Quienes desarrollan su labor profesional desde su hogar suelen suscitar la envidia entre el resto de trabajadores, ya que gozan de mayor flexibilidad en sus horarios, resulta muy cómodo y permite conciliar la vida familiar y la laboral. Sin embargo, como se indica en este artículo, también cuenta con inconvenientes. En el plano económico, supone un aumento del gasto en calefacción o aire acondicionado, o un incremento notable de la factura de la luz. Además, en numerosos teletrabajadores hacen mella la soledad, la dificultad para desconectar del trabajo o la sensación de estancamiento, de estar perdiendo oportunidades de ascenso al no tener un contacto tan estrecho con su empresa.
10 inconvenientes del teletrabajo
El teletrabajo no es un sistema demasiado implantado en España, a pesar de sus incontables ventajas. Ya sea cocinando para terceros, planchando a domicilio o, lo más frecuente, trabajando vía Internet como autónomo o en nómina para alguna empresa, desarrollar en casa la actividad laboral permite ante todo conciliar la vida profesional y familiar, y también trabajar con horarios más flexibles y de manera muy cómoda. Pero también tiene algunos inconvenientes, entre los que destacan los 10 siguientes:
1. No es un sistema apto para todos los trabajadores
Estar en el domicilio puede hacer que el trabajador se distraiga, que se levante más veces de las necesarias a visitar la nevera, a ordenar la casa o poner una lavadora. Por eso, no es un trabajo para todo el mundo, sino para personas disciplinadas y que sepan organizarse, que establezcan y cumplan horarios para realizar cada tarea a su debido tiempo.
2. Sensación de aislamiento
Cuando se trabaja en casa no existe el calor ni el ambiente que hay en una oficina. Además, se pueden encontrar dificultades técnicas o administrativas que pueden tardar más en resolverse que si se estuviera de forma física en la empresa. También, como es lógico, se debilitan los lazos de unión (de amistad, pero también de cohesión ante un problema) con los compañeros.
3. Puede generar adicción al trabajo
En algunas personas, trabajar desde el hogar crea la necesidad de estar dedicado a la profesión de manera continua. Conocido como workaholic, ser un adicto laboral consiste en tener un apego patológico al trabajo. Tal dedicación es insana pues supone abandonar la relación con la familia, con los amigos y con todas las actividades no relacionadas con el trabajo.
4. Gasto mayor en suministros
Al pasar toda la jornada laboral en el domicilio, el consumo de luz, agua, calefacción o aire acondicionado se dispara, y las facturas son más abultadas. En contrapartida, conviene tener en cuenta que se ahorra en gasolina o en abonos de transporte y en comer fuera de casa.
5. Necesidad de tener espacio de trabajo en casa
Otro inconveniente de trabajar desde el hogar es que obliga a tener un espacio dedicado solo al trabajo. Si el piso es muy pequeño, o la familia muy grande, a veces es difícil encontrar ese hueco, o hay que compartir un espacio común, que no siempre es el idóneo.
Quienes tengan algo de dinero, pueden alquilar una oficina o buscar un espacio coworking y compartir los gastos con otros trabajadores.
6. Sensación de estancamiento
En ocasiones, algunos profesionales sienten que su carrera será demasiado lineal, y que al trabajar lejos de la empresa sus posibilidades de promoción serán menores y también más difícil obtener aumentos de salario.
7. Disminuye el contacto con el mundo laboral
Los teletrabajadores pueden ver cómo su lista de contactos profesionales decrece, ya que no es tan sencillo mantenerlos sin tener una relación directa y estrecha. Y también hay más dificultades para conocer nuevas ofertas, la situación del mercado laboral, etc.
8. Dificultad para separar familia y trabajo
Familiares enfermos a su cargo, animales o bebés hacen que el teletrabajador tenga, a veces, muy difícil la tarea de organizarse. Por ello, es esencial establecer lugares y horarios que separen familia, ocio y trabajo, como hace cualquier otro empleado que acude a su oficina de manera regular.
Esto no significa que, de forma ocasional, dada la ventaja de la flexibilidad que brinda trabajar desde casa, se pueda acudir al médico o cuidar a un familiar. Pero no debe ser la tónica general.
9. Mayor propensión a las enfermedades
La falta de contacto con otra gente, si el trabajador se vuelca en exceso en lo profesional y no sabe dedicar tiempo a otras actividades, hace que este sea más propenso a sufrir enfermedades y depresión.
10. Falta de comprensión en el entorno del teletrabajador
No siempre se entiende que trabajar desde casa es igual que hacerlo desde una oficina. Muchas personas creen que quien lo hace desde su hogar tiene tiempo libre para realizar tareas ajenas a su profesión en el horario laboral.
Algunos profesionales opinan que el teletrabajo debería limitarse a unos días a la semana (tres de cinco, por ejemplo) para evitar algunos inconvenientes como el aislamiento o la posible desvinculación del empleado de la empresa.
Otra alternativa, cada vez más implantada, es combinar el teletrabajo con reuniones puntuales, ya sea on line o, cuando sea posible, de manera presencial.