El pago de todas sus facturas por parte de la Administración pública, empresas y consumidores supondría una inyección para la economía española de 28.630 millones de euros, una cifra más de cinco veces superior a la ayuda que España concederá a Portugal, según comunicó la ministra Elena Salgado el pasado mes de mayo (entre 4.500 y 5.000 millones euros). Esta es una de las principales conclusiones del informe «Índice de Riesgo 2011», elaborado por Intrum Justitia, empresa especializada en recobros y gestión de crédito. Luis Salvaterra, su director general, asegura que las pérdidas por impagos en las empresas aumentan, y a mayor ritmo que el año anterior. En su opinión, es muy importante que las compañías cumplan con los plazos de pago estipulados por ley, así como regular los de los consumidores a través de la Ley de Morosidad, ya que sus impagos o retrasos pueden suponer la diferencia entre que una empresa continúe o no en el mercado.
La morosidad y los impagos son un problema estructural en España. Desde antes de la crisis ya lo habíamos señalado en nuestros estudios y publicaciones. Esta vulnerabilidad se intensifica cuando hay situaciones coyunturales como la actual. El panorama es complejo. Si antes las preocupaciones eran cobrar en menos tiempo y mejorar la liquidez, ahora incluye que la empresa deudora no haya desaparecido.
Pagar a tiempo supone reactivar el motor de las empresas. La liquidez es algo que se hace cada vez más necesario, en especial para las pymes. En general, las compañías deben prestar más atención a la gestión del crédito. Es un proceso que debe iniciarse incluso desde antes de comenzar la venta. Una venta no es una venta hasta que no se ha realizado el pago.
“Pagar a tiempo sería una inyección de 28.630 millones de euros”
Es muy importante que se obligue a cumplir los plazos de pago que figuran en la Ley. Los retrasos en los pagos pueden suponer la diferencia entre que una empresa continúe o no en el mercado.
Además, es necesario legislar también a los consumidores. De hecho, el Índice de Riesgo 2011 muestra que el 70% de las empresas españolas pide que se regulen también sus plazos de pago, una cifra superior a la media europea. Esta medida protegería a los consumidores, dado que no solo quedarían regulados los plazos de pago, sino cualquier otro coste relacionado con su impago o retraso.
Nuestros estudios apuntan hacia el pesimismo en el ámbito europeo. Un 32% de las empresas prevé que el riesgo de impago aumentará en los próximos 12 meses, mientras que solo un 14% estima que se reducirá. En España, las cifras son del 40% (optimistas) frente al 13% (pesimistas).
Si administraciones públicas, empresas y consumidores pagaran a tiempo sus facturas, equivaldría a una inyección para la economía española de 28.630 millones de euros.
Pagan sus facturas en un plazo de pago real (acordado+retraso) de 99 días, uno más que en 2010.
“Las situaciones de crisis no benefician a las empresas de gestión de cobro”
En efecto, contrasta con la media europea, que se sitúa en 56 días para las empresas.
En 2007 se empezó a observar un mejor comportamiento de pago por parte de las empresas españolas, que abonaban sus facturas en un plazo de pago real de 81 días, frente a los 82 días en 2006 y 83 días en 2005. Sin embargo, en 2008 esta cifra pasó a 89 días y hoy se sitúa en 99 días.
Sí, registran el peor comportamiento de pago, con una media de 153 días, en comparación con la media europea, que se sitúa en 65 días.
Los últimos datos con los que contamos apuntan a que servicios profesionales encabeza el ranking, junto con el sector inmobiliario y vivienda, con unas pérdidas por impagos del 4%.
“Las pérdidas por impagos en 2011 se sitúan en el 2,7%”
De acuerdo con los datos que manejamos, las pérdidas por impagos se sitúan en el 2,7%, frente al 2,5% del año anterior.
Se cree que las situaciones de crisis benefician a las empresas de gestión de cobro, pero en realidad no es así. En la mayoría de los casos, no es que las personas no paguen porque no quieren, sino porque no pueden, y esto se agrava durante épocas de crisis.
Las épocas de crisis no benefician a nuestro sector, más aún es necesario incrementar el número de acciones para llegar a un acuerdo beneficioso para ambas partes, nuestro cliente y sus clientes. Por ello, como todos, preferimos un buen entorno económico.
No conozco cifras sobre este tipo de operaciones. Nosotros buscamos que la mayoría de los casos se resuelvan de forma extrajudicial, no solo por el tiempo que pueden tardar en resolverse los casos por la vía legal, sino porque creemos que es posible ayudar a nuestros clientes a recuperar sus impagados de forma “amistosa” y en plazos más cortos.
