Abril, mayo y junio son, por excelencia, los meses dedicados a las primeras comuniones. Aunque el sentido católico del rito requiere sencillez y moderación, a menudo, la ilusión de los pequeños y de los padres hace que se incurra en grandes gastos, lo que supone un enorme esfuerzo para las familias. Por ello, a continuación se brindan ideas sobre las partidas en las que se puede ahorrar, huyendo de desembolsos superfluos, sin que ello suponga un menoscabo de los deseos del niño en su gran día. Es posible celebrar la comunión y no arruinarse, si se pide prestado el traje, se rebajan los gastos del restaurante o se organiza un almuerzo informal en casa para los más allegados.
Dónde ahorrar en tiempos de crisis en una primera comunión
La temporada de primeras comuniones ya ha dado comienzo y, como cualquier otro evento social o religioso, también estas celebraciones se ven afectadas por la crisis.
El principal gasto en una comunión es el convite, que supone más de la mitad de la factura total
El coste medio de comulgar supera los 2.000 euros. Sus precios varían en función de la comunidad autónoma de que se trate, y Madrid, Valencia y Barcelona se encuentran entre las capitales más caras.
Ante estos montos, se impone el ahorro. Pero, ¿en qué partidas hacerlo? La ilusión de los niños no debe estar reñida con la sobriedad que el acto y las circunstancias actuales requieren. Por ello, hay varios capítulos en los que se puede ahorrar para evitar que el presupuesto familiar se resienta. De cualquier modo, sea cual sea la forma en que se celebre una primera comunión, siempre se recomienda comparar precios, ajustarlos al presupuesto familiar y conservar las facturas y demás documentación, por si fuera necesario reclamar.
1. El traje de comunión
- Uno de los elementos esenciales para esta celebración es el traje. El tradicional vestido blanco para las niñas puede costar entre 150 y 500 euros, en función del modelo y del tipo de tela: los vestidos de princesa, de organdí y con encajes no bajan de 350 euros. En el caso de los niños, un traje formal ronda los 80 euros pero, si se viste de marinero o almirante, los precios pueden ir desde los 150 hasta los 400 euros.
Una opción a la que cada vez se recurre más es la de sustituir los clásicos trajes de comunión por vestidos y trajes de calle que se pueden reutilizar en otras ocasiones. Su coste ronda los 60 u 80 euros. Algunos colegios -y en las catequesis de las parroquias- han empezado a recomendar esta idea para hacer a los padres más asequible la celebración.
Además, cabe la alternativa de pedir prestado el traje de primera comunión a un familiar o amigo. En este caso, el único gasto es el del arreglo, por lo que es la elección más económica. Las tiendas de arreglos reconocen que en los últimos años ha aumentado el número de familias que solicitan que la modista les adapte a la medida vestidos usados. El coste oscila entre los 50 y los 90 euros.
Otra opción es la de alquilar el traje o vestido de comunión o comprarlo en el mercado de ocasión. Gran número de particulares consigue un dinero extra alquilando los vestidos de sus hijos. Asimismo, en los últimos años proliferan las tiendas de alquiler de trajes de comunión, que permiten que los niños disfruten de su ropaje durante todo el día por un precio que va desde los 90 a los 200 euros.
2. El calzado, los complementos y la peluquería
- A los trajes de comunión hay que añadir los zapatos, calcetines, ropa interior, corbatas, biblias nacaradas, rosarios, guantes, bolsitos limosneros, adornos para el pelo, medallas y sortijas, etc. El coste de estos complementos puede suponer otros 400 euros o incluso más. Así, una cadena de oro con una cruz o una medalla cuesta alrededor de 200 euros. En este sentido, hay que tener en cuenta que el gasto de la familia no termina en el niño, sino que se extiende al resto de los miembros, ya que también ellos estrenan ropa o algún complemento.
La peluquería para toda la familia conlleva otro desembolso importante. Un corte de pelo para niño no baja de 12 euros. Sin embargo, en el caso de las niñas, la factura sube: los distintos peinados, recogidos y moños pueden superar los 50 euros.
3. El restaurante o el catering
- El principal gasto en una primera comunión es el convite, ya que supone más de la mitad de la factura total. Hasta ahora, la forma más extendida de festejar el sacramento era mediante una comida o banquete en un establecimiento hostelero. Aunque el número de invitados ha descendido con respecto a hace unos años, es fundamental elegir bien el lugar de la celebración, el tipo de menú y el número de comensales, para que el presupuesto no se dispare. El coste se sitúa entre 30 y 70 euros por persona.
Los establecimientos hosteleros situados a las afueras de las ciudades cuentan con menús más económicos y suelen tener zonas al aire libre e incluso animadores para que los pequeños jueguen cuando han terminado de comer. Los niños son los protagonistas de la celebración y, a la hora de buscar restaurante, siempre es conveniente elegir uno con espacios abiertos y jardines donde puedan estar a sus anchas.
Si se elige organizar la celebración en casa, los gastos se reducen de modo considerable. Todo depende del espacio de que se disponga, el número de invitados y el presupuesto que se quiera invertir en el catering. Por regla general, las empresas que se dedican a ello exigen un mínimo de 20 comensales. Los surtidos de canapés, croquetas, pasteles de carne y pescado, tortillas, tartaletas, ibéricos y patés pueden costar unos 18 euros por persona, sin servicio de camareros.
Cuando los invitados son pocos o se trata de los familiares más cercanos, la opción más económica consiste en organizar un almuerzo o merienda informal elaborados en el propio hogar, a base de aperitivos dulces y salados, un plato principal y una tarta. En este caso, los gastos del convite no sobrepasarán los 150 euros.
4. El reportaje fotográfico y de vídeo
Una de las tradiciones asociadas a las primeras comuniones es la contratación de un reportaje fotográfico, tanto en formato digital como en soporte de papel, que puede costar unos 250 euros. Recurrir a un fotógrafo profesional garantiza un reportaje de calidad, sin fotos desenfocadas y con imágenes de los momentos más entrañables de la ceremonia y de la celebración posterior.
El reportaje básico es un álbum que contrata el grupo de padres de los niños que reciben la comunión el mismo día. Contiene unas 10 fotos y cuesta alrededor de 100 euros. Por su parte, un reportaje de vídeo que abarca ceremonia y banquete tiene un precio entre 300 y 500 euros.
Sin embargo, se puede pedir a los invitados que hagan ellos mismos las fotos o el vídeo, con lo que los gastos disminuyen.
5. Los recordatorios, invitaciones, regalos y recuerdos
- Un clásico de las comuniones son las tarjetas de recuerdo que los pequeños reparten entre los asistentes. Por norma general, estos recordatorios llevan el nombre del niño, la fecha de la comunión, una cita bíblica y algún motivo gráfico religioso relacionado. Pueden encargarse en papelerías e imprentas, que suelen prestar este servicio cuando se acerca la temporada de las comuniones. Cada recordatorio cuesta entre 1 euro y 1,50 euros y se debe imprimir un mínimo de 20. También pueden elaborarse en casa, a partir de plantillas que se ofrecen en diferentes páginas web y luego imprimirse.
A menudo, se obsequia a los invitados con algún pequeño detalle personalizado con el nombre del niño y la fecha de la celebración. Los portafotos pueden costar 5 euros, los abanicos valen alrededor de 1 euro y un llavero con bombones tiene un precio de unos 6 euros. Otras ideas originales incluyen cajitas con chocolatinas, marcapáginas, figuritas decorativas, etc.
6. Las empresas de servicios de animación infantil
El objetivo de estas empresas es divertir a los niños mientras los padres disfrutan de la sobremesa. El entretenimiento de los menores con un servicio de animación, que puede incluir un mago, un payaso, guiñoles o cuentacuentos, eleva el presupuesto entre 200 y 500 euros más de media. Los precios varían según se contrate algo sencillo, como un payaso, o si se opta por los hinchables y otra serie de juegos, que pueden aumentar el coste de manera sensible.