Los vinilos resultan apropiados para decorar cualquier espacio de la casa. En la cocina, permiten renovar la decoración y aportar modernidad y alegría en paredes, muebles, electrodomésticos e incluso en el suelo. Además, se colocan sin obras y su mantenimiento es sencillo. Este artículo explica las ventajas de decorar la cocina con vinilos, la existencia de diseños para todos los gustos y las zonas de la cocina más apropiadas para ubicarlos.
Ventajas de decorar la cocina con vinilos
Los vinilos autoadhesivos representan una opción cada vez más elegida para renovar la decoración de distintos ambientes del hogar con muy poco gasto y sin necesidad de realizar obras. En la cocina, las innumerables posibilidades de diseño permiten confeccionar desde pequeños detalles en distintas zonas del mobiliario o las paredes, hasta cubrir grandes superficies en la pared o incluso el techo y el suelo.
Con los vinilos se puede cambiar por completo la decoración de la cocina o adaptarse y renovar la ya existente con un toque original
El vinilo es de fácil colocación y, además, muy sencillo de limpiar. Esto lo convierte en uno de los recursos más idóneos para decorar la cocina -donde se genera mucha suciedad-, ya que solo requiere la aplicación de un trapo empapado en agua jabonosa para mantenerse como nuevo.
Como hay tantos estilos, los vinilos pueden cambiar por completo la decoración del ambiente o bien adaptarse a la ya existente y renovarla con un toque original. La versatilidad del material permite responder a todas las necesidades del usuario, incluidas las medidas, los colores y otras características.
Diseños de vinilos para todos los gustos
Las propuestas de decoración de los vinilos incluyen todo tipo de ideas gráficas. Una de las más elegidas son las letras, palabras o frases enteras: pueden ser textos breves como recetas, refranes o frases ingeniosas, imitaciones de una lista de la compra, etc. También se puede recurrir a diseños de formas geométricas, que aportan un toque de modernidad y siempre quedan bien, o dibujos alusivos a la comida o los utensilios característicos de los cocineros.
Los vinilos pueden reproducir formas geométricas o dibujos alusivos a la comida o los utensilios típicos de los cocineros
A menudo, los vinilos se emplean en esta estancia de tal forma que producen la sensación de estar en un ambiente comercial, como un bar o un restaurante, ya que es común ver este material en sus carteles y cristaleras. Si los vinilos reproducen menús o la iconografía típica de estos lugares, y se acompañan por otros elementos característicos de los bares (como servilleteros, pizarras, mesas y taburetes, etc.), estas simulaciones pueden ser muy reales, atractivas y divertidas.
El coste de los vinilos decorativos se calcula según la superficie que se aprovecha del material, por lo que el presupuesto del trabajo final variará según sea el tamaño y la forma del diseño elegido. También influye cuando se utiliza más de una tonalidad, y aumenta más aún en los vinilos impresos a todo color. Pese a estas variantes, el vinilo es una alternativa muy económica para renovar la decoración de la cocina, como también cualquier otra estancia del hogar.
Por lo general, se decide a la vez el diseño de los vinilos y el lugar donde se han de instalar. Pero en muchos casos, la zona precede y determina la elección de los motivos. A continuación, se apuntan algunas sugerencias de sectores en la cocina donde se pueden ubicar vinilos decorativos:
En la pared. Se pone un dibujo en una pared libre, junto a la mesa u otro mueble. Hay diseños que simulan un estante con botes de alimentos de estilo vintage o formas abstractas que generan un atractivo particular.
En los armarios. En estas zonas se pueden colocar detalles pequeños o medianos, repartidos entre los armarios superiores y los inferiores, así como en los cajones y otros sitios de los muebles.
En los electrodomésticos. Los vinilos decorativos pueden ayudar a unificar el estilo visual de distintos aparatos como el frigorífico, el lavavajillas, la lavadora (si está en la cocina), etc.
En el suelo. Es una ubicación original para colocar un dibujo simple y con gracia, como un gran huevo frito. Pese a que el vinilo resiste bastante bien el desgaste, es mejor si está en un rincón u otra zona poco transitada.
En la mesa diaria. Sobre la tapa de la mesa se pueden poner vinilos que delimiten con dibujos los espacios individuales, el sitio de las fuentes o, incluso, los nombres de los comensales más habituales.
En los azulejos. La ubicación más clásica: los vinilos en los azulejos son aún hoy un recurso sencillo y barato para dar un cambio general a la cocina sin grandes inversiones.