Los percheros son un complemento muy útil en espacios como recibidores o dormitorios, pero es habitual que queden relegados a cumplir su función y pasar casi inadvertidos en el conjunto de la decoración. Este artículo destaca las posibilidades para crear percheros decorativos a partir de complementar modelos clásicos con pinturas, dibujos, muñecos, fotos y vinilos autoadhesivos. También menciona los modelos más originales de percheros y brinda ideas para elaborarlos.
Percheros decorativos, pura creatividad
La decoración de algunos espacios de la casa admite formas y motivos muy originales, en cuya confección se puede participar y dar rienda suelta a la propia creatividad. Esto incluye tanto la posibilidad de adornar o modificar un perchero ya existente como la de crear uno desde cero.
A menudo los percheros son elementos a los que no se presta demasiada atención en el aspecto decorativo, sino que solo se busca sacarles el mayor rendimiento. Es el caso de los percheros para puertas, que tienen el objetivo de aprovechar los rincones y lo cumplen con creces.
Pero si el perchero se encuentra en un sitio muy visible, se puede hacer que también sea en sí mismo un objeto decorativo.
En los percheros de madera, el barniz es un complemento idóneo para proteger y darle brillo a la pintura
Un simple perchero de madera, con un diseño de lo más clásico, se puede pintar con colores que contrasten con el fondo (el tono de la pared) y de esa manera se convierta en un punto llamativo en la estancia.
También es posible dibujar imágenes según el gusto de los habitantes de la casa, palabras o mensajes, los personajes preferidos de los niños en las habitaciones infantiles, etc. Una capa de barniz es un complemento idóneo para proteger la pintura y dar brillo al conjunto. También se puede emplear la técnica del decoupage.
Colocar adornos alrededor de los percheros
Una posibilidad es la de colgar del perchero -de la misma manera en que se ponen los abrigos y demás prendas- algo que constituya un elemento decorativo, como un muñeco o un cartel con un mensaje. El problema, en este caso, es que este elemento puede quedar oculto cuando se coloque una prenda encima, aunque también puede ser parte del encanto que el adorno esté allí escondido y se descubra al retirar lo que lo cubría.
Un perchero se puede adornar si se colocan a su alrededor distintos objetos, como carteles, muñecos, fotos y chapas
Otra alternativa es la de poner adornos en la parte superior del perchero, para que no queden ocultos ni interfieran en su función elemental. Estos añadidos pueden estar sujetos a la tabla que se empotra en la pared o bien en la base de los ganchos o piezas para colgar la ropa. Tienen que ser de alambre o algún otro material lo bastante firme como para que se sostengan erguidos y soporten el peso de lo que se coloque encima, que puede ser cualquier cosa: carteles, muñecos, fotos, chapas, etc.
Por supuesto, siempre es posible recurrir a los tan versátiles vinilos autoadhesivos. Con ellos, se puede complementar el valor decorativo del perchero sin tocarlo. Basta solo con añadir a su alrededor, sobre la pared, imágenes o palabras. Las posibles combinaciones son interminables: ramas de árboles pintadas en el perchero con pájaros de vinilo sobre él, símbolos de notas musicales rodeados de líneas de pentagrama, etc.
Los percheros más originales son los que no tienen forma de perchero. Es decir, los que no responden al formato tradicional de un perchero pero que cumplen con la misma función. En este grupo disponible en el mercado se incluyen modelos de animales u objetos que parecen posados en la pared o estar atravesándola, piezas minimalistas, ganchos fabricados con objetos de uso cotidiano (como utensilios de cocina), una barra de futbolín (con los “jugadores” incluidos), etc.
También es posible con algo de creatividad e ingenio fabricar uno mismo composiciones igual de originales. Para ello, el primer paso consiste en elegir un objeto de uso cotidiano para utilizar como perchero en la pared. Puede ser un muñeco rígido, una pelota de tenis, una peonza o hasta un desatascador de retretes: todo vale si se trata de ser original y si se adecúa al gusto la persona. Luego, en función de su forma y dimensiones, hay que pensar en la mejor manera de sujetarlo a la pared. Siempre se debe procurar que la pieza esté empotrada en la pared a través de tornillos y tacos, porque si se emplean sustancias adhesivas, salvo que sea un gancho para colgar cosas ligeras, es probable que se termine por despegar o incluso romper y descascarar la pared.