Cuando se utilizan clavos para unir piezas de madera, estos deben quedar integrados en el mueble de forma que no se aprecien. A los motivos estéticos, se une el hecho de que una cabeza de clavo que sobresalga puede suponer un peligro. Una pequeña viruta de madera o una masilla tapa-agujeros pueden ser la solución para evitar rasguños y enganchones en la ropa.
Masilla tapa-agujeros
Para que los clavos no queden a la vista, se deben usar puntas sin cabeza o clavos de cabeza cónica. Tras introducirlos por entero en la madera con la ayuda de un destornillador, sólo se verá un pequeño agujero que se puede tapar con una masilla especial. Ésta se puede elaborar en casa con una mezcla de serrín y cola de carpintero.
También es posible obtener una masa tapa-agujeros si se mezcla papel de periódico o de cocina con un poco de agua caliente hasta que se adquiera una consistencia pastosa. Después, se añade cola para empapelar. Así el resultado será más resistente.
Será necesario lijar la masa para que su superficie no esté rugosa y se iguale a la de la madera
Una vez que la pasta esté seca, será necesario lijarla para que su superficie no esté rugosa y se iguale a la de la madera. A continuación, se debe pintar o teñir la zona para que tenga el mismo color que el resto del mueble. Para ello, habrá que comprobar con qué producto (cera, barniz, etc.) está tratada la madera. Si no lo está, basta con aplicar un tinte.
Los tintes vegetales deben mezclarse con agua antes de su aplicación. Otros se pueden disolver en alcohol, por lo que se deja reposar la mezcla antes de aplicarla para que agarre mejor. Hay que mezclar bien los ingredientes para evitar la formación de grumos. Respecto al color resultante, dependerá de la cantidad de líquido que se emplee. En ocasiones, es necesario oscurecer o aclarar la tonalidad para que ésta se ajuste a la del resto de la superficie. Si se prefiere un tono más claro se puede añadir agua al preparado. Si se busca oscurecer el color, se puede agregar tinte o extender una capa más de color. En este último caso, hay que dejar secar una capa antes de aplicar la siguiente.
Si no desea emplear ningún tipo de masilla, se levanta una pequeña viruta de madera con una gubia o un formón, sin llegar a cortarla por completo, en la zona donde se va a introducir el clavo o tornillo. Tras colocar estos, se ocultan con la viruta, que se encolará para que vuelva a su posición original. Con un poco de práctica, el resultado pasará casi desapercibido.
Si el mueble o estructura está decorado o pintado, se debe aplicar sobre la superficie reparada una mano del mismo producto que lo decora. Si la diferencia es visible, será necesario decapar el mueble y volverlo a decorar.