Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión será la segunda causa de incapacidad en todo el mundo en el año 2020. En la actualidad, se estima que en España padecen esta enfermedad mental entre cuatro y seis millones de personas. En el mundo, la sufren alrededor de 340 millones. Es el trastorno psicológico más habitual. Al sufrimiento que causa, hay que añadirle otro factor que contribuye a empeorar la calidad de vida de las personas que la padecen: el escaso apoyo que reciben muchas de ellas. Para romper esta tendencia, el pasado mes de octubre se puso en marcha una campaña bajo el lema “No más soledad, estamos junto a ti”, en la que participan especialistas y médicos de atención primaria, con el objetivo de iniciar numerosas actividades para que las personas afectadas reciban mayor apoyo social.
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Según una encuesta de la Asociación Europea de la Depresión (EDA), el 30% de los afectados consideran que reciben un apoyo insuficiente por parte de sus familiares y de los profesionales sanitarios. En el mismo estudio (en el que participaron más de 7.000 pacientes, de los cuales 1.000 eran españoles) se señala que cerca del 12% creen que no han recibido «nada o casi nada» de apoyo. Entre el 14% y el 18% reconocen que sí, pero consideran que éste ha sido poco e insuficiente. El resto de los encuestados aseguran haber recibido «mucho o bastante» soporte del entorno médico y familiar.
«No más soledad, estamos junto a ti»
Dados los resultados, la EDA ha puesto en marcha la campaña «No más soledad, estamos junto a ti», iniciada el pasado 1 de octubre en diferentes países europeos. Juan Manuel Mendive, médico de familia, representante de la EDA y responsable en España de la organización del Día Europeo de la Depresión, explica que «buscan la concienciación social mediante la influencia que tienen los medios de comunicación». A la vez, se pretende aprovechar para que los profesionales de salud tomen mayor conciencia de la importancia de su detección precoz, así como de su adecuado tratamiento.
El lema responde al objetivo de paliar el sentimiento de aislamiento y soledad de muchas personas que sufren esta enfermedad. «Queremos resaltar que los afectados deben saber que hay un entorno dispuesto a ayudar en los momentos difíciles de tanto sufrimiento emocional», aclara el experto.
La soledad, un obstáculo
La soledad se apunta como una de las principales causas de desarrollo de depresión
El sentimiento de soledad, la sensación de que la persona con depresión está aislada, no supone solo una fuente más de sufrimiento. Es también un factor que contribuye a agravar el cuadro y que hace más difícil superarla. «El apoyo social es muy importante en la evolución de esta enfermedad mental. Las personas que se sienten apoyadas tienen mejor pronóstico y más posibilidades de curarse, mientras que su ausencia se relaciona con problemas de cronicidad», según Mendive.
Es fundamental que la red de apoyo social beneficie a las personas con depresión. Pero además se puede convertir en un importante factor de prevención. «Muchas personas sin la patología, pero con falta de apoyo, podrían salir beneficiadas: desde una mayor implicación del entorno familiar o de amistades, con quienes deberían establecerse vínculos afectivos sólidos que no siempre se dan, a una mayor implicación en redes de apoyo social disponibles en la comunidad (asociaciones culturales, deportivas o artísticas) y que pueden tener un gran valor terapéutico».
La soledad no supone solo una dificultad más para las personas que sufren este trastorno mental. El fundador de la Alianza para la Depresión (creada en 1995 con el objetivo de ayudar a afectados y familiares), Jaime Smith, señaló durante la presentación de esta campaña que la soledad es una de las principales causas de su desarrollo.
¿Demasiados casos diagnosticados?
Por otro lado, algunos expertos aseguran que esta patología se diagnostica a personas que, en realidad, no la padecen. De este modo, se restan recursos sanitarios a las personas que sí la sufren. Esto sucede, sobre todo, debido a la falta del tiempo necesario para el diagnóstico o a dificultades en el registro de los problemas de salud mental, que se codifican como tal sin serlo. «Hay una cierta tendencia a llamar ‘depresión’ a las situaciones de malestar o tristeza creadas por las dificultades de la vida diaria», apunta Mendive. En su opinión, las personas infelices por algún motivo pueden verbalizar su situación y pensar que «están depres», hasta banalizar de esta forma el diagnóstico de este trastorno.
Al mismo tiempo, numerosas personas deprimidas no reciben el diagnóstico adecuado. Según algunos estudios, la mitad de las personas con depresión no cuentan con el tratamiento apropiado: muchos síntomas son físicos (mareos o dolores de cabeza) y los profesionales sanitarios no realizan la exploración en profundidad que permite confirmar la enfermedad.
La Asociación Europea de la Depresión (EDA) es una entidad que pretende concienciar sobre la gran discapacidad que ocasiona este trastorno en los afectados. Tiene como finalidad destacar el sufrimiento de los familiares de los pacientes y los problemas que genera en la sociedad. Por ello, esta asociación estableció el Día Europeo de la Depresión, una jornada de reflexión internacional sobre sus implicaciones desde el punto de vista personal, familiar y social.
Otro de los objetivos es que los profesionales entiendan la necesidad de dedicar los recursos necesarios para ayudar a paliar los problemas que provoca la enfermedad mental. En España, la EDA organiza la actividades anuales vinculadas con el Día Europeo. Para ello, se constituyó un comité asesor en el que están representadas las diversas asociaciones de médicos de atención primaria, psiquiatras, pacientes con depresión y familiares.
