El papel tradicional de los hospitales está cambiando. Ya no se centra solo en el proceso curativo de las enfermedades, ni tampoco en la difusión de estilos de vida saludable cuando al paciente se le da de alta. Se pretende que sean centros de referencia en el desarrollo de una cultura y un ambiente físico que promueva la salud, y que los usuarios y la comunidad de referencia junto con los trabajadores sean parte activa y participativa. En este artículo se describe qué son los hospitales promotores de la salud y qué beneficios aportan a los usuarios y a su comunidad de referencia.
Hospitales promotores de la salud
A principios de la década de los 90, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó la campaña internacional «Health Promoting Hospitals Network» (HPH), para animar a los hospitales a participar en la promoción de la salud. Los que forman parte de esta Red Internacional de Hospitales Promotores de la Salud, además de ofrecer atención médica y de enfermería de alta calidad, buscan desarrollar una cultura, una organización y un ambiente físico que promueva la salud, con un papel activo y participativo de usuarios, trabajadores y su comunidad de referencia.
De hecho, hay estudios que muestran cómo el hospital promotor de la salud optimiza la gestión de pacientes y de recursos, logra reducir costes y mejora la sostenibilidad del medio ambiente. También se ha demostrado que la realización de actividades que promueven la salud en los centros sanitarios fomenta el bienestar y la salud de los usuarios y de las personas que allí trabajan y favorecen unos servicios de alta calidad y seguros, aspecto que incide en las relaciones entre todos los actores.
Los hospitales en la mejora de la calidad de vida
Un hospital promotor de la salud mejora la satisfacción de usuarios y trabajadores
Pero, ¿por qué se escogieron precisamente los hospitales como promotores de la salud? «Porque, como sucede en otros entornos, son espacios donde, además de atender problemas de salud, se ponen en marcha acciones para mejorarla. Asimismo, el reconocimiento social que tienen permite impulsar acciones para promover la salud de las familias que acompañan a sus allegados enfermos», detalla la Dra. Dolors Juvinyà Canal, directora de la Cátedra de Promoción de la Salud de la Universitat de Girona y miembro de la Xarxa Catalana d’Hospitals i Serveis Promotors de la Salut (Red Catalana de Hospitales y Servicios Promotores de la Salud).
Preguntada por las ventajas que supone para un usuario que su centro de referencia sea promotor de la salud, la especialista responde que este encuentra en el hospital un entorno que le permite aumentar sus habilidades para gestionar su salud -hecho que debería evitar reingresos o complicaciones posteriores- y unos servicios que, además de tratar, buscan mejorar su calidad de vida.
De la misma manera, estos hospitales brindan a los profesionales una oportunidad de reorientar su labor e ir más allá de la atención de la enfermedad para promover la salud, apunta Juvinyà. También añade que, además, se espera que el centro sanitario impulse acciones directas dirigidas a los profesionales como medidas para mejorar el entorno laboral, potenciar el trabajo comunitario e impulsar la comunicación con profesionales de otras instituciones.
Red Internacional de Hospitales Promotores de la Salud
Según el documento ‘La promoción de la salud 25 años después’, de Dolors Juvinyà y Hiram V. Arroyo, de la citada Cátedra de Promoción de la Salud, la Red Internacional de Hospitales y Servicios Promotores de la Salud agrupa a 38 redes nacionales y regionales. En total, está formada por más de 800 hospitales y servicios sanitarios en más de 40 países.
Este movimiento se inició a partir de la Carta de Ottawa elaborada por la OMS durante la celebración de la Primera Conferencia Internacional para la Promoción de la Salud, en 1986. Después de diversos proyectos, fases piloto y la publicación del primer documento de esta organización (Recomendaciones de Viena) sobre hospitales promotores de la salud en 1997, la red que en su inicio se limitaba a la región europea se convirtió en un movimiento en todos los continentes.
La promoción de la salud es “el proceso que permite a las personas incrementar el control sobre su salud para mejorarla”, según expone la Carta de Otawa, documento elaborado por la OMS en Ginebra en el año 1986. Aunque a veces se utiliza este término de manera complementaria o como sinónimo de prevención en salud, en realidad ambos conceptos no son equivalentes. Las áreas de acción de la promoción de la salud se centran en el desarrollo de políticas saludables, la creación de entornos saludables, ayudar a las personas a que desarrollen habilidades, fomentar la acción de la comunidad y en darle una nueva orientación a los servicios de salud.
Un ejemplo de cómo la promoción de salud incide en las políticas sanitarias de todo el mundo queda plasmado en la Estrategia mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud que la OMS adoptó en 2004, ante las evidencias de que una inadecuada alimentación y el sedentarismo están asociados a un incremento de las enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo 2 y algunos cánceres.