A los niños les encanta pintarse la cara en las fiestas de cumpleaños, maquillarse para parecerse a sus madres o a sus personajes preferidos, y así completar su disfraz. Y hasta hay adolescentes que a diario se maquillan. Pero todas estas prácticas pueden dar problemas. El dermatólogo infantil, Francisco Javier del Boz, que también es miembro de Grupo Español de Dermatología Pediátrica, que depende de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), cuenta en esta entrevista qué hay que tener en cuenta en todos estos casos para cuidar la piel.
Puede comportar riesgos como el desarrollo de dermatitis, sobre todo dependiendo de la composición química del maquillaje.
“Las pinturas para disfrazarse son maquillajes ideados para ser fácilmente retirados y deben ser hipoalergénicos”Los niños con dermatitis atópica son más propensos a presentar reacciones cutáneas con relación a maquillajes; estas reacciones (eccemas) pueden ser de tipo irritativo o bien constituir una auténtica alergia. En el caso de tener una infección como el impétigo, el maquillaje de las lesiones podría favorecer su resistencia al tratamiento y su diseminación a otras zonas.
En la piel del preadolescente, la oclusión de los poros por el maquillaje puede favorecer el desarrollo o empeoramiento de un acné.
Son maquillajes ideados para ser fácilmente retirados y (deben) ser hipoalergénicos, pensando en la piel de los más pequeños, por lo que su composición será diferente a la de los maquillajes habituales.
En dermatología recomendamos su uso a niños y adolescentes con trastornos en su piel que les producen una afectación de su calidad de vida y que con el maquillaje pueden ser disimulados en mayor o menor medida. Esta técnica, llamada “maquillaje o camuflaje terapéutico o corrector”, puede constituir una herramienta terapéutica complementaria, no invasiva, económica y fácilmente reproducible.
Los maquillajes deberían evitarse en personas de piel sensible (como es el caso de niños más pequeños o niños de piel atópica) o con alergias conocidas.
“Se debe intentar que la aplicación sea limitada en el tiempo, procurando retirar el producto lo antes posible y de una forma adecuada”Lo más importante sería la elección de los productos, que deben ser hipoalergénicos, libres de grasa y, a ser posible, si se usará durante el día, que contengan protección frente a las radiaciones ultravioleta. Se debe intentar que la aplicación sea limitada en el tiempo, procurando retirar el producto lo antes posible y de una forma adecuada, con productos desmaquillantes suaves específicos.
Este tipo de productos contiene gran cantidad de sustancias químicas incluyendo colorantes, conservantes, fragancias, disolventes… que pueden ser alergénicas y/o irritantes, por lo que deben evitarse en niños, sobre todo en niños pequeños.
En las últimas décadas estamos viendo gran cantidad de reacciones alérgicas en relación a aditivos que se añaden a la henna para favorecer una mayor durabilidad de los tatuajes temporales, sobre todo por una sustancia conocida como parafenilendiamina. Estas reacciones pueden, además, condicionar problemas posteriores con tintes textiles o capilares, por ejemplo, por lo que pueden suponer un problema serio.
No existe una edad concreta, pero cuanto más tarde, mejor.
Deben procurar elegir productos de maquillaje hipoalergénicos, fluidos, libres de grasa y, a ser posible, si van a usarse durante el día, con protección solar. Y es conveniente que realicen una limpieza de estos productos lo antes posible con el uso de desmaquillantes suaves y, en algunos casos, llevar a cabo exfoliaciones suaves periódicamente.