Uno de cada tres adultos españoles es hipertenso, según los expertos. Aunque la hipertensión arterial y sus consecuencias son la primera causa de mortalidad, se considera que, hoy por hoy, el control de la enfermedad aún es deficiente. Para intentar poner remedio a tal situación, se pone en marcha un estudio español que pretende mejorar de forma sustancial el manejo de estos pacientes, tanto en su vertiente diagnóstica como en el cumplimiento terapéutico.
Bajo el nombre de EVOLVE, se pone en marcha un estudio pionero que podría cambiar el diagnóstico y los protocolos de seguimiento del paciente hipertenso. Para ello, se contará con la participación de más de 4.000 pacientes, que someterán a control sus cifras de presión arterial (PA), además de con la medida clínica estándar, con dos sistemas de monitorización: el AMPA y la MAPA. La monitorización ambulatoria de la presión arterial (MAPA) pretende conocer el efecto de los fármacos relacionados con el ritmo circadiano de cada paciente.
De esta manera se podría prescribir un fármaco de forma individualizada y un horario en concreto, ya que se sabe que el 80% de hipertensos efectúa el control de la presión bajo el efecto de la medicación, lo que da como resultado valores bajos irreales. La única manera de conocer si los fármacos actúan durante 24 horas es realizando el MAPA. El otro sistema de controles es la automedida de la presión arterial (AMPA), que el paciente suele realizar con un tensiómetro en su domicilio, de forma estandarizada. Este sistema, aunque permite evaluar cuál es el control de la presión arterial, de momento, no está indicado para el diagnóstico de la hipertensión (HTA).
Estudio EVOLVE
El principal objetivo de EVOLVE, llevado a cabo desde la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA), la Asociación para la Prevención del Riesgo Cardiovascular (PRECAR) y Lácer, con la participación de centros especialistas en Medicina del Trabajo, centros de Atención Primaria y unidades hospitalarias de Hipertensión, es demostrar que los dos sistemas de valoración son válidos en el diagnóstico y seguimiento de los pacientes, la mayoría, hasta ahora, no diagnosticados o sobremedicados. Asimismo, también serían efectivos en la reducción de la morbimortalidad del paciente hipertenso, que tiene un riesgo elevado de patología cardiovascular.
Se pretende que el estudio tenga un seguimiento de cuatro años y que desvele el valor pronóstico de las cifras de presión arterial sobre la incidencia de eventos cardiovasculares (infarto de miocardio, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca y renal, o muerte prematura) en los pacientes con hipertensión y diabetes mellitus II o prediabéticos (aquellos con factores de riesgo pero que todavía no cumplen criterios de diabetes).
La MAPA está llamada a ser la herramienta indispensable en el diagnóstico y seguimiento del paciente hipertenso
Los expertos están convencidos de que los datos que se extraigan ayudarán a establecer la MAPA como herramienta indispensable en el diagnóstico y seguimiento del paciente hipertenso y, así, dar respuesta a la necesidad inaplazable de optimizar el abordaje de la hipertensión. Y es que las técnicas de diagnóstico y seguimiento del paciente no han variado a lo largo de muchos años. Por este motivo se insiste en la búsqueda del método más fiable posible que aporte cifras de presión arterial real.
«Síndrome de la bata blanca»
EVOLVE es el resultado de los datos obtenidos por el proyecto CARDIORISC, el último estudio llevado a cabo por la SEH-LELHA sobre una población de casi 35.000 personas hipertensas. Que la mujer se muestra más sensibilizada que el hombre por el control de su hipertensión arterial, sobre todo en la edad premenopaúsica; que después la hipertensión arterial, el colesterol y el sedentarismo son los principales factores de riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares -y en el género masculino también el hábito tabáquico-, y que el sistema de medición MAPA es una técnica fiable y precisa de controlar las cifras de presión arterial durante 24 horas han sido algunas de las conclusiones de este estudio anterior.
De la misma manera, CARDIORISC también evidenció que con el MAPA se evitan las cifras altas debido a lo que se conoce de manera coloquial como «síndrome de la bata blanca». Esta situación afecta entre el 20% y el 30% de la población hipertensa, que hace que las cifras aumenten a consecuencia del nerviosismo que les produce la misma toma en sí en la consulta ante un profesional de la salud.
Sin embargo, cuando se toma la presión arterial fuera de la consulta o en su domicilio, los valores son normales. Ello hace que la automedición en el domicilio y cada 20 minutos durante 24 horas elimine este efecto. A la vez, se aporta información sobre la presión arterial nocturna que se relaciona de manera significativa con la aparición de episodios cardiovasculares, además de un mejor control de la hipertensión y mayor implicación del paciente.
Los resultados también apuntan que el control de la presión mediante MAPA es efectivo, con un 50%, frente de la medición convencional puntual (25%), ya que los valores son muy sensibles a diferentes factores como la hora del día, el cansancio o el ejercicio físico previo, la medición inadecuada en algunos casos y el estado emocional de la persona. Los datos obtenidos señalan que con la medición convencional se sobrediagnostica alrededor de un 30% de los pacientes.
Sin embargo, a pesar de que los registros que el paciente tiene en su domicilio -con determinadas pautas y horarios para que los valores tengan criterio- tienen mejor diagnóstico que no el puntual en centro asistencial, nunca hay que descartar las mediciones clínicas. Una de las posibilidades para reducir el nerviosismo que aflora antes de la toma de la presión es el autocontrol con técnicas de relajación o acudir a la consulta al menos media hora antes con el fin de descansar o relajarse lo suficiente para que las cifras sean lo más cercanas a la realidad.
De todas maneras, ante una hipertensión con presencia de «bata blanca», hay especialistas que abogan por el tratamiento antihipertensivo en aquellos pacientes en que se demuestre dichas elevaciones en cualquier situación de estrés.
Las conclusiones de numerosos estudios relacionados con la hipertensión arterial (HTA) ponen en evidencia que el 20% de pacientes diagnosticados abandonan el tratamiento prescrito en el primer año, y que el 40% de los que siguen el cumplimiento terapéutico lo hacen de manera inapropiada. Ante tales cifras, y a sabiendas de que la hipertensión es la primera causa de mortalidad por eventos cardiovasculares, los especialistas han puesto en marcha el programa “Alcanza tu objetivo”.
Este programa, dirigido a la población hipertensa con el apoyo de médicos, enfermeras y laboratorios, pretende ayudar al paciente hipertenso para que se haga responsable del control de su enfermedad, así como del cumplimiento terapéutico. Se trata de conseguir cifras inferiores a 140 y 90 mmHg, y menores de 130 y 80 mmHg en pacientes diabéticos.
Para que el programa sea un éxito es imprescindible que el paciente se fije un objetivo de presión arterial antes de empezar e implicarse con el equipo médico. Para ello, desde las consultas de enfermería se ofrecen medidas de concienciación basadas, algunas de ellas, en recordatorios de medicación (olvidar alguna toma se da en el 80% de los afectados), con tarjeteros o pastilleros, y educación sanitaria relacionada con hábitos de vida saludables y con el riesgo que implica sufrir hipertensión.