Austria ha iniciado una operación para retirar de la venta al público pepinos, tomates y berenjenas de 33 tiendas que adquirieron productos a dos mayoristas de verduras alemanes, quienes a su vez habían comprado productos españoles en los cuales, al parecer, se detectó la bacteria «E.coli Enterohemorrágica. El anuncio lo hizo la directora general de Salud Pública, Pamela Rendi-Wagner, ante el temor de un contagio de la epidemia desatada en Alemania por el brote de una variante de la citada bacteria, que en ese país ha causado ya 10 muertos y cerca de un millar de afectados.
Los mayoristas alemanes avisaron a los comerciantes austríacos después de que las autoridades sanitarias alemanas anunciaran que el brote infeccioso tiene su origen en pepinos procedentes de España comercializados a través del mercado central de Hamburgo. También llegó a citarse a Holanda como país de origen de una hortaliza contaminada, un extremo que nunca llegó a confirmarse.
El Ministerio de Sanidad austríaco ha instado a los consumidores a destruir los pepinos, tomates y berenjenas procedentes de España que adquirieron en las citadas tiendas, todas especializadas en productos orgánicos y cuya lista se ha publicado por la Agencia para la Salud y la Seguridad Alimenticia (AGES). En Austria solo se han registrado tres casos de infectados, todos ellos de personas procedentes de Alemania. Una de ellas ya ha recibido el alta.
Las autoridades alemanas informaron ayer de la detección de otros tres pepinos contaminados con la bacteria. El ministro de Protección del Consumidor del Estado federado de Mecklenburgo-Antepomerania, Till Backhaus, explicó que las verduras proceden de una toma de muestras aleatoria, llevada a cabo en tiendas de alimentación y restaurantes. El ministro no hizo mención en ningún momento al país de origen de los tres pepinos supuestamente contaminados, pese a la polémica que ha suscitado esta cuestión después de que Alemania señalara a España.
Los productores españoles de hortalizas ya han empezado a sufrir los efectos de esta alarma sanitaria. La organización Asaja-Almería ha desvelado que la «acusación errónea» que pesa sobre la provincia como origen del brote de la bacteria ha hecho que se dejen de vender entre 15 y 20 toneladas de hortalizas almerienses diariamente. Francisco Vargas, presidente de este organismo, explicó que los supermercados alemanes han decidido «quitar todas las productos hortofrutícolas» de Almería de sus estanterías, por lo que las pérdidas en el campo no proceden solo de los pepinos. El Gobierno español no descarta exigir responsabilidades por el «daño tremendo» que han hecho las «especulaciones» de las autoridades alemanas sobre el origen de los pepinos contaminados, según afirmó ayer en Lleida el secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu.