Los bajos precios a los que cotizan las acciones en Bolsa pueden representar dentro de unos meses una auténtica oportunidad de negocio de cara al medio y largo plazo. Los importes de las compañías cotizadas están en un proceso bajista, y sus pérdidas pueden agudizarse aún más en los mercados. Quienes quieran saber qué estrategia deben emplear en el actual escenario bursátil, en este artículo encontrarán los modos para canalizarla de la manera correcta. Son consejos tanto para quienes están en posiciones compradoras como para los que se encuentran fuera de los mercados de renta variable.
¿Entrar o salir de los mercados?
El movimiento correctivo que están desarrollando las bolsas de todo el mundo, y en especial la española, durante el inicio del nuevo año ha alertado a las familias que tienen guardados sus ahorros en la renta variable. No en vano, el índice de referencia español ha perdido más en unas pocas semanas que en todo el año pasado. Como consecuencia de este nuevo escenario que presenta la Bolsa, son muchos los ahorradores que desconocen qué tienen que hacer ante esta nueva situación. Y es que será un año muy difícil para las bolsas, según buena parte de los analistas del mercado.
Las actuaciones a partir de ahora deberán regirse bajo unos planteamientos más defensivos que en otras ocasiones. Será de suma importancia que prevalezca la protección de los ahorros antes que el rendimiento que puedan ofrecer. La prudencia, la agilidad en las operaciones y los deseos de preservar el capital deberán ser las principales normas de actuación en la relación del inversor con los mercados financieros.
¿Compro o vendo?
Los inversores que hoy en día estén posicionados en las bolsas son los que tendrán la decisión más difícil para tomar en los próximos días. ¿Vender o mantener? Esta es la disyuntiva que tendrán que descifrar a partir de ahora. Dependerá, en cierta medida, del perfil que presenten como pequeños inversores, pero también del plazo al que van dirigidas sus aportaciones económicas.
Si es un inversor conservador, que va a largo plazo, lo más rentable para sus intereses será mantenerse en sus posiciones, con las expectativas puestas en dos o tres años, donde presumiblemente entre en posiciones ganadoras, es decir, con plusvalías y que, en el caso de que vaya acompañado de valores con reparto de dividendo entre sus accionistas, lo compensará con estos pagos que recibirá todos los años. Pueden elevar su rendimiento hasta el 8%, por encima de los generados por los tradicionales productos bancarios destinados al ahorro (imposiciones, planes de ahorro, bonos, pagarés, etc.), que apenas llegan al 1%.
Otro caso bien diferente es el que presentan los inversores especulativos, que sobre todo desean beneficios con rapidez. Tienen ante sí dos estrategias para realizar en las próximas semanas, si la Bolsa mantiene la tendencia bajista reflejada durante los últimos tiempos: por un lado, aprovechar los rebotes que se generarán, para vender sus acciones, incluso con minusvalías; y, por otro, vender (total o parcialmente) sus posiciones para recomprarlas a mejor precio. Su elección dependerá del nivel de riesgo que asuman a sus operaciones.
Con liquidez en la cuenta corriente
Quienes, por el contrario, estén en estos momentos sin haber tomado posiciones en la Bolsa, lo tendrán más fácil. Estarán en una situación privilegiada para desarrollar sus compras en las próximas sesiones bursátiles, bajo unos precios mucho más competitivos de los que sacarán un buen rendimiento cuando se produzca la esperada recuperación en los mercados de renta variable, bien en este mismo año o en posteriores ejercicios.
A pesar de todo, no será la única alternativa que dispongan como estrategia para optimizar sus ahorros. Si consideran que los movimientos bajistas pueden perpetuarse durante más meses, tendrán a su disposición las inversiones inversas. Se trata de aprovecharse de la tendencia bajista de la renta variable, pero no solo a través de la compra de acciones en los mercados, sino a través de otros productos financieros de mayor sofisticación y riesgo. Fondos de inversión inversos, warrants o ETS serán algunos de ellos.
Los usuarios de los fondos de inversión disponen de una estrategia muy sencilla de cumplir, si no quieren verse arrastrados por los movimientos bajistas de los mercados. Consiste en traspasar, aunque sea de forma momentánea, sus fondos de renta variable hacia los monetarios, con el objetivo de evitar que las pérdidas se perpetúen en su cartera de inversión.
Será una operación gratuita y que no conllevará mucho esfuerzo a los partícipes de esos fondos, ya que la pueden formalizar casi de forma instantánea. Su aplicación servirá para proteger su capital invertido, mientras se vislumbran otras oportunidades en los mercados financieros.
Los fondos monetarios no cuentan con un gran rendimiento -en general sin oscilaciones de relevancia-, pero desde este instrumento de ahorro podrán redirigirse a otros productos cuando los mercados de renta variable constaten la idoneidad de la operación.