La enfermedad coronaria se considera todavía hoy, incluso por las mujeres afectadas, como una dolencia masculina. Por fortuna, en los últimos 20 años ha cambiado la mentalidad de los profesionales sanitarios y se han hecho esfuerzos, sobre todo, en el estudio de la cardiopatía isquémica, patología que ocasiona el mayor número de fallecimientos por motivo cardiovascular. Sin embargo, aún no se ha producido un descenso significativo de la mortalidad en la población femenina por esta causa. En este artículo se detallan los mitos que hacen que las mujeres no cuiden la salud de su corazón como deberían y se enumeran cuáles son sus síntomas de infarto. También se abordan las enfermedades coronarias más frecuentes en mujeres.
Las mujeres consultan menos y más tarde que los varones acerca de cualquier problema coronario. Esta es la conclusión principal de un estudio reciente de la American Heart Association y llevado a cabo por científicos de la Universidad de Yale (EE.UU.). Además, si bien todos buscan atención médica porque los síntomas no se alivian, es menos probable que ellas lo hagan porque sospechen de una enfermedad coronaria.
Para el trabajo, los investigadores entrevistaron a casi 3.000 personas de 18 a 55 años hospitalizadas por ataque cardiaco en 104 hospitales, entre 2008 y 2012. El 90% de los hombres y el 87% de las mujeres habían sentido dolor, sensación de opresión o de incomodidad en el pecho previos al infarto. Los síntomas llevaron a casi un 33% de las mujeres y al 20% de los varones a ir al médico antes del ataque cardiaco. No obstante, el porcentaje de féminas que habían hablado con el médico sobre una posible enfermedad coronaria era mucho menor que el de los hombres. Ellas en su mayoría creían que se trataba de una indigestión, estrés o ansiedad.
Mitos de la enfermedad coronaria femenina
Las mujeres no cuidan su corazón como deberían. Un estudio llevado a cabo por la Comisión de la Mujer y la Fundación Cardiológica Argentina (FCA) reveló que ellas consideran el cáncer, sobre todo el de mama, y el estrés como sus principales problemas de salud. Solo una de cada diez nombró a los problemas cardiacos. Según esta entidad, pocas saben que las enfermedades vasculares son ocho veces más mortales que el cáncer de mama. También una investigación de la Universidad de Aberdeen (Reino Unido) determinó que la enfermedad cardiaca en la mujer es ignorada tanto por las pacientes como por los propios profesionales.
Las mujeres erran al considerar el cáncer y el estrés como sus principales problemas de salud
Otra de las razones de la falta de atención a la salud cardiovascular surge de la creencia popular de que ellas no fallecen por culpa de estas patologías, porque las arterias están protegidas contra los factores de riesgo (obsesidad, hipertensión, colesterol y diabetes, entre otros) gracias a los estrógenos. La realidad es que esta protección solo dilata el tiempo de desarrollo hasta la menopausia, momento en el que se desvanece. De hecho, la enfermedad coronaria se da más tarde en las mujeres que en los hombres, pero no por ello es menos frecuente.
Esta realidad provoca que, incluso en el ámbito de la investigación, se tome poco en cuenta a este sector de la población. Según un estudio del Grupo de Enfermedades Cardiovasculares en la Mujer de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), solo el 30% de los pacientes seleccionados para realizar ensayos clínicos en cardiología son mujeres. Sin embargo, hay datos que señalan que ellas tienen una respuesta diferente a determinados tratamientos.
El corazón en la mujer: síntomas de infarto distintos
La dificultad del diagnóstico de las enfermedades cardiovasculares en las mujeres se debe a que, a menudo, manifiestan síntomas atípicos, como náuseas, dolor de espalda, malestar abdominal, ardor en la zona torácica o fatiga, y de forma tardía. En concreto, para el infarto de miocardio, los signos en las féminas pueden ser diferentes de los que describen los hombres (como el típico dolor en la mitad izquierda del pecho irradiado a brazo). Ellas refieren ardor en la región superior del abdomen acompañado de mareo, malestar abdominal y sudoración. Es importante no pasar por alto estos síntomas ya que, en general, son más graves: en el primer año después de un ataque cardiaco, las mujeres tienen un 50% más de probabilidades de morir que los hombres.
Sumados a los factores de riesgo habituales de enfermedad coronaria, los anticonceptivos orales pueden representar un mayor riesgo para las mujeres, en especial en quienes asuman otros factores peligrosos, como el hábito de fumar. Los investigadores creen que las píldoras anticonceptivas elevan la presión arterial y los niveles de glucemia (azúcar en sangre) en algunas, además de aumentar el riesgo de formación de coágulos sanguíneos. Asimismo, todos estos riesgos se incrementan con la edad. Por eso se insiste en la necesidad de informar al médico sobre cualquier factor de riesgo cardiovascular antes de comenzar a tomar anticonceptivos.
Enfermedad coronaria microvascular en mujeres
Cualquier enfermedad relacionada con el corazón puede manifestarse en ambos sexos. Sin embargo, varias investigaciones han constatado que las mujeres tienen más riesgo de desarrollar la enfermedad coronaria microvascular, que afecta a las paredes de las arterias más pequeñas. Esta dolencia no ha permitido que los índices de supervivencia por enfermedades cardiacas en mujeres se hayan reducido tanto como en hombres. El problema es que aún no existen pruebas adecuadas que la detecten de forma directa.
Las mujeres también tienen más probabilidades de sufrir el síndrome del corazón roto: el 90% de los afectados son féminas en edades posmenopáusicas. De hecho, no fue hasta hace muy poco que se certificó como un verdadero problema de corazón. En él, el estrés emocional extremo puede causar una insuficiencia grave, a menudo de corta duración, del músculo cardiaco. Los médicos pueden diagnosticar de forma incorrecta el síndrome del corazón partido como si fuera un ataque cardiaco, porque los síntomas y los resultados de las pruebas se parecen. Sin embargo, en el síndrome no hay indicios de arterias coronarias bloqueadas y la mayoría de las personas tienen una recuperación completa y rápida.
Los investigadores empiezan ahora a explorar las causas de este síndrome y a averiguar cómo diagnosticarlo y tratarlo. Un estudio reciente publicado en la Revista Española de Cardiología (REC) indica que el 30% de estos casos se acompaña por algún grado de insuficiencia cardiaca, por lo que se hace necesario el buen control hospitalario de los afectados.