La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) es una de las principales organizaciones conservacionistas del mundo, impulsora entre otras iniciativas de la famosa Lista Roja de especies en peligro. Sus responsables trabajan ahora en la elaboración de una nueva lista roja, en esta ocasión de todos los ecosistemas en peligro del planeta. Carlos Sánchez, presidente de la Fundación Naturaleza y Hombre y del Comité español de la UICN, participa en este nuevo proyecto y apunta las acuciantes razones: “La Lista Roja de Especies ha dado las señales de que los ecosistemas están mal, y este deterioro empeorará durante la primera mitad de este siglo, con graves consecuencias sociales y ambientales”.
“El 80% de caladeros europeos con valor comercial están casi agotados”Las Listas Rojas de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) son una herramienta muy valiosa para la protección y conservación de especies y se han convertido, a día de hoy, en un estándar reconocido y consolidado a nivel mundial. No obstante, es preciso dar un paso más para ver la necesidad de conservación de los procesos que sostienen la vida en la Tierra. La Lista Roja de los Ecosistemas nos ayudará a comprender la situación que atraviesa nuestro mundo, en donde el cambio global transforma todos los medios, bosques, humedales, montañas, etc.
Sí. La Lista Roja de Especies ha dado las señales de que los ecosistemas están mal. Las casi 21.000 especies amenazadas indican que los ecosistemas están muy afectados. Son meras víctimas de este deterioro, sobre todo ocurrido durante los últimos 50 años. Además, se estima que el deterioro empeorará en la primera mitad de este siglo. Y esto traerá consecuencias sociales y ambientales, ya que los ecosistemas serán incapaces de suministrar algunos de los servicios que aportan a la sociedad. Es muy sencillo, necesitamos los mares para nuestra alimentación, pero el 80% de caladeros europeos con valor comercial están casi agotados.
Le doy dos ejemplos. Por un lado, los bosques tropicales de llanura sufren una terrible degradación por su trasformación a campos de cultivo para soja, jatropha y palma, o cultivos para la producción de biodiésel. Esto actúa en todos los continentes, entre el trópico de cáncer y el de capricornio: Sudamérica, África y Asia. Por otro lado, los fondos coralinos están amenazados por el calentamiento global, la pesca ilegal, la contaminación y la sedimentación, lo que afecta a un ecosistema de altísima biodiversidad y de enorme interés pesquero.
Citaré los ejemplos más acuciantes:
- La Montaña Alpina: está escasamente representada en España (3% de su superficie) y las especies que en ella viven están concentradas en un pequeño territorio. Con el aumento de las temperaturas, especies como el gorrión alpino tendrán serias dificultades para sobrevivir.
- Los ríos y sus bosques de ribera: otro ecosistema muy alterado. Casi no quedan ríos libres, han sido embalsados y las riberas reducidas a una hilera de árboles en la mayor parte de los casos.
- Las costas: han sido edificadas de manera intensa, en especial en el Mediterráneo. Pero también en el norte. Es otro ecosistema afectado en las últimas décadas.
- Las dehesas: ocupan varios millones de hectáreas, pero sufren una profunda degradación por el cambio de uso, la sobrecarga ganadera y, en general, una intensificación que origina procesos de decaimiento y seca que afectan a grandes extensiones, provocan una menor densidad del arbolado y desaparición de considerables extensiones.
“Se han hecho grandes esfuerzos en España, pero el medio ambiente sigue deteriorándose”Se ha constituido una red de espacios protegidos paradigmática a nivel internacional. España es el país europeo con más superficie incluida en la Red Natura 2000. Además, se está creando una Red de áreas protegidas marinas de una gran dimensión, un logro de gran importancia. Se ha desarrollado una amplia legislación nacional y autonómica que ayuda a la conservación de las costas, las especies, las dehesas y, en general, al patrimonio natural. Se han hecho grandes esfuerzos, pero no ha sido suficiente. El medio ambiente y la naturaleza siguen deteriorándose.
La Lista de Ecosistemas Amenazados se encuentra en la fase de desarrollo de estudios de caso en distintos países y ecosistemas. En estos estudios se aplica la metodología definida y propuesta por el equipo de investigación responsable. Jon Paul Rodríguez, director del Grupo de Trabajo sobre la Lista Roja de Ecosistemas de la Comisión de Gestión de Ecosistemas de UICN, lidera la elaboración del estándar. Un aspecto enriquecedor de esta nueva lista es la posibilidad de participar de forma activa en su proceso de creación. Cualquiera que lo desee podrá presentar un nuevo caso de estudio. Esta característica le confiere, si cabe, más valor a este nuevo estándar.
Se trata de un proceso abierto en el que cabe la participación de comités, investigadores y demás colectivos de interés. Obviamente, los estudios que deseen tomar parte serán revisados por un grupo de expertos de la UICN, pero este será el único filtro. Ayudar a la UICN a implementar esta nueva herramienta es un reto pero, al mismo tiempo, una oportunidad increíble.
