El virus de la gripe aviar continúa avanzando en el sureste de Europa. La Unión Europea está estudiando la presencia del virus en Macedonia, Croacia, Bulgaria, y está a la espera de conocer los resultados de los análisis de un pavo muerto en la isla griega de Jíos. Mientras, los países se preparan, en forma de adquisición de antivirales y de medidas de prohibición de movimiento de animales, para afrontar una posible pandemia de gripe en humanos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha modificado el nivel de alerta ante una posible pandemia de gripe en humanos, que sigue en la fase 3. Esto significa que existe un nuevo virus que infecta al ser humano pero que no se transmite fácilmente de una persona a otra. Y parece que la situación no tiene marcha atrás, sobre todo teniendo en cuenta la evolución que sigue la enfermedad. Ahora, la Unión Europea está estudiando la situación creada en Macedonia, Croacia y Bulgaria, donde se han detectado posibles brotes de gripe aviar.
El Consejo Extraordinario de Ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, que se reunió ayer 18 de octubre, ha concluido que la gripe aviar constituye, hoy por hoy, «una amenaza mundial». Con todo, los ministros destacan que las medidas preventivas adoptadas y el aislamiento de los últimos focos aparecidos en los últimos días permiten tener la enfermedad controlada en el territorio comunitario. Los expertos han concluido que la lucha más efectiva contra la enfermedad está en controlarla desde su punto de origen, en Asia.
Durante el encuentro, los ministros han presentado una de las medidas que tienen previsto adoptar en breve, que es el plan de acción, diseñado para reforzar la preparación europea ante la gripe aviar. Las actuaciones de este plan se materializan con la celebración, una vez al mes, de reuniones con los responsables de los servicios veterinarios de la UE. Pese al clima de tranquilidad y confianza que han pretendido difundir, Markos Kyprianou, comisario de Salud y Protección de los Consumidores, ha alertado que los países aún no han alcanzado «el nivel de preparación necesario» para afrontar el problema.
El virus que vuela
Las aves migratorias están implicadas en la propagación directa del virus de la gripe aviar
Si bien el contacto directo de aves infectadas es uno de los principales riesgos de difusión de la enfermedad, una de las máximas preocupaciones de los expertos es que la propagación alcance mayores dimensiones a través de las aves migratorias. Los datos analíticos han demostrado que los países situados a lo largo de las rutas de las aves migratorias son más susceptibles de contagiarse, por lo que deben aumentar los el control y la vigilancia. La OMS ya anunciaba hace unas semanas que las aves migratorias podían estar implicadas en la propagación directa de los virus H5N1 en su forma hiperpatógena.
Ahora, Rumania estudia los casos detectados en el delta del Danubio, todos ellos en aves migratorias. Según el Ministerio de Agricultura rumano, de momento el virus letal H5N1 detectado se encuentra aislado en el delta del Danubio, concretamente en Rosetti, a 10 kilómetros del lado más septentrional de la desembocadura del Danubio, junto a la frontera con Ucrania. Por esta zona suelen pasar, a finales de septiembre y hasta finales de año, unos dos millones de aves migratorias.
En España, técnicos de la zona del delta del Ebro y de Doñana han realizado análisis de sangre en las distintas aves migratorias, procedentes del este y del centro de Europa, para controlar la enfermedad. En el parque natural del Delta del Ebro, los técnicos han asegurado que los análisis han dado negativo. En Andalucía, la Consejería de Medio Ambiente, a pesar de considerar «bastante improbable» que las aves extiendan el virus, ha anunciado que tiene previsto remitir una analítica de 300 ejemplares al Ministerio de Medio Ambiente para descartar la presencia del virus.
En Doñana se concentran cada otoño miles de ejemplares de ánades, considerados uno de los principales vectores que transmiten la gripe aviar. Sin embargo, la Consejería andaluza ha asegurado que la mayoría de estas aves proceden del norte de Europa, y no de Asia. Además, insiste, las aves migratorias deben realizar miles de kilómetros, algo que una ave infectada no podría soportar.
«El problema es que las dos rutas de migración de aves confluyen en África», ha reconocido la misma consejería, por lo que tienen previsto «hacer un seguimiento y unas analíticas para, el año que viene, poder detectar en los ánades si tienen el virus aviar».
El Gobierno español ha anunciado la intención de ampliar la compra de tratamientos antivirales como medida preventiva frente a una posible pandemia de gripe aviar. En abril de 2005, España ya adquirió dos millones de estos tratamientos antivirales, cantidad a la que se le suma ahora una nueva compra que sirva para cubrir, en caso de pandemia, a los grupos de riesgo definidos para la gripe humana, que se estima entre el 15% y el 25% de la población española. España se equipararía así a países como Francia y Reino Unido, que solicitaron hace unos meses cantidades similares.
Los expertos de la Comisión de Salud Pública, que tienen previsto reunirse el próximo jueves 27 de octubre, fijarán entonces la cantidad definitiva para materializar la comprar de los tratamientos. La mayor parte del pedido constará de Tamiflu (oseltamivir), un antiviral de los laboratorios suizos Roche, que tienen previsto ceder la licencia de fabricación a otras firmas para acelerar la producción.
A pesar de que los expertos aseguran que el tratamiento no debe considerarse como «una panacea» a una posible pandemia de gripe, sí confían en su capacidad para combatir el virus, bloqueando la actividad de la enzima neuraminidasa en la superficie vírica. Según expertos del Grupo de Trabajo Científico Europeo sobre Gripe (ESWI, en sus siglas inglesas), una organización internacional que agrupa nueve compañías europeas farmacéuticas, Tamiflu permite moderar en un 38% la intensidad de los síntomas y reducir en un 67% la incidencia de complicaciones secundarias, neumonía y sinusitis.
La Organización Mundial de la Salud recomienda, en su Plan de Preparación para la Pandemia, que los países cuenten con reservas de medicamentos antivíricos como Tamiflu. Disponer de los antivirales debe servir para afrontar la llegada de la pandemia durante los seis primeros meses, tiempo necesario para desarrollar una vacuna.
La Comisión Europea ha anunciado que los Estados miembros deberían abastecerse del medicamento hasta una cantidad equivalente al 25% de su población. Eso suma casi 100 millones de personas en toda la UE, aunque el fabricante del antiviral, ha hecho público que en 2006 sólo podrá producir tres millones de dosis y, a partir de 2007, seis millones. Cifra que algunos países como el Reino Unido han considerado que será insuficiente.