Las cortinas son el toque final en la decoración de un hogar. Es tan importante colocarlas de forma correcta, como elegir un diseño en armonía con el resto de elementos de la estancia. Sin embargo, en ocasiones, la falta de práctica y conocimiento que requiere su instalación son culpables de que el resultado no coincida con la idea original. Para evitarlo, es preciso seleccionar un soporte de fijación adecuado y utilizar tacos y tornillos adaptados al tipo de pared o techo.
Elegir la fijación
Los soportes para colgar una cortina difieren en función del diseño y el espacio en el que se ubican. Los sistemas de fijación más habituales son:
Portavisillos: estas varillas se colocan sobre los propios marcos de la ventana. Algunos modelos se atornillan, otros se adhieren y un tercer diseño se sujeta por presión, que ejerce en los laterales interiores del marco. En general, son extensibles para adaptarse a las diferentes medidas de las ventanas. No necesitan ganchos ni pinzas para colgar las cortinas, sino que se introducen por los dobladillos de los visillos. Es un sistema de fijación apropiado para cortinas ligeras y de pequeñas dimensiones.
Barras: destacan por diferentes longitudes y diámetros. Además de sujetar las cortinas mediante anillas o ganchos, por su disposición, las barras se colocan a la vista y son un elemento decorativo. Con ellas es posible colgar cortinas largas hasta el suelo o tipo delantal, que cubren 15 cm más del largo de la ventana. Madera, hierro forjado y resina son los principales materiales con los que se elaboran.
Riel: es un mecanismo metálico o de PVC, con unas guíasque se deslizan gracias a un cordón. Los visillos se sujetan al riel a través de ganchos. Su apertura es lateral o central. Este sistema de fijación es apropiado para cortinones y telas de tipo delantal. Pueden ser curvos para ventanas en ángulo y extraplanos, cuando hay poco espacio con respecto al techo.
Colocar la barra
Los portavisillos se colocan sobre los marcos de la ventana y los rieles, en el techo. Sin embargo, es posible instalar las barras para las cortinas aplicadas (sobre la pared), en el techo y de una pared a otra. En cualquier caso, antes de fijarlas hay que considerar varios aspectos. Si la ventana es abatible, es necesario prever un espacio suficiente entre la barra y la parte superior para que la apertura sea fácil.
Los puntos de fijación de las cortinas deben ser equidistantes con respecto a la ventana
Además, se debe tener en cuenta otra separación más entre la barra y la pared, para que la cortina no roce con el picaporte de la ventana o con otros elementos, como un radiador.
Para colocar la barra, en primer lugar se debe trazar con una regla y un nivel de burbuja una línea horizontal, a la altura en la que se colocará. Después, hay que marcar los puntos de fijación, que deben ser equidistantes con respecto a la ventana. Por último, se istalan las fijaciones según los puntos marcados y se coloca la barra en una posición centrada.
En ocasiones, es posible reutilizar portavisillos, barras y rieles que han estado colocados en otras ubicaciones. Hay que asegurarse de que la longitud del soporte se ajusta a las necesidades. Los portavisillos son los menos problemáticos ya que son extensibles y se adaptan a diferentes medidas. Las barras y los rieles exigen otras soluciones. Si la longitud es demasiado larga, es posible cortarlos con un serrucho, limar y lijar los extremos para lograr un corte perfecto.
Si la barra es demasiado corta, lo más apropiado será adquirir otra cuya longitud se ajuste a la nueva ubicación. Si se elige como sistema de fijación un riel, es posible alargarlo mediante manguitos que unen un soporte con otro. No es una solución apropiada cuando el riel quede a la vista. En esos casos, se recomienda comprar uno nuevo.