Al igual que las personas, el perro también sufre intoxicaciones alimentarias por comer alimentos rancios, putrefactos o contaminados. Por eso, es un error dar a nuestra mascota las sobras de alimentos de dudoso estado. El can no es un cajón de sastre con un aparato digestivo todoterreno. En este artículo se explica la manera de evitar que el perro resulte intoxicado por alimentos en mal estado y se detallan las consecuencias para su salud y el tratamiento que debe seguir, si la sufiera.
El perro y la intoxicación por alimentos en mal estado
Los perros pueden intoxicarse con alimentos en mal estado o sobras de comida no apropiadas para ellos
Un perro puede intoxicarse a través de los alimentos, con bacterias como la salmonela, o contraer
Años atrás, los perros que convivían con las personas no disfrutaban del grado de confort, cuidados sanitarios y alimenticios de la actualidad. Comían sobras de comida, en ocasiones en mal estado, y se
1. El perro no debe comer de la basura
Los detritus son una fuente de intoxicaciones para los canes, que suelen verse atraídos hacia ellos por su olor intenso. Un perro que se alimenta con basura está expuesto a un foco de contaminación que le puede provocar problemas de salud. La basura, debido a la falta de refrigeración y a la mezcla de comida y deshechos, es un lugar saturado de microbios que puede producir vómitos y diarreas al can que la ingiere. Esta es una de las maneras más frecuentes por las que puede resultar intoxicado.
2. No ofrecer piensos caducados al perro
Los piensos comerciales para perros tienen fecha de caducidad y, aunque en el caso del alimento seco es difícil que sufra alteraciones considerables, existe la posibilidad de que nutrientes como las vitaminas pierdan propiedades y de que el pienso quede rancio y provoque digestiones pesadas o gastritis en el perro.
Por ello, conviene respetar las fechas recomendadas de consumo de la comida alimento envasado, sobre todo, cuando excede mucho el tiempo aconsejado por el fabricante para la ingestión del pienso.
3. Precaución con los alimentos de envases deteriorados
En cuanto al alimento canino enlatado, es recomendable elegir envases que no presenten abolladuras, roturas o hendiduras. Una lata dañada permite la entrada de microorganismos perjudiciales que alteran la composición de la comida y pueden ocasionar intoxicaciones en el perro.
Las bolsas de pienso seco del can también deben estar en buen estado y no tener roturas que deriven en la pérdida de las propiedades del alimento que contiene.
4. Cuidado con los alimentos crudos para el perro
Los alimentos crudos pueden contener parásitos intestinales para el perro. El pescado puede contener anisakis, un parásito que se puede alojar en el animal que come esta carne cruda. La carne que no ha pasado los controles sanitarios habituales antes de llegar a nuestras casas también puede ser una fuente de parásitos, intoxicaciones y enfermedades para el perro que las ingiere.
5. Higiene y conservación de los alimentos del perro
Con los canes que se alimentan con
Las condiciones higiénicas también deben ser correctas a la hora de manipular los alimentos de la comida casera, con el fin de evitar su contaminación y la intoxicación alimentaria del perro.
6. Evitar que el perro ingiera comida por la calle
«Las intoxicaciones caninas son más frecuentes en zonas donde hay colonias de gatos callejeros a los que se les deja alimento que, sobre todo en verano, acaba por descomponerse y es una fuente de intoxicaciones para los perros que la ingieren», explica Sagarzazu.
En general, los canes son carroñeros y les gusta acudir a la comida que encuentran por la calle. Por ello, los dueños deben estar atentos para que esto no ocurra y su mascota resulte intoxicada por ingerir estos alimentos contaminados. Los perros pueden sufrir salmonelosis por tomar alimentos contaminados por la bacteria de la salmonella.
Un perro intoxicado por la ingestión de alimentos contaminados, deteriorados o en mal estado puede padecer una gastroenteritis, con vómitos, diarrea y deshidratación, e incluso morir en los casos más graves, debido a alteraciones hepáticas provocadas por bacterias como la salmonela.
El tratamiento de los canes que sufren una intoxicación alimentaria depende de la gravedad de sus síntomas. Los hay que precisan suero y antibióticos y otros que ayunan unos días y solo beben agua hasta que remiten los vómitos y la diarrea.
Los cachorros, los perros mayores de once años y los que padecen alguna enfermedad o tienen las defensas bajas pueden sufrir de manera más severa las consecuencias de una intoxicación alimentaria. Con ellos hay que tener una especial precaución, para evitar que coman alimentos en mal estado.