Todavía no ha llegado de manera oficial el verano, pero el calor ya es asfixiante. Tomar bebidas fresquitas, darse una ducha fría y abrir las ventanas para que entre aire en casa son las soluciones a las que con más frecuencia se recurre para sobrellevar la canícula. ¡Error! En este reportaje se listan ocho equivocaciones en las que se cae durante la época estival y que solo hacen que se pase más calor.
Error 1. Ducharse con agua fría
La mayoría de las personas, cuando hace un calor insoportable, se da una ducha fresquita para paliar la sensación de bochorno. Sin embargo, al actuar así, nos equivocamos y solo conseguimos tener más sensación de sofoco en pocos minutos.
¿Por qué? La razón estriba en que el cuerpo debe estar entre 36 ºC y 37 ºC , temperatura a la que todos los órganos internos funcionan a la perfección. Si se baja la temperatura de manera muy brusca (como con una ducha fría), el organismo intenta recuperar lo antes posible esos 37 ºC: este proceso implica un gasto de energía y provoca calor, por lo que de nuevo en pocos minutos se está sudando y sofocado. Lo más conveniente, según los expertos sanitarios, es tomar una ducha de agua tibia.
Error 2. Tomar bebidas muy frías
Con las bebidas muy frías sucede lo mismo que con la ducha fría. ¡Hacen pasar más calor! Nada más tomarlas se nota frescor, pero esta sensación es momentánea, pues el cuerpo, al tener que recuperar otra vez su temperatura y gastar energía, siente más calor y sofoco..
A ello hay que añadir que el agua fría se absorbe en el torrente sanguíneo con más dificultad que la tibia o la caliente. Por eso, el agua a temperatura ambiente o templada hidrata el cuerpo con más facilidad y mantiene la humedad por más tiempo.
Error 3. Usar ventiladores para refrescar una habitación
Un estudio publicado en la plataforma científica Cochrane señala que el ventilador puede ayudar a aumentar la pérdida de calor, si la temperatura está por debajo de los 35 ºC, pero si está por encima de esta cifra, el pequeño electrodoméstico en realidad puede contribuir a una subida de la temperatura ambiente por el calor que desprende su motor.
Hay que tener en cuenta, además, que un ventilador no refresca el ambiente. Lo que hace es reemplazar humedad por aire seco. Se evapora el sudor y el cuerpo cree estar más fresco (la sensación térmica es más baja), pero la temperatura del lugar donde se coloca el aparato no desciende. Por ello, si se está en una habitación con ventilador, solo se refrescan las personas a las que les llega el aire, mientras el resto continua acalorado.
Error 4. Utilizar aparatos eléctricos
Los electrodomésticos generan y desprenden mucho calor durante su uso. Por ello, lo más conveniente es no utilizar la plancha, el lavavajillas, el secador o incluso el televisor en los días más calurosos del verano, porque se pasará mucho más calor. Si no se tiene más remedio que emplear aparatos como la plancha, es recomendable estar muy hidratados mientras se usa para evitar golpes de calor.
Error 5. Abanicarse muy rápido
¿Abanicarse en verano? ¡Bien! Pero la realidad es que no siempre quita el calor. La explicación está en que al hacer el movimiento se genera energía y esa energía es calor; así, cuanto más y más rápido se abanica uno, más calor produce. Y es que aunque por un lado refresca la cara, «por el otro, el brazo realiza ejercicio y provoca sudoración y consumo calórico», se explica en la web del meteorólogo Marc Redondo.
Error 6. Abrir las ventanas si la casa está muy caliente
Mantener la vivienda en penumbra y con las persianas bajadas hace que se pase menos calor, pero si al llegar de la calle muy acalorados se encuentra que la casa es un horno… ¿quién se resiste a abrir las ventanas para que entre un poco de aire? ¡No conviene hacerlo! Durante el día la temperatura exterior es mayor que la interior, y si se abren las ventanas solo se conseguirá que entre más calor seco al hogar, que en pocos minutos se caldeará aún más.
Error 7. No vestir colores oscuros
La idea de que el color negro hace pasar más calor está muy extendida, como también la de que el color blanco ayuda a estar más fresco. ¿Pero son verdad o simples mitos? En realidad, los colores oscuros son los más eficaces para protegernos del calor… siempre que estemos en la sombra. Esto se debe a que permite una mejor refrigeración. Aunque atraen el calor del sol, también tienen la cualidad de absorber la temperatura corporal (el organismo también emite calor) y repelerla hacia el exterior.
Lo que conviene es saber cuándo utilizar cada color, por lo que si se tiene la intención de estar a pleno sol, lo mejor es recurrir a los colores claros.
Error 8. Usar el horno y la cocina
No se trata de comer fuera de casa todos los días de verano… pero sí pasar el menor tiempo posible en la cocina. Mejor que cocinar alimentos, en la época estival conviene hacer ensaladas y gazpachos, tomar fruta… y si es preciso cocinar, lo mejor es huir del horno y no encender los fuegos de la cocina, sustituyendo ambos por el microondas.