La reforma o alicatado de un cuarto de baño es un buen momento para integrar un espejo en el revestimiento de las paredes. La opción de encastrarlo en los azulejos está indicada, sobre todo, cuando éste es de grandes dimensiones, ya que es difícil adquirirlo enmarcado. Para resaltar el trabajo, se pueden pintar los azulejos que circundan el espejo de un color que contraste con el del resto. Otra opción es colocar alrededor de la luna una cenefa cerámica.
Un espejo integrado en la pared
Una vez elegida la ubicación del espejo y el tamaño del mismo, se marca su posición en la pared y se procede a alicatar el resto de la superficie.
Para que el espejo no sobresalga de los azulejos, debe tener un grosor igual al del revestimiento cerámico. A éste se resta el espacio que ocupe el raseado de la pared y el adhesivo que se utilice para fijarlo. En caso de que quede espacio entre la zona alicatada y el espejo, el hueco se rellena con otros azulejos cortados a medida con una amoladora, una cortadora de diamante o una sierra manual.
Después, se rasea el hueco de la pared en la que irá alojado el espejo y se pega éste con un adhesivo especial para lunas. Si se desea resaltar el cristal, se pueden pintar los azulejos que lo circundan de un color que contraste con el del resto del revestimiento de la pared.
Otra opción muy decorativa para resaltar un espejo encastrado en la pared es enmarcarlo con una cenefa cerámica.
Para que el resultado sea un éxito y la luna quede encuadrada de forma perfecta, es necesario realizar un diseño previo con las medidas del espejo, las cenefas necesarias y la ubicación exacta de estas últimas. Además, la pared o superficie donde se colocará la cenefa ha de estar limpia y nivelada.
La superficie donde se colocará la cenefa ha de estar limpia y nivelada
Por último, se colocan las distintas piezas de la cenefa. Para ello, hay que extender una fina capa de un adhesivo especial para cerámica, o un mortero cola, en la superficie de los azulejos. A continuación, se pegan uno a uno hasta conformar el marco del espejo. Para que todas las piezas queden niveladas, hay que dar unos pequeños golpes con la ayuda de una maza de goma o, en su defecto, con un martillo envuelto en un trapo.
Antes de colocar el espejo en el marco, es necesario cubrir las juntas que quedan entre los pequeños azulejos que conforman la cenefa. Para realizar este rejuntado, se extiende un producto de relleno específico, se deja secar y se retira el sobrante con un paño húmedo.