La posición de las tuberías de entrada y de desagüe determina el grado de dificultad para instalar una lavadora. Cuanto más fácil sea el acceso, menos complicada será la conexión. Para realizarla, es habitual instalar un grifo en aplique, en una pared próxima a la lavadora, y montar un sifón que conecte la tubería de vaciado con la de desagüe.
Instalación convencional
Para realizar la conexión de una lavadora, se debe estudiar antes cuál será el mejor emplazamiento para instalar el grifo en aplique (suministra la entrada de agua) y el desagüe. Es conveniente asegurarse de que la posición del primero será accesible cuando la lavadora esté ya instalada. Una ubicación apropiada sería en uno de los laterales del electrodoméstico, cercano al borde superior. De esta manera, será posible alcanzar el grifo sin dificultad.
Se debe estudiar cuál será el emplazamiento más apropiado para instalar el grifo y el desagüe
Una vez que se ha elegido el emplazamiento de ambos elementos, hay que marcar los puntos exactos donde se colocarán las conexiones en las tuberías de suministro y desagüe. Se deben sujetar con firmeza los tubos y cortarlos con una sierra. Es habitual que la tubería de entrada sea de cobre, mientras que en el desagüe se utiliza PVC. En el primer caso, las conexiones se ensamblan mediante soldadura o uniones en forma de «T». En el segundo, se encolan.
A continuacón, se fijan las abrazaderas en las tuberías y se acopla el sifón de desagüe en la unión de PVC. Este elemento, con forma similar a la de una gran «S», tiene a su vez un tapón en la parte baja. Al igual que ocurre con el grifo, se recomienda que su ubicación sea también accesible.
El sifón para el desagüe es de PVC y se encola a la tubería
Por último, se debe instalar la tubería de suministro en la «T» y fijar en la pared el grifo en aplique. Este accesorio dispone de dos roscas: una para la llave del grifo y otra para el tubo de la acometida del agua.
Otra opción para realizar la conexión de la lavadora de una forma más rápida y sencilla consiste en sustituir la grifería de aplique por accesorios autoperforantes. La principal ventaja es que estos se atornillan a la tubería de cobre de entrada de agua. Así se ahorra el proceso de ensamblaje de uniones y la instalación en la T del tubo de suministro para el grifo.
Su instalación es sencilla, pero es fundamental trabajar con precisión poque los grifos autoperforantes dejan escaso margen de error. Una vez instalados, no es posible desmontarlos. El soporte se fija en la tubería de cobre como si fuera una abrazadera. Hay que atornillar el cuerpo del grifo hasta que una punta cortante perfore el cobre para permitir el paso del agua. La parte de metal que se agujerea cae en la propia tubería de suministro y es arrastrada por el agua.