Imagen: Mogens PetersenGran parte de los alimentos que compramos -y consumimos- a diario se comercializan en bolsas o envases plásticos. Algunos son aptos para calentar la comida dentro de ellos en el microondas. Pero otros no. ¿Cómo diferenciarlos? ¿Cómo podemos saber que un envase es seguro? Se lo preguntamos a José Ángel Garde, técnico del centro tecnológico AINIA y especialista en I+D+i de envasado de productos alimentarios, envasado activo, funcionales y materiales biodegradables. Estas son las 10 claves.
- 1. Comprar los envases en establecimientos que nos den garantía y confianza.
- 2. Deben ir acompañados de términos como «para contacto con alimentos» o indicación específica de su empleo (máquina de café, cuchara sopera o el anagrama de la copa y el tenedor), excepto en los objetos claramente destinados a entrar en contacto con alimentos.
- 3. Antes de utilizarlos, asegurarse de que el envase no se encuentra dañado. Si tuviera algún defecto o imperfección, es mejor retirarlo.
- 4. En la base de los materiales plásticos se indican sus usos mediante símbolos inequívocos cuando es apto para el lavavajillas, microondas o congelador.
- 5. No se pueden utilizar los envases de forma indiscriminada. El peligro viene a partir de la exposición reiterada del alimento en contacto con un envase cuyo material no es el adecuado: podrían migrar sustancias tóxicas al alimento.
Imagen: Mogens Petersen
- 6. En el caso de los platos preparados, el fabricante ya se ha cerciorado de que el envase cumple los requisitos de seguridad alimentaria en las condiciones indicadas en el envase. Hay que seguir las recomendaciones de uso.
- 7. Seguir las instrucciones de manipulación que incluyen los envases al comprarlos, tanto en tiempo como en condiciones de temperatura recomendados. Lo idóneo es que estén grabadas en el envase, pero si se encuentran fuera, se recomienda guardarlas para futuras consultas.
- 8. Los alimentos que vienen embolsados y semipreparados para ser cocidos o calentados en el microondas o al baño maría, por lo general, han sido testados por el fabricante y su empleo es seguro, siempre que se sigan con exactitud las instrucciones y no se reutilicen.
- 9. No calentar en microondas, horno o al baño maría con bolsas que no han sido diseñadas para ello.
- 10. Hay que exigir a las empresas que los materiales cumplan con las buenas prácticas de fabricación, para que no transfieran sus componentes o sustancias a los alimentos en cantidades que puedan representar un peligro para la salud humana o provocar una alteración de las características organolépticas de los alimentos.