La enfermedad del Ébola es noticia desde que el pasado 22 de marzo el Ministerio de Salud de Guinea declaró la epidemia de ébola en el sur del país. Esta es una enfermedad infecciosa viral aguda que produce fiebre hemorrágica en personas y primates (monos, gorilas y chimpancés) y está causada por el virus del Ébola, que se describió por primera vez en 1976. Presenta altas tasas de mortalidad, que supera el 60%, no tiene tratamiento ni vacuna, ni existe tal conocimiento que posibilite programar estrategias sanitarias efectivas. Este artículo explica cuál es el alcance de la fiebre hemorrágica del Ébola que parece ser que afecta ya, según los últimos informes, a los países africanos de Guinea, Sierra Leona y Liberia, aunque se sospecha que podría haber alcanzado también Malí.
La fiebre hemorrágica del Ébola está causada por un virus de la familia Filoviridae, del cual se han identificado, de momento, cinco tipos. Cuatro de ellos producen la infección en las personas: virus del Ébola-Zaire; virus del Ébola-Sudán, virus del Ébola-Costa de Marfil y el virus del Ébola-Bundibugyo. El quinto serotipo, el Ébola-Reston, ha provocado la enfermedad grave en primates; en personas, por ahora, solo se han reportado algunos casos de infección sin síntomas.
Esta enfermedad se contagia a partir de animales o de materiales infectados, o a través del contacto con fluidos corporales infectadosEl contagio se produce a partir de animales (sobre todo por el consumo de carne de caza) o de materiales o mediante el contacto con fluidos corporales (sangre, saliva, semen, sudor, orina o vómitos), directamente de una persona a otra o a través de materiales infectados (por ejemplo, agujas). Se propaga de forma muy rápida y tiene una gran letalidad: se estima que fallecen del 25% al 90% de los infectados. No obstante, en esta ocasión, la tasa de mortalidad se encuentra entre el 65% y el 83%, cuando en anteriores epidemias rozaba un 90%.
Síntomas de la fiebre hemorrágica del Ébola
Después de resultar infectados, tras un periodo de incubación que puede oscilar de 2 a 21 días, los afectados por la enfermedad del Ébola pueden aquejar muchos y variados síntomas: dolor muscular generalizado, lumbalgia, dolor abdominal, vómitos y diarrea, fiebre, escalofríos, fatiga o malestar general, dolor de garganta y de cabeza, entre otros.
Cuando la infección avanza, los pacientes presentan sangrado por ojos, nariz y oídos, también gastrointestinal, hinchazón genital, erupción cutánea hemorrágica, paladar con apariencia roja y sensación de dolor en la piel. Los infectados también pueden entrar en coma, sufrir coagulación intravascular diseminada (las proteínas que controlan la coagulación de la sangre se vuelven demasiado activas y forman coágulos en los vasos sanguíneos) y shock. También se han registrado casos de hemorragias masivas que han provocado el fallecimiento de la víctima.
Diagnóstico y tratamiento
Ante síntomas que hagan sospechar de la enfermedad, hay que excluir primero el paludismo, la fiebre tifoidea, el cólera, la peste, la fiebre recurrente, la meningitis, la hepatitis y otras fiebres hemorrágicas víricas, entre otras, con cuadros clínicos parecidos.
El periodo de incubación del virus del Ébola puede oscilar de los 2 a los 21 días
Para establecer el diagnóstico de una infección por el virus del Ébola, es necesario practicar una serie de pruebas de laboratorio específicas mediante muestras de pacientes, lo que representa un riesgo de contaminación biológica y, por ello, solo deben efectuarse si hay las condiciones adecuadas de contención.
Es habitual que el personal sanitario, que no tome medidas de protección, como gafas, mascarilla o guantes, contraiga la infección cuando esté en contacto con personas infectadas. Por este motivo, en este contexto, se hace de vital importancia extremar las medidas profilácticas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre las personas que han estado en contacto con animales infectados (primates o cerdos) por el virus del Ébola de Reston, se han registrado algunos casos de infección asintomática. No obstante, debido a que todos los afectados han sido jóvenes varones sanos, antes de concluir que esta especie de virus tiene menos posibilidades de provocar la enfermedad, las autoridades sanitarias señalan que son necesarios más estudios al respecto.
Esta epidemia no es la única que asola este territorio africano. Hay que tener en cuenta, según alerta Cruz Roja, que Guinea hace poco ha sufrido un brote de sarampión; que hay, en la actualidad, un brote de cólera en el norte; y que la temporada de meningitis todavía no ha terminado. Por este motivo, los voluntarios enseñan a la población cómo protegerse, ayudar a la eliminación de los cadáveres y controlar a quienes hayan estado en contacto con personas afectadas por la infección.