de unos siete litros de agua, que en muchos casos es suficiente. Sin embargo, con las cisternas antiguas, para satisfacer esta misma necesidad se usaban descargas mucho más grandes, de hasta 30 litros. Si no es posible cambiar la cisterna, se puede adaptar un modelo antiguo para que consuma menos: para ello, hay que bajar el nivel del flotador, de modo que el ingreso de agua se detenga antes de que la capacidad de la cisterna se complete.
Cabeza de ducha de flujo reducido. Este accesorio limita el caudal de agua pero, al aumentar la presión, evita la pérdida de confort a la hora de ducharse. Si además se añade otro accesorio llamado perlizador, la sensación será casi la misma que antes, con la diferencia de que el consumo de agua se puede reducir hasta la mitad. Estos limitadores de flujo se comercializan en distintos formatos, incluso con forma de anilla metálica, que se coloca entre el cabezal de la ducha y el extremo de la manguera, y también en lavabos.
Grifos monomando. Los grifos que se controlan con una única llave eliminan la posibilidad de que goteen cuando se cierran, pero, sobre todo, hacen más fácil la regulación de la temperatura del agua. De este modo, se impiden las pérdidas que en los sistemas de dos mandos se producen hasta conseguir la temperatura deseada.
Lavadoras con programas de bajo consumo. Al renovar la lavadora, es conveniente adquirir un modelo con programas de bajo consumo de agua. La inversión es un poco mayor en el momento de la compra, pero luego permite ahorrar agua, dinero y energía eléctrica a lo largo de toda su vida útil.
Uno de los sistemas más modernos y novedosos existentes en el mercado consiste en un dispositivo que hace circular el agua por un circuito cerrado hasta que alcanza los 35 ºC. Solo a partir de ese momento el agua sale por el grifo. De esta manera, se evitan los enormes derroches que se producen en invierno cuando se deja correr el agua a la espera de que salga a buena temperatura. Como además el agua templada regresa a la caldera, ayuda a que el agua se caliente más rápido, por lo cual también se ahorra energía (gas y electricidad).
Este sistema fue diseñado en España y se comercializa bajo el nombre de AquaReturn. Su web permite calcular el ahorro estimado posibilitado por este accesorio. Para una familia de cuatro personas en una casa en la que el agua tarde unos 30 segundos en salir a 35 ºC, el ahorro de agua sería de casi 22 metros cúbicos anuales.