Durante las vacaciones, una de las mayores preocupaciones de las familias tiene que ver con la seguridad del hogar. Y es que es en los meses estivales cuando los ladrones aprovechan que aumenta el número de casas deshabitadas para poder hacer a sus anchas. Pero aun así, no hay que ponérselo fácil: hay que darse cuenta de que ciertas actuaciones pueden inducir a que los cacos tengan vía libre para perpetrar su delito. En este artículo se revelan algunos errores que se cometen y que avisan a los delincuentes de que se está de vacaciones. Conocerlos, y no caer en ellos, es la mejor forma de evitarse una desagradable sorpresa a la vuelta del viaje.
Los robos en los pisos no son infrecuentes, y menos aún cuando estos están desocupados. Por eso, es importante no dar pistas a los cacos cuando se está de vacaciones. Son muchas las huellas que se pueden proporcionar a los ladrones. Pero, si se conocen y detectan a tiempo, evitar un robo en la vivienda este verano será más sencillo.
1. A través de las redes sociales y el correo electrónico
Las nuevas tecnologías han generado que buena parte de las personas tengan abierta una cuenta de Twitter o Facebook donde plasmar toda serie de comentarios. Sin embargo, cualquier negligencia en las redes sociales dará los indicios necesarios sobre la desocupación temporal de la casa. Para evitar este problema, se aconseja abstenerse de realizar comentarios relacionados con las vacaciones y, menos aún, aportar material gráfico sobre las actividades que se realicen en ellas.
Tampoco hay que prodigarse con excesivos comentarios sobre los planes de vacaciones en el correo electrónico, en especial si no se cuenta con las medidas de seguridad suficientes como para preservar la intimidad de las conversaciones. Cualquier virus, troyano o gusano propiciará que otras personas puedan acceder a la cuenta de correo y detecten las intenciones para este verano.
2. Huellas sobre la ausencia
Cualquier almacenamiento anormal de documentos (cartas, revistas, folletos publicitarios, etc.), tanto en el buzón como en la puerta del piso, será señal inequívoca de que la vivienda está sin ocupantes.
Hay otros detalles que revelan que el piso está vacío. Desde retirar el felpudo en la entrada, bajar ( y no subir nunca) las persianas, recoger los toldos en la terraza y otras actuaciones similares indicarán con toda seguridad que no hay propietarios. Estos datos pueden ser utilizados por los amantes de lo ajeno.
La solución es sencilla: encargar a un familiar o vecino que los recoja con regularidad para transmitir una imagen de actividad, como en cualquier otra época del año. La persona de confianza se puede hacer cargo de estas tareas domésticas e, incluso, puede ayudar a cuidar las plantas, refrescar el hogar, etc.
3. Difundir comentarios en el barrio
Es harto frecuente dar explicaciones sobre las vacaciones en la panadería, la farmacia, el supermercado u otro centro comercial del barrio donde se reside. En estos sitios, sin embargo, seguro que habrá personas ajenas de las que se desconoce su identidad. No es, en consecuencia, una actuación responsable hacer estos comentarios en un lugar público, ya que los cacos podrían recabar esta información para perpetrar el delito o pasarla a terceros.
No se deben mostrar las intenciones de las vacaciones más que a la gente de mayor confianza: familiares, amigos y los vecinos más próximos. Solo de esta forma se conseguirá que la información no pase a terceros, y puedan utilizarla para desvalijar el inmueble. Nunca se sabe hasta dónde pueden llegar los comentarios realizados.
4. Ante la pérdida de llave, no cambiar de cerradura
Si, por cualquier caso, se pierde el juego de llaves de la casa, se cometerá un error grave si no se hace algo para solucionarlo. Las llaves son el pasaporte para que alguien entre con todo tipo de facilidades. Lo más sensato será cambiar con rapidez de cerradura, para evitar complicaciones innecesarias durante las vacaciones.
5. Contadores eléctricos
Los nuevos contadores de la luz pueden ser la herramienta decisiva para delatar una ausencia, porque registran actividad en la vivienda e indican que está vacía. La estrategia en este caso consistirá en redoblar las medidas de seguridad para que nadie pueda acceder al inmueble, contando con la colaboración de los vecinos.
6. Deficientes medidas de seguridad
A pesar de todas las medidas que puedan tomarse para no sufrir un robo en el hogar, nunca se está libre de estas acciones delictivas. La estrategia más efectiva para evitarlas está en instalar un equipo de seguridad durante los días que dure la ausencia. Supondrá un desembolso económico, que varía entre 30 y 120 euros al mes, en función de la tecnología aplicada y de las funciones de estos equipos.
Los más sencillos alertan a los vecinos del delito a través de una alarma, mientras que los que están conectados con la policía o empresas de seguridad harán que se puedan personar con rapidez. Incluso algunos equipos avisan al propio inquilino a través del móvil, solo descargándose una aplicación de estas características.