Cerco a Campylobacter

Expertos británicos trabajan en un nuevo método para el control de Campylobacter en los alimentos que usa virus que atacan y destruyen la bacteria de forma específica
Por Marta Chavarrías 19 de junio de 2007
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Imagen: Campylobacter

En 2005, las infecciones por Campylobacter en la UE aumentaron un 7,8% respecto al año anterior, con lo que la incidencia se situó en 51,6 afectados por cada 100.000 personas (197.363 casos registrados), según datos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, en sus siglas inglesas). Según los expertos, durante 2005 la campylobacteriosos fue la enfermedad zoonótica con más personas afectadas, incluso más que los casos de salmonelosis. Ahora, un grupo de expertos de la Universidad de Nottingham, en el Reino Unido, trabaja en colaboración con la empresa canadiense GangaGen Life Sciences para desarrollar un método de control de esta bacteria patógena, presente sobre todo en productos avícolas. El trabajo que han realizado hasta ahora ha consistido en utilizar virus que atacan y destruyen la bacteria de forma específica, sin efectos en otras bacterias u organismos y sin necesidad de usar antibióticos.

La investigación británico-canadiense para el control de Campylobacter en aves ha empezado centrándose en identificar determinados virus bacteriófagos específicos, que infectan sólo a bacterias, para eliminar Campylobacter de las aves de corral. Para Ian Connerton, uno de los responsables de la investigación, estos primeros resultados, a los que está previsto que se les unan nuevas investigaciones en un plazo máximo de tres años, podrían ayudar a reducir «de forma significativa la posible contaminación y el riesgo alimentario». Los expertos, que han presentado su trabajo durante un encuentro de la Sociedad Americana de Microbiología, han aislado primero varios bacteriófagos capaces de infectar y eliminar la bacteria Campylobacter jejuni de las heces de las aves. Además, han utilizado estos mismos bacteriófagos para tratar a los animales ya infectados.

Una de las principales motivaciones de la investigación responde a la importancia de la lucha de patógenos en el primer eslabón de la producción ganadera, en este caso en las granjas avícolas. Para Rainer Engerlhardt, experto canadiense, «la intervención en este punto debe ser más eficaz? para que la seguridad de los alimentos quede garantizada». Y es que según datos recientes de las principales autoridades de seguridad alimentaria de la UE y de EEUU la incidencia de intoxicaciones por Campylobacter sigue siendo alta, y crece la preocupación además porque el patógeno también ha empezado a demostrar resistencias a determinados antibióticos comunes, entre los que se encuentran las fluoroquinolonas.

Según un informe de la EFSA presentado a principios de 2007 sobre las resistencias a antibióticos procedentes de animales de granja y alimentos de origen animal, el 80% de las bacterias testadas fueron resistentes a antibióticos usados para tratar enfermedades en humanos. Con proyectos como el recientemente estrenado se espera que el uso de bacteriófagos abra las puertas a nuevas estrategias en este tipo de infecciones.

Intoxicaciones

Junto con Salmonella, Campylobacter es la más común de las formas de intoxicación alimentaria, con millones de afectados en todo el mundo cada año
Los principales síntomas de infección por Campylobacter son diarrea severa, vómitos, dolor abdominal y fiebre. La carne poco cocinada, especialmente aves de corral, constituye una de las principales vías de infección, y es muy difícil identificar si la carne está infectada a simple vista. Campylobacter comparte con Salmonella el protagonismo en cuanto a incidencia de intoxicaciones alimentarias se refiere.

Presentes de forma especial en aves de corral y productos aviares, son las responsables de la mayoría de toxiinfecciones registradas en la UE y en EEUU. Se trata, según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), de dos de los géneros con una capacidad más elevada para colonizar una mayor variedad de huéspedes. En EEUU, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) clasifica la intoxicación por Campylobacter como una de las causas bacterianas más comunes de enfermedad diarreica en el país.

LAS AVES COMO FOCO

Desde el CDC identifican las aves de corral como el principal medio de transmisión a los humanos, y se estima que se encuentra en todas las aves porque se infectan a través de las aves adultas y del agua que beben. En las personas, la transmisión se produce a partir de alimentos poco cocinados. Un estudio sobre la fuente de la bacteria patogénica en granjas avícolas realizado por expertos del Servicio de Investigación Agrícola estadounidenses (ARS) concluía en 2005 que la bacteria puede contaminar los pollos vivos durante el proceso de producción y de transporte.

Microbiólogos del Centro Richard B. Russel de Investigación Agrícola, en Georgia, analizaron la bacteria antes y después de que las aves muertas fueran escaldadas, una fase que los expertos consideran esencial en el procesamiento de las aves.

Según los expertos, se detectó el mismo tipo de Campylobacter en las muestras de las aves muertas y de los sistemas respiratorios. La investigación advertía además que la bacteria en el aire puede ser inhalada por los pollos vivos durante la producción y el transporte, lo que implica que se hayan detectado altos niveles de bacteria en el sistema respiratorio de las aves antes de iniciar el procesamiento.

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