Empotrada, semiempotrada o sobre la pared. Instalar una toma de corriente o sustituirla en caso de que esté defectuosa es un trabajo sencillo. La capacidad de los conductores depende de su uso, aunque lo más habitual es emplear tomas de 16 amperios. En éstas se pueden conectar lámparas, televisores, frigoríficos o lavadoras. Los electrodomésticos que precisan una mayor potencia, como la cocina y el horno, necesitan tomas de, al menos, 25 amperios.
Sustituir una toma
La nueva base debe ser adecuada para las características del circuito y de los conductores. Además, se debe comprobar que el modelo se ajusta a los requisitos de sujeción del lugar donde se va a colocar.
Tras apagar la corriente en el interruptor general, con un destornillador se desenroscan y se sacan los tornillos que sujetan la base a la placa. Después, se desconectan los conductores de los bornes del dorso de la placa. Es imprescindible anotar la posición que ocupa cada uno de ellos para colocar la nueva placa del mismo modo o realizar una fotografía para imitar la instalación.
A continuación, con unas tijeras de electricista se corta un centímetro de la cubierta aislante de los cables, con cuidado de no dañar los conductores de cobre, se retuercen los filamentos y se conectan a la nueva base. Si hay cable de tierra (cable amarillo, verde o de ambos colores), se coloca primero éste en el borne correspondiente, que estará indicado con el símbolo de toma de tierra (varias líneas horizontales). Después, se introducen los otros dos cables y se atornilla de nuevo la placa a la base.
Cuando se opta por una caja empotrada, primero se debe colocar la caja del enchufe contra la pared para marcar con un lápiz el contorno de la misma. Una vez trazada la posición exacta de la caja y el recorrido del tubo, y antes de empezar a picar, se realizan con un taladro varias líneas de agujeros de la misma profundidad que la caja. Después, para preparar el hueco donde se colocará (cajeado), se pica la pared con un martillo y un cortafrío hasta llegar a la profundidad marcada por los agujeros. A continuación, se prepara la roza para el tubo.
La caja y el tubo se precolocan sobre la pared para marcar la roza y el espacio que ocupará el mecanismo
Una vez abiertos los huecos en la pared, se precoloca la caja en el lugar que ocupará y el tubo, en la roza. Con un punzón, se marcan en la pared los puntos de fijación, se perforan los orificios y se introducen los tacos que sujetarán los tornillos de la caja. El tubo, a su vez, se fija con unas bridas. Se guardan los cables dentro del mismo, de modo que su longitud permita su posterior conexión al mecanismo.
Tras colocar la caja y el tubo, se recibe o prepara la roza y la caja del mecanismo con una paleta y yeso de construcción. Se pelan los cables y se conectan a los terminales del mecanismo. Después, se coloca éste en el interior de la caja y se fija mediante tornillos o grapas.
Una vez terminada la instalación, se aplica una capa de yeso blanco y una mano de pintura para igualar la zona al resto de la superficie.