Imagen: CONSUMER EROSKI
El cáncer de colon o recto es el tumor maligno de mayor incidencia en España. Además, es la segunda causa de muerte por cáncer en los hombres, después del cáncer de pulmón, y la segunda en las mujeres, después del de mama. Aun así, si se diagnostica con tiempo suficiente para poder poner el tratamiento adecuado, podría prevenirse hasta en un 90 %, como asegura en esta entrevista el Dr. Manuel Álvarez, especialista en aparato digestivo en el Hospital Vithas San José de Vitoria-Gasteiz. El también presidente de la Sociedad Vasco Navarra de patología digestivo y profesor de medicina en la Universidad del País Vasco (UPV) incide en promover cambios en el estilo de vida y en los programas de detección precoz para evitar la aparición de un cáncer colorrectal.
El colon o intestino grueso es la última porción del sistema digestivo en el cual el cuerpo produce y almacena las heces.
El cáncer de colon o recto comienza a menudo como un crecimiento que se llama pólipo, que se puede formar en la pared interna del colon o el recto. Con el tiempo, algunos pólipos se vuelven cancerosos.
Es el tumor maligno de mayor incidencia en España, si se cuentan hombres y mujeres, con unos 41.000 nuevos casos cada año. Es la segunda causa de muerte por cáncer en los hombres después del cáncer de pulmón y la segunda en las mujeres después del de mama. Se estima que afectará a uno de cada 20 hombres y a una de cada 30 mujeres antes de cumplir los 74 años.
En España la supervivencia a los cinco años se sitúa en este momento por encima de la media de los países europeos, con un 64 %, cuando la media europea es de un 57 %. Si el cáncer se diagnostica antes de que se haya extendido más allá del intestino, la posibilidad de sobrevivir a los cinco años supera el 90 %.
“El cáncer de colon afectará a uno de cada 20 hombres y a una de cada 30 mujeres antes de cumplir los 74 años”Existen ciertos factores que aumentan el riesgo de desarrollar esta enfermedad: la edad (la mayoría de los cánceres colorrectales se detectan en personas mayores de 50 años), haber tenido pólipos adenomatosos, padecer una enfermedad inflamatoria intestinal crónica (colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn), tener antecedentes personales de cáncer colorrectal o contar con antecedentes familiares de cáncer colorrectal. Pero también inciden otros factores asociados al estilo de vida: tipo de dieta, sedentarismo, obesidad, tabaco, etc.
Las personas con alto riesgo de padecer un cáncer de colon precisan controles más frecuentes e iniciarlos a una edad más temprana. Estos controles periódicos han demostrado ser muy eficaces a la hora de disminuir el riesgo, por lo que estos casos deben tener un seguimiento adecuado por parte del especialista de digestivo.
Como factores protectores están mantener una dieta equilibrada y variada rica en frutas, verduras y fibra, limitar el consumo de carnes rojas (ternera, cordero, cerdo) y grasas de origen animal y productos elaborados, realizar ejercicio físico de manera regular, limitar el consumo de alcohol y no fumar.
Aunque no existe ningún cáncer que pueda prevenirse completamente, en el caso del cáncer de colon el largo intervalo que transcurre desde el inicio del proceso (el pólipo) hasta el desarrollo de un cáncer invasivo permite diferentes actuaciones de prevención que podrían reducir el riesgo de desarrollarlo. Estas actuaciones van desde promover cambios en el estilo de vida dirigidos a disminuir los factores de riesgo y a potenciar los factores protectores, hasta programas de detección precoz que permitan diagnosticar lesiones premalignas de colon, ya que la extirpación de pólipos adenomatosos evita la aparición de un cáncer colorrectal.
Hay síntomas que si son de nueva aparición, persistentes y con tendencia al empeoramiento, deben llevarnos a consultar con nuestro médico: presencia de sangre en las heces, cambios en las deposiciones, molestias abdominales o pérdida de peso.
Los síntomas que produce el cáncer de colon son muy inespecíficos y no son diferentes de los originados por otras patologías benignas muy frecuentes en nuestra sociedad. Por eso debe acudir a su médico para que valore la importancia de su sintomatología y la necesidad de pruebas diagnósticas.
“Aunque el análisis de SOH no es preciso al 100%, es la prueba de detección precoz de cáncer de colon mejor estudiada”El diagnóstico precoz del cáncer de colon consiste en realizar regularmente una prueba con el objetivo de encontrar pólipos adenomatosos antes de que se conviertan en cáncer, o incluso un cáncer en sus primeras etapas cuando es más fácil de tratar y curar. Siguiendo las directrices marcadas por la Unión Europea, por ejemplo en Osakidetza (Servicio Vasco de Salud) se emplea el análisis de sangre oculta en las heces (SOH) que sirve para detectar la presencia de pequeñas cantidades de sangre procedente de lesiones del colon, pero no el propio cáncer. Aunque el análisis de SOH no es preciso al 100%, es la prueba de detección precoz de cáncer de colon mejor estudiada. El test de SOH es un examen sencillo: se puede realizar en el propio domicilio y consiste en la recogida de muestras de heces.
Pero la presencia de sangre puede ser debida a causas diferentes al cáncer como, por ejemplo, pólipos, hemorroides, inflamación del intestino, etc. Por eso es muy importante que si el test de SOH es positivo, se practique una colonoscopia para encontrar la causa del sangrado.
El diagnóstico de un cáncer de colon únicamente puede hacerse con la biopsia efectuada durante una colonoscopia. La colonoscopia se realiza para diagnosticar y tratar enfermedades que tienen que ver con el colon y el recto. Esta prueba médica se efectúa a través del colonoscopio, un tubo largo y flexible que porta una micro-cámara en la extremidad y que el especialista introduce por el ano del paciente para poder ver qué sucede en su intestino grueso. Es importante destacar que, independientemente del examen y del programa de detección, después de toda prueba que indique una anormalidad se debe llevar a cabo una colonoscopia.
La colonoscopia es la única que permite la toma de muestras o extirpación de pólipos. Pero hay otras pruebas utilizadas para la detección del cáncer colorrectal: la colonografía por tomografía computarizada o “colonoscopia virtual”, un método de detección que se está investigando y que puede ser una alternativa para las personas que no se pueden realizar una colonoscopia, y la prueba de sangre oculta en heces que permite detectar sangre en las heces.
Las tres opciones clásicas de tratamiento principales son la cirugía, la quimioterapia y la radiación. En la actualidad, si el cáncer de colon es muy pequeño, el enfoque quirúrgico puede ser mínimamente invasivo, como puede ser eliminar pólipos durante la colonoscopia o efectuar una “mucosectomía endoscópica”, que consiste en quitar una pequeña cantidad de revestimiento del colon o el recto con el endoscopio.