Los recortes en la sanidad española, la negligencia y los errores médicos o la violación de derechos como la intimidad o la confidencialidad de los datos pueden favorecer insatisfacción y conflictos relacionados con la sanidad. Una forma rápida, sencilla, barata y eficaz para resolver los problemas entre los usuarios, los profesionales y los centros hospitalarios es la mediación en salud, un proceso voluntario y extrajudicial que permite alcanzar un acuerdo satisfactorio a las dos partes en liza. En este artículo se describe en qué consiste la mediación en salud y qué ventajas aporta conseguir acuerdos fuera de los juzgados.
Llegar a un acuerdo tras una ruptura sentimental no solo es posible en los juzgados, lo que tiene un alto coste económico y supone iniciar un proceso judicial que se puede dilatar mucho en el tiempo. Hay una fórmula alternativa, denominada mediación, que también se aplica al ámbito de la salud. «Se ha importado de la cultura anglosajona. En Europa, está muy implantada en otros campos (civil, mercantil, económico o la familia) pero hasta ahora en la salud, la mediación era la gran desconocida», informa Francesc José María, presidente de la recién creada Sociedad Catalana de Mediación en Salud (SCMS), una de las iniciativas de este tipo que hay en España, donde aún son anecdóticas.
Entre ellas, figura una impulsada por el Servicio Murciano de Salud, para resolver reclamaciones patrimoniales, y en Cataluña, otras previas a la de la nueva SCMS, como la del Hospital de Terrassa, circunscrita a ese centro, y el «proyecto Salud», del Observatorio de Mediación de la Universitat de Barcelona, que tenía como finalidad gestionar y resolver las diferencias entre las organizaciones sanitarias.
Mediación en salud: acuerdo voluntario fuera de los juzgados
La decisión de acudir a la mediación es voluntaria y las partes que acuden a ella siempre tienen la opción de retirarse en cualquier momentoLa mediación en salud es un procedimiento que permite resolver los litigios o controversias que pueda haber entre dos partes fuera del ámbito judicial. «Es una vía alternativa para solucionar un conflicto entre dos partes, gracias al cual no hace falta que se fíe la solución a un tribunal de justicia. Este es un método donde un tercero, el mediador, no decide por las partes, sino que las acompaña para que lleguen a un acuerdo», explica Francesc José María. Aunque hay otros medios extrajudiciales para resolver un conflicto, como el arbitraje, donde decide un tercero.
En fechas recientes se ha constituido la SCMS, a la que se pueden dirigir las dos partes en conflicto que solicitan la mediación, a fin de que un mediador especializado en el ámbito de la salud las convoque, fije el contenido de la controversia y dirija a ambas partes en la discusión para alcanzar un acuerdo. La decisión de acudir a la mediación es voluntaria y las partes que concurren siempre tienen la opción de retirarse en cualquier momento. En el ámbito sanitario las partes entre las que puede surgir un conflicto son los usuarios, los profesionales y los hospitales u organizaciones sanitarias.
Ventajas de la mediación en salud
Las ventajas de recurrir a la mediación, en lugar de interponer una demanda judicial, son varias. La iniciativa de mediación impulsada por la SCMS es singular, porque ha sido orquestada por distintas asociaciones e instituciones representativas de la sociedad civil, en vez de haber sido promovida por la Administración. De esta forma, se garantiza la neutralidad e imparcialidad de la mediación, informa el experto.
En general, una de sus principales ventajas es que las dos partes en litigio concurren con el ánimo de alcanzar un acuerdo. «No se buscan responsables ni culpabilidades, sino la solución al conflicto por los propios protagonistas de la mediación de una forma personal», precisa José María. Esto significa que las dos pueden ganar, mientras que en un proceso judicial hay un tercero, el juez, que dicta una sentencia por la que impone una pena a una de las partes o a las dos.
Otra de sus ventajas es que «habitualmente en tres sesiones y entre 60 y 90 días desde el inicio de la mediación ya se puede ver si se va a llegar a un acuerdo, mientras que un proceso judicial se puede eternizar. Es un proceso sencillo, rápido, barato y en el que el protagonista es el usuario«, apunta el presidente de la SCMS. Y, en particular, un aspecto diferencial y ventajoso de esta iniciativa es que ofrece un mediador especializado en el ámbito sanitario, de distinto perfil profesional (médico, enfermera, psicólogo, abogado o trabajador social), pero muy conocedor del sector.
La mediación en salud puede ayudar a resolver conflictos muy variados: desde una mala praxis por negligencia médica o un error profesional (aunque no es lo más frecuente), hasta la vulneración de derechos como la intimidad o la confidencialidad y de conflictos profesionales o interculturales. Pero lo más habitual no son las quejas relativas a la negligencia, sino los casos en que se ha roto la confianza de forma bidireccional entre un paciente y su médico o entre dos profesionales que no se entienden bien. Entre los conflictos profesionales, también se resuelven casos de riesgos laborales, riesgos psicosociales y problemas graves como el mobbing o acoso laboral.
Además, en la época actual, pueden surgir conflictos derivados de los ajustes impuestos a la sanidad, por la crisis económica, que también podrían resolverse con la mediación. La tensión entre los diferentes colectivos profesionales puede surgir por los recortes en las retribuciones, la cartera de servicios, la financiación de los medicamentos o el aumento de las jornadas laborales de los profesionales sanitarios. “Todo esto favorece una escalada de tensión que predispone al conflicto. Y, frente a ello, esta iniciativa impulsa la cultura de la paz, la negociación y el diálogo. Ha nacido en un momento oportuno para el sistema de salud y pretendemos contribuir a rebajar esta tensión y a generar más diálogo y negociación”, expone Francesc José María.