Los españoles confían en exceso en que la pensión pública será una de sus principales fuentes de financiación durante su jubilación. No resulta extraño que tengan este pensamiento los mayores de 55 años, ya que en España, hasta ahora, los jubilados han recibido en torno al 80% de su salario en activo en forma de pensión. Sin embargo, choca la actitud de los más jóvenes, que también confían a pies juntillas en que el Estado les resuelva su jubilación. Estas son algunas de las principales conclusiones del informe ‘Generaciones’, recién realizado por el Instituto Aviva de Ahorro y Pensiones. Juan José Velasco, el director del Instituto, afirma que, según el estudio, casi 4 de cada 10 jóvenes entre 18 y 34 años creen que necesitarán el 100% de su salario mensual para tener un buen nivel de vida en su jubilación, mientras 6 de cada 10 (61%) temen no ser capaces de ahorrar suficiente dinero para sobrevivir durante esta etapa. Un 55% de los jóvenes cree que sus principales ingresos en la jubilación procederán de una pensión pública, según comenta Velasco, quien estima que es fundamental fomentar la cultura del ahorro privado, entre otros, con planes de pensiones. Cree que lo idóneo es empezar a ahorrar cuando una persona se incorpora al mercado laboral.
“El impacto sobre la economía individual es mucho más fácil de sobrellevar cuanto antes se comience a ahorrar”
Comenzar a ahorrar cuanto antes es el mejor modo de garantizarse conseguir el objetivo deseado. Esto es, mantener el nivel de vida previo a la jubilación, sin que esto suponga un impacto excesivo en nuestra economía, ya que el esfuerzo del ahorro se diluye entre un mayor número de años.
Aunque cada persona es diferente y sus necesidades dependerán de sus expectativas, un estudio realizado por nuestra empresa pone de manifiesto que en España, un ciudadano medio que comienza a ahorrar a los 30 años tiene que guardar alrededor de un 9% de su renta disponible para mantener el nivel de vida anterior a la jubilación. Un ciudadano medio que comienza a ahorrar a los 40 años tiene que reservar cerca de un 15% y uno que comienza a ahorrar a los 50 años, un 28%. Estos datos dejan claro que el impacto sobre la economía individual es mucho más fácil de sobrellevar cuanto antes se comience a ahorrar.
Lo idóneo es empezar a ahorrar de manera privada para la jubilación al mismo tiempo que una persona se incorpora al mercado laboral.
En el grupo de jóvenes entre 18 y 34 años de edad, según el informe ‘Generaciones’ que publicamos en septiembre, solo el 23% cuenta con planes de pensiones y un 18% tiene algún producto de inversión.
“Lo idóneo es empezar a ahorrar cuando una persona se incorpora al mercado laboral”
El 61% de los jóvenes entre 18 y 34 años han manifestado sentirse preocupados por el hecho de no poder contar en su jubilación con el dinero suficiente para mantener un nivel de vida adecuado.
Además, al preguntarles sobre cuáles esperan que sean sus principales fuentes de financiación durante la etapa de jubilación, solo el 51% declara que será la pensión de jubilación estatal. Un 49% espera disponer de otro tipo de ingresos regulares y un 37% cuenta con disponer de planes de pensiones privados.
A través del estudio quisimos diferenciar dos conceptos: mantener un buen nivel de vida, que es a lo que todos debemos aspirar, o “sobrevivir” tras la jubilación. En este sentido, alrededor del 55% de los jóvenes entre 18 y 34 años considera que necesitarán entre el 75% y el 100% de sus ingresos cuando lleguen a la jubilación. Un 40% de los jóvenes manifiestan necesitar el 100% para tener un buen nivel de vida.
La mayoría están más preocupados por cubrir sus gastos actuales que por plantearse temas financieros a largo plazo. Si atendemos a las prioridades que manifiestan los jóvenes de cara al ahorro, nos encontramos con que el ahorro para cubrir las consecuencias de un futuro incierto estaría presente en el 70% de los jóvenes; ahorrar para temas concretos, como reformas del hogar o un coche, está presente en un 51% y adquirir una vivienda, en casi un 40%.
Los jóvenes manifiestan su mayor preocupación por el acceso al mercado laboral y por la cobertura de los gastos actuales más habituales, como la vivienda, el alquiler o algún imprevisto.
Destinarlo a pagar deudas. La segunda opción sería invertir este dinero en depósitos o cuentas bancarias, mientras que otras opciones más minoritarias van desde la opción de gastar el dinero o invertirlo en un plan de ahorro de 5 a 10 años, entre otras.
“Incluso en situaciones de máxima volatilidad de los mercados, es posible encontrar un plan de pensiones que se adapte a nuestro perfil ahorrador”
Los planes de pensiones son instrumentos financieros con diferentes modalidades de inversión en función del perfil de aversión al riesgo que tiene la persona que los contrata. Hay planes de pensiones que garantizan un tipo de interés al finalizar un plazo determinado, que son los más adecuados para los perfiles conservadores de cliente, y en el otro extremo figuran los planes de pensiones que invierten la totalidad de sus fondos en renta variable, los más adecuados para los perfiles más arriesgados y que están dispuestos a asumir los mayores riesgos a cambio de obtener rentabilidades mayores.
Entre uno y otro extremo, existen planes de pensiones que combinan diferentes opciones de inversión para adaptarse a cada cliente en función del riesgo que quiere asumir. Por esta razón, incluso en situaciones de máxima volatilidad de los mercados, es posible encontrar un plan de pensiones que se adapte a nuestro perfil ahorrador. Lo importante es contar con el asesoramiento adecuado para conocer en detalle sus características y elegir el producto que más se adapte a las necesidades de cada cliente.
Sin duda alguna, no hay una cifra que pueda aplicarse como norma general, ya que esta cantidad variará en función de las necesidades de cada persona. Si consideramos que el objetivo del ahorro es el mantenimiento del nivel de vida deseado, cada persona definirá cuál es ese nivel y, en función del mismo, tendrá que ahorrar durante su vida laboral.
Por esta razón, es importante que los ciudadanos reflexionemos sobre cuáles serán nuestras necesidades durante la jubilación de cara a ahorrar el dinero necesario.
“Es necesario encontrar elementos concretos de incentivación fiscal del ahorro a largo plazo en general”
Creo que es importante que se haga una revisión de los instrumentos incentivadores del ahorro a largo plazo, con el objetivo de que los ciudadanos cambiemos paulatinamente nuestra actitud en materia de ahorro a largo plazo. Las reformas en los sistemas públicos de Seguridad Social, en general, y la reciente reforma del sistema en España confirman que, de cara a garantizar la sostenibilidad del sistema a largo plazo, las pensiones públicas serán menos generosas en el futuro. Por ello, es muy importante que los ciudadanos que necesiten ahorrar estén motivados hacia el ahorro con mecanismos de incentivación eficaces.
En particular, creemos que es necesario encontrar elementos concretos de incentivación fiscal del ahorro a largo plazo en general y no solamente para los planes de pensiones.