El cáncer colorrectal es el segundo tumor de mayor incidencia y con mayor tasa de mortalidad en España, detrás del cáncer de pulmón en varones y de mama, en mujeres. Pero hay factores que ayudan a prevenirlo. Evitar el consumo de alcohol y tabaco, seguir una dieta equilibrada y mantener una vida activa conforman la lista de buenas prácticas.
En 2006 murieron 13.101 personas por cáncer colorrectal, una cifra que representa el 12,9% del total de muertes por cáncer durante todo ese año. Ésta es una de las principales conclusiones de un estudio publicado en la revista ‘European Journal of Cancer Prevention’. La investigación analiza las causas de estas desigualdades y busca una posible relación con cambios en la dieta (carnes rojas, pescado, vegetales), en el consumo de alcohol y tabaco, y en el ejercicio físico o sedentarismo. La buena noticia es que la incidencia de estos tumores se puede reducir. Basta con llevar un
Alcohol y tabaco, principales responsables
Entre los responsables del aumento de este tipo de tumores destaca el consumo de tabaco y alcohol. Hay evidencia científica acerca de la relación entre el tabaquismo y un mayor riesgo de desarrollar pólipos colorrectales y cáncer: entre el 12% y el 21% de los casos de cáncer colorrectal podrían atribuirse al tabaquismo. «En España, el consumo de cigarrillos ha aumentado de forma evidente hasta finales de los ochenta, con una estabilización a partir de finales de los noventa» apunta el autor principal del estudio e investigador de la Universidad de Sevilla, Luis María Béjar.
El consumo de alcohol también creció hasta comienzos de los años ochenta, seguido más tarde de una bajada lenta. Los hábitos dietéticos, con un elevado consumo de carnes rojas en detrimento de una dieta rica en vegetales, y el sedentarismo, son otros factores implicados que subrayan los especialistas.
Una bacteria implicada
Un grupo de investigadores de la Universidad John Hopkins (EE.UU.) ha descubierto una bacteria que podría estar implicada en el desarrollo de cáncer de colon. El estudio se ha publicado en la revista ‘Nature Medicine’. Los científicos sostienen que «Bacteroides fragilis», que puede provocar cuadros de gastroenteritis y que se localiza en el intestino de niños y adultos de todo el mundo, sería también la responsable de algunos casos de este tumor.
Niveles más elevados de vitamina D en sangre se relacionan con un riesgo menor de padecer cáncer de colon
Para el estudio, se infectaron con la bacteria varios ratones mutantes en un gen denominado APC, que se relaciona con el desarrollo tumoral. Al cabo de poco tiempo, los animales tuvieron diarrea e inflamación de colon. En una semana, desapareció la diarrea pero persistió la inflamación y se formaron pequeños tumores. Un mes después, los ratones habían desarrollado cáncer.
Por otro lado, se trató otro grupo murino con una cepa no tóxica de la misma bacteria y el resultado fue que los ratones no desarrollaron ni diarrea ni tumores. Los autores consideran que la bacteria provoca una inflamación de nivel bajo pero persistente en el tracto digestivo. De este modo, con el paso del tiempo, el material genético de las células epiteliales puede resultar dañado y provocar el desarrollo de tumores.
Prevención con vitamina D
Otro campo de investigación en la prevención del cáncer de colon radica en la relación entre esta patología y la vitamina D. Investigadores del Instituto Catalán de Oncología (ICO) han publicado un trabajo en el ‘British Medical Journal’, en el que han participado más de medio millón de personas. En el estudio, se analizaron los niveles de vitamina D en sangre y el número de personas que desarrollaron cáncer de colon. Las conclusiones son claras: las personas con niveles más elevados de vitamina D registraron un 40% menos de riesgo de padecer cáncer de colon.
El Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols, de la Universidad Autónoma de Madrid, ha hallado la posible relación entre la vitamina D y el desarrollo tumoral. Un trabajo publicado en el ‘Journal of Cell Biology’ explica que la vitamina D ayudaría a evitar el cáncer por dos vías.
En primer lugar, es activadora de los genes que codifican las E-cadherinas, proteínas que participan en las uniones entre células y que están relacionadas con el desarrollo tumoral, ya que su ausencia facilita la migración celular. Este hecho conlleva un aumento en el número de metástasis (reproducción o extensión de un tumor a otra parte del cuerpo). En segundo lugar, la vitamina D inhibe algunas proteínas que participan en la activación del citoesqueleto, un conjunto de polímeros celulares necesarios para la división y la migración de la metástasis. Si se bloquea el citoesqueleto de las células cancerígenas, se impide que éstas se puedan dividir y desplazar.