Entrevista

Donís Muñoz, dermatólogo experto en tatuajes y maquillaje permanente

Hacerse un maquillaje permanente debe ser una opción meditada: algo puede salir mal
Por Eva San Martín 26 de agosto de 2018
Img donis munoz hd

La vida de Donís Muñoz, dermatólogo miembro
de la Academia Española de Dermatología
y Venereología
, dio un giro hace diez años.
«Fue a raíz de atender a un par de pacientes
con reacciones adversas en sus tatuajes cuando
comencé a interesarme por el tema hasta
centrar mi carrera en ellos», dice este valenciano
de voz rauda y enérgica que, cuando
cuelga la bata, y puede, le gusta viajar a Asia,
en especial a India. Y este interés le ha hecho
convertirse en uno de mayores expertos en
tatuajes de España (es autor de ‘Tratado sobre
los tatuajes’) y de su pujante hermana
pequeña: el maquillaje permanente
.

¿El maquillaje permanente es una buena opción?

Es una alternativa fácil al maquillaje.
Se emplea en labios, cejas y ojos, y dura unos
dos años. También ayuda a personas con
alergia al maquillaje, con problemas de visión
o que no pueden pintarse por temblores o artrosis
en las manos o por párkinson.

Entonces no es tan permanente como sugiere su nombre…

No, no es permanente. En realidad,
sería más exacto llamarlo maquillaje
semipermanente. A diferencia del tatuaje
artístico, el maquillaje hay que retocarlo. Las
tintas empleadas están concebidas para degradarse,
y así poder modificar el dibujo con el
cambio de moda o cuando el paso de los años
modifica la estructura de la cara.

Las tintas de los tatuajes han sido objeto de polémica por sus implicaciones para la salud. ¿Esta técnica usa las mismas coloraciones?

No, no son las mismas. Mientras el tatuaje
artístico emplea pigmentos sintéticos orgánicos
del tipo azoicos (con compuestos
que generan colores vivos) el permanente
usa pigmentos inorgánicos, sales metálicas
como el óxido de hierro, el dióxido de titanio
o el óxido de zinc. Las tintas del permanente
además se depositan más superficialmente y
se degradan con el tiempo.

¿Y estos pigmentos son seguros?

Las tintas
del maquillaje permanente son más seguras, y
el riesgo apenas existe. A diferencia de las coloraciones
del tatuaje artístico, vienen en envases
individuales y estériles hasta su utilización.

Entonces, ¿los controles sanitarios que pasan son suficientes?

España es uno de los
países con una legislación sobre tintas para
maquillaje permanente y tatuajes más exigente
de Europa, un control que ejerce a través
de la Agencia Española de Medicamentos
y Productos Sanitarios
. Sin embargo, buena
parte de las tintas que se emplean en España
-y el resto de Europa- para los tatuajes artísticos
no están homologadas, ya que proceden
de Estados Unidos, y su agencia reguladora
de los medicamentos (Food and Drug Administration) no ejerce tanto control. Si a
esto añadimos la compra de tintas a través de
Internet, resulta difícil controlar el mercado
de las tintas en general. La cuestión cambia
en el caso del maquillaje permanente: España
es un país referente en la creación y exportación
de tintas para micropigmentación,
y estas reúnen unas condiciones de seguridad
suficientes.

En su experiencia, ¿hacerse un maquillaje permanente implica riesgos para la salud?

Los riesgos son pequeños, menores que en
el caso del tatuaje artístico. Los tatuajes cosméticos usan componentes
naturales conocidos hace centenares de años. La posibilidad
de alergia es pequeña, ya que las tintas son fundamentalmente
sales metálicas. No obstante, pueden aparecer: en caso de picores
e inflamación, hay que acudir al dermatólogo para identificar si
la reacción es causa de la tinta o de la crema cicatrizante.

Últimamente, se subrayan también sus interesantes usos médicos.

Hay hospitales de Europa que recuperan el pezón y areolas mamarias
mediante tatuajes en 3D, con resultados espectaculares.
Además, el maquillaje permanente tiene otras aplicaciones
sanitarias: es útil para corregir determinadas cicatrices, la demarcación
del labio leporino, el vitíligo (despigmentación de la
piel que ocasiona manchas blancas) e incluso la alopecia de cejas y
pestañas o en la cabeza.

¿Qué consejo daría a alguien que quiera hacerse un maquillaje permanente?

En primer lugar, informarse y meditar la decisión.
No conviene dejarse llevar por los impulsos y hay que escoger con
tranquilidad el diseño. Además, es importante acudir siempre a un
centro debidamente homologado por las autoridades sanitarias
y evitar a toda costa ponerse en manos de aficionados, intrusos o
casas particulares carentes del más mínimo control sanitario.

Y al elegir el maquillador personal, ¿cómo se puede saber que es de fiar?

Es muy importante asegurarse de que el maquillador
esté profesional y artísticamente capacitado para hacer el
maquillaje permanente deseado. También lo es cerciorarse de que emplea las
tintas homologadas y envasadas en frascos individuales de un
solo uso. Además de todo ello, conviene tomar con el móvil una
fotografía del frasco de la tinta. En la etiqueta debe figurar la
marca del fabricante, el número de registro sanitario, el índice
de color, la composición y el número de lote. Esta información es importante en caso de que surja una
complicación, y también será muy relevante
para el dermatólogo.

Aunque, en algún caso, puede aparecer inflamación y una costra en la zona…

Efectivamente,
es la reacción inflamatoria aguda. Aparece
inmediatamente después de realizarse el maquillaje
permanente. La piel se pone roja, hinchada
e irritada. Su intensidad varía en función
de la sensibilidad de cada piel. Esta inflamación
es consecuencia del uso de las agujas
o la tinta, pero no suele ser grave. Incluso las
reacciones que requieren atención médica son
de escasa intensidad y se resuelven en días o,
como mucho, en dos o tres semanas.

Y como ocurre con el tatuaje, ¿hay quien se arrepiente de haberse hecho un maquillaje permanente?

Sí, ocurre cuando el maquillador
ha hecho un mal diseño o si el resultado
no es el deseado. En otros casos el pigmento
migra, se mueve de su lugar original, con un
resultado poco estético. Este movimiento de
la tinta resulta especialmente antiestético
cuando el perfilado de los ojos permanente se
mueve hacia los párpados, creando una forma
de abanico. Con frecuencia, por último, solo
resiste una parte del pigmento, en una zona
concreta, algo común en el perfilado de los
labios porque existen distintos tejidos en la
zona. Y el resultado no suele ser estético.

En estos casos, ¿podemos eliminar el maquillaje permanente con facilidad?

Sí, se puede
eliminar. La técnica de borrado usa láseres en
modo Q-Switched (con pulsos de luz intensa),
los que empleamos para borrar los tatuajes
artísticos. Por lo general, el borrado es más
sencillo, ya que el pigmento es más superficial: hacen falta entre una y cinco sesiones para
eliminarlo por completo, bastantes menos
que en el tatuaje artístico.

Entonces, ¿recomienda hacerse un maquillaje permanente por mero capricho?

Es una opción
personal, pero mi consejo es que esta sea responsable,
meditada y sin precipitarse. Resulta
importante asesorarse y preguntar a personas
que se lo hayan hecho antes. Es imprescindible
confirmar que la persona que lo va a hacer esté
certificada y también que sea un buen profesional
desde el punto de vista artístico. De otro
modo, el resultado puede ser un desastre.

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