Matt McGrath es corresponsal de Medio Ambiente en la radiotelevisión pública británica, la BBC, si bien matiza desde el principio de la entrevista que no habla en nombre de la cadena. Este periodista, experto en clima, energía o biodiversidad, recuerda que de aquí a los próximos años la comunidad internacional deberá tomar decisiones vitales para la vida de millones de personas, como apostar por el fracking o por las energías renovables, por asumir medidas contra el cambio climático o por reducir la contaminación del aire. En este contexto, ofrecer buena información resulta esencial para una ciudadanía que no es consciente de cómo le afecta las cuestiones ambientales. Sobre la realidad española, señala la ironía de un país adelantado por otros en renovables, como Reino Unido o Alemania, con menos recursos. McGrath ofreció la conferencia inaugural de las II Jornadas Internacionales de Periodismo Medioambiental.
“Los gobiernos son cada vez más conscientes de que el medio ambiente es una cuestión que da votos”No soy un experto en la situación ambiental española, pero las cuestiones ambientales son problemáticas en todo el mundo y afectan a las relaciones entre los países. Por ejemplo, la dependencia energética de Europa hace que se tengan que tomar decisiones importantes, como apostar por el fracking o por la energía solar o la eólica, ya que afecta a la economía, a la competitividad.
Es uno de los efectos de los problemas económicos de España. En Reino Unido se está apostando por la energía eólica marina, también por los paneles solares. En mi país se han realizado cambios fundamentales en el mercado eléctrico en un buen sentido, y no quiero que suene que estoy a favor del Gobierno. En España la incertidumbre hace que el sector de las renovables no quiera invertir, porque no sabe cómo le afectará en los próximos años. Es irónico que en Reino Unido o Alemania crezcan más las energías renovables con menos sol o viento que España. Hay recursos naturales, la tecnología es cada vez más barata, la gente quiere aprovecharlos, luego el Gobierno debería encontrar el camino para ello.
Soy optimista. Creo que en Reino Unido y en otros países se lo están tomando en serio. Es un cambio paulatino, pero los gobiernos son cada vez más conscientes de que es una cuestión que da votos.
“Miles de personas están muriendo de forma prematura porque respiran un aire contaminado”La calidad del aire es uno de ellos. Es un problema que ocurre en todo el mundo, desde Reino Unido hasta China, y del que la gente no es consciente. Miles de personas están muriendo de forma prematura porque respiran un aire contaminado. Además, ocurre de manera silenciosa, lenta, y por tanto es difícil darle el protagonismo que se merece, y apelar a los gobiernos a que controlen las emisiones contaminantes. Como periodistas no es fácil tocar este tema. El derretimiento del Ártico es un tema interesante, y sus tesoros naturales que podrían explotarse. La energía, el fracking en concreto, es otra de las cuestiones preocupantes. Al final, la clave consiste en buscar un equilibrio entre la protección del medio ambiente y el crecimiento económico.
Ya no hay duda de que el clima está cambiando, como señalan los científicos del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC). También se piensa que los impactos serán menores de lo que se pensaba hace siete años. En todo caso, afectará más a los pobres. Entre las medidas que pueden tomarse se encuentran el aumento de las energías renovables y la eficiencia energética, que además reduciría nuestra dependencia hacia los combustibles fósiles como el petróleo o el gas. Las medidas se están tomando de forma desordenada, pero se toman. A pesar de los vaivenes y las equivocaciones con la energía solar, su uso crece a nivel mundial.
Cuando la gente se preocupa por algo se informa. Hace tres años nadie hablaba del fracking, por ejemplo. La gente se preocupa en general por los temas del agua, la energía o el aire cuando les afecta. Desgraciadamente, para los periodistas es muy difícil contar historias y hacer que los ciudadanos se interesen cuando creen que no tienen un impacto directo sobre ellos. Ese es uno de los desafíos de los periodistas ambientales: convencer a los ciudadanos de que lo que les cuentan les afecta, aunque no sean conscientes de ello.
“La gente está interesada en el medio ambiente, pero quiere escuchar historias reales y cercanas”En los medios convencionales no se cubre como debiera. Sus responsables tienen que atender a la actualidad que consideran más preocupante, por lo que los temas a largo plazo, como los ambientales, les quedan más lejanos. El cambio climático o la agricultura sostenible son temas que no interesan como el Ébola o Kabul. Por el contrario, en Internet, en los blogs, en las redes sociales, hay un crecimiento de contenidos periodísticos ambientales, con más diversidad de posibilidades de información.
La salud del planeta se resiente cuando hay cada vez más personas viviendo en él y todas tienen las aspiraciones de la clase media, como tener un teléfono inteligente, un coche, viajar, mejor comida, etc. Esto tiene un gran impacto sobre el planeta, y es real, al igual que el cambio climático. Sobre los periodistas, es cierto que hemos exagerado, que repetimos “que viene el lobo”, y es negativo. La gente está interesada en el medio ambiente, pero quiere escuchar historias reales y cercanas.
