Una nueva forma de pago se impone poco a poco entre los ciudadanos. Se trata de las tarjetas “contactless”, con las que pueden efectuarse pagos en pocos segundos, con solo acercarlas a un lector, sin la necesidad de desprenderse de ellas para formalizar el abono. A continuación se exponen las ventajas de las tarjestas sin contacto, cómo obtenerlas y el modo de usarlas para realizar diferentes operaciones bancarias.
Tarjetas sin contacto, comodidad para pequeñas compras
Los sistemas de pago sin contacto permiten a los usuarios realizar sus compras con tan solo acercar la tarjeta al terminal de venta de los comercios. Otra de sus aportaciones más importantes consiste en que para importes pequeños, en general por debajo de 20 euros, no se requiere el uso del número PIN o de la firma y, por tanto, es mayor la comodidad para formalizar el proceso. De esta manera, a través de este nuevo medio se pueden abonar las pequeñas adquisiciones más habituales (periódico, café, pan, etc.), sin tener que llevar efectivo y sustituyendo a las monedas y con la única condición de que el comercio o punto de venta disponga de un lector de estas características.
A través de las tarjetas sin contacto se pueden pagar las pequeñas compras más habituales sin tener que llevar efectivo
Todo ello, además, sin renunciar a ninguna de las prestaciones características de los «plásticos» tradicionales, debido a que la «contactless» también se puede utilizar como una tarjeta de débito habitual, ya que, además del pago sin contacto, permite realizar operaciones con firma o PIN, así como retirar efectivo de los cajeros, entre otros servicios bancarios.
A partir de todas estas aportaciones básicas puede elegirse una de las varias modalidades que presentan los bancos. Kutxabank, BBVA, Banco Sabadell, La Caixa o Caixa Geral son algunas de las entidades que ya brindan este medio de pago a sus clientes, y siempre a partir de unos mismos servicios básicos. No obstante, otras presentan algunas diferencias en su comercialización, como ocurre en el caso de Bankia, que la ofrece gratuita para los menores de 26 años (Débito Joven Contactless).
Cómo obtener y utilizar una tarjeta contactless en el cajero
Para hacerse con una de ellas solo hace falta ser cliente del banco o caja que lo emita y rellenar un sencillo formulario para demandar esta tarjeta, incorporada en la actual oferta bancaria. Por lo general, no contempla ningún coste adicional, ya que esta nueva funcionalidad es solo un servicio que se incorpora al cliente.
Su aplicación en los cajeros automáticos es una de las principales dudas que plantea este innovador producto bancario. En principio, no generará mayores problemas, ya que en los cajeros que cuenten con un lector «contactless» solo habrá que acercar la tarjeta a dicho lector y se activará directamente el menú principal en la pantalla del cajero. Pero al realizar una operación, se pedirá el PIN de la tarjeta. Y tras darlo, se podrá completar el proceso de manera correcta.
Pero, ¿y en el caso de que el cajero no tenga lector para estas tarjetas sin contacto? Tampoco habrá mayores problemas al introducir una tarjeta, pues funciona también con banda magnética o chip, con lo cual se podrá retirar dinero, recargar el móvil o acceder a la información sobre el estado de la cuenta, sin ningún perjuicio.
Al tratarse todavía de un proceso innovador, puede que genere algunas dudas entre los usuarios sobre cómo efectuar las compras a través de este medio de pago. Para empezar, el comerciante marca el importe de su adquisición en el terminal adaptado a este sistema y, de inmediato, el importe aparece en la pantalla. Será entonces el momento en que sus titulares acerquen la tarjeta a la pantalla del terminal y en solo un segundo se hará efectivo el abono.
Incluso en compras inferiores a 20 euros el proceso será más sencillo, ya que no será necesario teclear el PIN, y solo si el importe es igual o superior a 20 euros, se pedirá este código de identificación bancaria. En todo caso, aquí habrá finalizado el proceso de compra, con mayor rapidez y comodidad con respecto a otros modelos más tradicionales y basados en el contacto del “plástico” con las terminales para pagar.