Contratar los servicios de un cuidador infantil es una práctica cada vez más extendida en España, donde no es sencillo conciliar la vida familiar y laboral. En los hogares monoparentales y otros donde los dos miembros de la pareja trabajan, compaginar el cuidado de los niños con las obligaciones profesionales es todo un reto. Para estos padres, las canguros, las guarderías y hasta los familiares suponen un respiro importante e, incluso, las únicas alternativas para seguir en actividad, tener algo de vida social y mantener sus puestos de trabajo. Pero, ¿qué ocurre cuando las situaciones laborales no se ajustan a horarios habituales? Quienes trabajan a turnos, durante los fines de semana o por las noches tienen a su disposición guarderías 24 horas. Las claves de este servicio se explican en las siguientes líneas.
Cuando no se trabaja de 8:00 a 15:00 horas
Policías, bomberos, personal sanitario, empleados de limpieza, dependientes, obreros… Miles de personas trabajan a turnos, durante los fines de semana o por las noches, unos momentos en los que la mayor parte de las guarderías están cerradas. En estos casos (sobre todo cuando hay un solo adulto en el hogar o cuando ambos desarrollan su actividad profesional en horarios atípicos), tener hijos pequeños obliga a hacer auténticos juegos malabares de organización. No todos los padres viven cerca de sus familiares para que les echen una mano con los niños, ni cuentan con ingresos suficientes como para pagar un cuidador a domicilio de manera permanente.
Para dar respuesta a estas situaciones, y para ofrecer una alternativa económica y práctica a los padres que quieran tener una velada sin niños, algunas guarderías españolas han ampliado sus horarios y días de atención hasta llegar a cubrir los fines de semana y las noches. El modelo, bastante usual y extendido en Estados Unidos, Escandinavia y países de Iberoamérica como México o Argentina, es todavía incipiente en España, donde no termina de consolidarse.
Son guarderías ya establecidas que amplían o modifican sus horarios para cubrir una demanda hasta ahora insatisfecha
Quienes cuentan con este servicio explican que aún llama la atención y sorprende, quizás porque no hay tantas «guarderías 24 horas», ni tantos padres que las consideren como una posibilidad: la publicidad de los centros es casi nula. Sin embargo, existen y, a pesar de que se localizan en provincias y ciudades diferentes, comenzaron a funcionar con un servicio nocturno de manera más o menos simultánea a partir de 2007.
Siete preguntas clave sobre las guarderías nocturnas
Se llaman -o se autodenominan- guarderías 24 horas, servicios baby night, cuidadores búho, hoteles infantiles o canguros nocturnos, entre otros apelativos. En la mayor parte de los casos, son guarderías que llevan varios años de actividad y que han ampliado o modificado sus horarios para cubrir una demanda hasta ahora insatisfecha. Pero eso no significa que todas ofrezcan lo mismo. Los servicios, el planteamiento y los costes varían. Tanto es así, que unas pueden cobrar el doble o trabajar la mitad de horas que otras.
1. ¿A quiénes se dirigen?
Hay dos grupos de usuarios principales:
Padres que trabajan por la noche o en turnos más allá de las 20:00 horas.
Padres que, por no tener con quien dejar a sus hijos, no se pueden permitir una salida puntual en pareja o con amigos, para ir al cine o a cenar.
Aunque sería lógico pensar que el primer grupo es el principal, la mayoría de las guarderías nocturnas orientan sus servicios al segundo, es decir, a los padres que necesitan soluciones para ocasiones especiales.
2. ¿Qué horario cubren?
La franja horaria es variada:
En general, el servicio nocturno comienza entre las 20:00 y las 21:00 horas, pero hay más diversidad en cuanto a la finalización.
Buena parte de estas guarderías están activas hasta las 02:30, otras hasta las 04:00 y solo algunas llegan hasta las 07:30, las 08:00 o las 09:00 horas de la mañana siguiente. La amplitud del horario obedece al grupo de clientes al que se dirigen y condiciona el tipo de servicio que prestan.
Otra cuestión que varía son los días en que está activo el cuidado nocturno.
Cuando las guarderías orientan su actividad a los padres que trabajan por la noche, ofrecen atención todos los días de la semana.
Cuando se dirigen a cubrir el ocio de los padres, concentran su actividad en los fines de semana. Algunas, incluso, solo brindan cuidados nocturnos un viernes o un sábado al mes.
3. ¿Cuál es el rango de edad?
Las guarderías con la horquilla de edades más amplia reciben niños entre 0 y 12 años.
La mayoría de los centros admite menores entre 0 y 6 años.
En general, los padres que usan con más frecuencia este servicio tienen hijos de 2 a 5 años.
4. ¿Admiten a todos los niños?
Depende del centro. Algunas guarderías brindan el servicio nocturno para todos los niños que se ajusten a los perfiles mencionados, más allá de que estén o no matriculados en ellas. Otras, en cambio, solo atienden a los que asisten a la guardería también durante el día, de manera habitual.
5. ¿Qué servicios ofrecen?
Los servicios estándar son: recepción y cuidado de los menores, actividades de entretenimiento, cena, desayuno y una cama (o cuna) adecuada para dormir. No obstante, hay matices. Algunas guarderías incluyen la cena y/o el desayuno en el precio, mientras que otras dan de comer al pequeño solo los alimentos que dejan sus padres. También hay centros que proporcionan un servicio que lleva a los niños a sus casas.
En cuanto a los horarios, hay guarderías que son muy flexibles respecto al momento de dejar y recoger a los pequeños, mientras que otras son más estrictas: una vez que pasa cierta hora -en general, las 12 de la noche- solo vuelven a abrir las puertas a la mañana siguiente. Las razones para ello son la seguridad, en primer lugar, y evitar que haya ruidos y movimiento durante la madrugada, que impidan el descanso de los pequeños.
6. ¿Cuánto cuestan?
El precio varía en función de los servicios y, además, las guarderías aplican distintas maneras para fijarlo: algunas tienen una tarifa única, otras cobran por horas (y establecen un mínimo obligatorio de horas) y las hay que, al elaborar un presupuesto, discriminan si los niños asisten o no al centro de manera habitual durante el día.
En términos generales, el coste medio del servicio de guardería nocturna oscila entre 40 y 50 euros por noche, en función, entre otras cosas, del tiempo que permanece el menor en el centro. No es lo mismo recurrir a una guardería de 20:00 a 23:30 horas, que hacerlo hasta la madrugada o que dejar al pequeño hasta la mañana del día siguiente y recogerlo ya desayunado.
En las guarderías que funcionan durante toda la noche, los 365 días del año (es decir, orientadas más a los padres con trabajos nocturnos), el presupuesto se calcula de otro modo. Como ocurre con los servicios diurnos habituales, el precio que se propone es mensual, de unos 300 euros al mes de media.
7. ¿Dónde están?
Hay guarderías con servicio nocturno en casi todas las ciudades españolas, aunque no son muchas ni tienen demasiada publicidad.
Salvo alguna excepción, los centros que ofrecen cuidados por la noche son los mismos que funcionan durante el día. Es decir, son guarderías comunes que amplían su horario y su cartera de servicios.
La manera más práctica de encontrarlas es consultar en las guarderías habituales si prestan el servicio o conocen alguna que lo incluya.