El crecimiento y la globalización han traído muchos beneficios a nuestra sociedad, pero, a su vez, han dado lugar a nuevos riesgos para la salud de las personas. Tanto, que en los países industrializados se estima que un 20 % de la incidencia total de las enfermedades se debe a factores medioambientales. Este efecto ocasiona patologías respiratorias y diferentes problemas sobre los pulmones, como veremos en este artículo, además de enfermedades cardiacas, y produce efectos nocivos en el desarrollo del feto. Los gobiernos de los diferentes países, preocupados por este problema, están lanzando iniciativas para combatir la contaminación ambiental e implementando planes de movilidad sostenible. Estas decisiones resultan muy necesarias para disminuir el alcance de este problema y mejorar la salud de la población. Por eso, contamos también algunas acciones con las que podemos contrinuir a la reducción de los niveles de polución.
Los contaminantes del aire, unas sustancias muy dañinas
Un contaminante del aire es cualquier sustancia que, en concentraciones elevadas, puede dañar a los seres vivos o los materiales. Un adulto suele respirar entre 7.200 y 8.600 litros de aire cada día. En este aire viajan los contaminantes, a menudo invisibles, penetrando en nuestros pulmones y alojándose en ellos. Entre los contaminantes más frecuentes encontramos:
- El ozono: gas beneficioso cuando forma parte de la capa de ozono, pero muy perjudicial cuando se halla cerca del suelo, como resultado de reacciones químicas o emisiones de gases de coches, centrales eléctricas…
- El dióxido de nitrógeno: gas que se origina en los vehículos a motor, las centrales eléctricas y en la quema de combustibles fósiles, como el carbón o la madera.
- La materia particulada: mezcla de partículas sólidas y líquidas que se producen de manera natural a través de erupciones volcánicas, esporas, partículas del suelo… Artificialmente se originan en procesos industriales, en la construcción o al rozar los neumáticos de los vehículos por las carreteras.
- El dióxido sulfúrico: gas producido por la combustión del azufre durante la quema de combustibles fósiles como el carbón y el petróleo crudo.
El efecto que la contaminación tendrá en nuestra salud dependerá de las siguientes variables:
- El tipo y mezcla de contaminantes.
- La concentración de estos en el aire.
- El tiempo que estemos expuestos a ellos.
- La cantidad respirada.
- La penetración de estos contaminantes en los pulmones.
Qué efecto tienen los contaminantes sobre nuestros pulmones
En el aparato respiratorio, la contaminación ambiental puede producir estos efectos:
- Irritación de nariz y garganta.
- Sibilancias.
- Tos.
- Dolor al inspirar profundamente.
- Reducción de la capacidad pulmonar.
- Agravamiento de las patologías respiratorias.
- Necesidad de aumentar el uso de broncodilatadores como tratamiento de patologías respiratorias.
- Incremento de la vulnerabilidad a infecciones respiratorias.
- Aumento del riesgo de muerte por enfermedades cardiacas y respiratorias.
- Incremento de los ingresos hospitalarios por patologías cardiorrespiratorias.
- Dificultad para respirar mientras se realizan actividades al aire libre.
A quiénes perjudica más la contaminación
La contaminación del aire es muy perjudicial para todos, pero en especial para las personas que padezcan una enfermedad pulmonar crónica, los ancianos, los niños y los fetos en desarrollo. Las personas saludables o quienes practiquen cualquier actividad física al aire libre también pueden sufrir sus efectos adversos, sobre todo cuando las concentraciones de ozono a nivel del suelo son elevadas.
Para reducir la exposición a la contaminación del aire se aconseja comprobar a diario las alertas y evitar salir a la calle en las horas y días de más concentración. En invierno no se debe caminar por calles concurridas con humo causado por el tráfico. En verano, el calor aumenta los niveles de contaminación; por ello, se tiene que evitar la actividad física al aire libre o hacerla en las horas de menos concentración.
Las personas con enfermedades cardiorrespiratorias, en caso de empeoramiento de los síntomas, tendrán que tomarse la medicación pautada por médico.
Reducir la contaminación es cosa de todos
Todos podemos contribuir a la reducción de los niveles de contaminación siguiendo estos consejos:
- Evitar emplear el coche y utilizar otros medios de transporte públicos.
- Adquirir vehículos ecológicos y eficaces.
- Mantener de forma adecuada los automóviles.
- No quemar basuras y llantas.
- Intentar reducir el consumo energético en casa o usar energías renovables.
- Praticar las 3R de la ecología: reducir, reutilizar y reciclar.
- Realizar un empleo racional de los plaguicidas.
- Cuidar los bosques, evitando la producción de incendios y la destrucción de zonas verdes de las ciudades.
- Consumir productos de proximidad.
- Restringir la limpieza en seco.
- Evitar el uso de pinturas, solventes y aceites en los días de mayor concentración de ozono.
Para cualquier consulta sobre este y otros temas relacionados con tu salud pulmonar, puedes contactar con nuestros educadores terapéuticos a través del correo electrónico: cuentanos@lovexair.com.