De la AESAN a la AECOSAN

Nace la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) para el refuerzo de la seguridad alimentaria
Por Marta Chavarrías 6 de febrero de 2014
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Imagen: Lars P.

Hace unos días se hacía pública la creación de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), fruto de la fusión entre la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) y el Instituto Nacional de Consumo (INC). El objetivo primordial de la nueva agencia es continuar con el trabajo que ambos organismos estaban realizando, pero de forma conjunta. La seguridad de los alimentos y, por tanto, la protección de la salud de los consumidores, continúa siendo el centro de atención. El artículo explica cuáles serán las nuevas funciones de la AECOSAN y cuál es el papel de las agencias de seguridad alimentaria.

En septiembre de 2002 empezaba su andadura la entonces llamada Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESA) con una clara finalidad: que el riesgo en el consumo de alimentos fuera cero. La creación de este organismo respondía a varios factores, como los cambios en los hábitos de consumo (como la sustitución de alimentos tradicionales por comidas preparadas) o por la aparición de procesos tecnológicos que permitan la creación de alimentos con una vida útil más larga. Debe tenerse en cuenta que el nacimiento de la AESA, así como las agencias autonómicas, tiene que ver mucho con la crisis del mal de las vacas locas, que hizo tomar conciencia, por parte de todos los agentes implicados, en temas sobre seguridad alimentaria, entre los que destacaron la prevención, la formación y la información. Desde entonces ha sido mucho el trabajo realizado, primero por la AESA que, más tarde, en 2006, pasó a llamarse AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición). Un trabajo que continúa ahora con la recién estrenada AECOSAN.

Funciones de la AECOSAN

Ya desde sus inicios, la AESA ejercía funciones de asesoramiento científico-técnico, de planificación y coordinación en temas de seguridad alimentaria, sobre todo en momentos de crisis. El objetivo era, y aún es, garantizar la seguridad de los alimentos y, por tanto, la protección de la salud de los consumidores. Ahora, la unión entre los dos organismos quiere reforzar aún más esta labor, no solo en el ámbito nacional, sino en la Unión Europea. Ambos ejercían, por separado, funciones similares en cuanto a control de los alimentos. Ahora, se unen criterios y esfuerzos y se simplifican gestiones. Según la AESAN, las funciones serán:

  • Promover y fomentar los derechos de los consumidores.

  • Ofrecer información para promover la seguridad alimentaria.

  • Planificar estrategias que incluyan labores de información y educación de la nutrición.

Además de todas estas funciones, está previsto que dependan de él los tres laboratorios de referencia, la Agencia el Centro Nacional de Alimentación (CNA), el Laboratorio de Referencia Europeo de Biotoxinas de Vigo y el Laboratorio Arbitral de Consumo, todos con competencias en el control de productos alimentarios. Dentro de este control se incluyen el análisis de control, la elaboración de normas y métodos de análisis para residuos, contaminantes, microorganismos o agentes zoonóticos. Está previsto además que la AECOSAN cuente con un comité científico, encargado de llevar a cabo la evaluación de riesgos, es decir, el asesoramiento científico y el análisis de datos.

La evaluación de riesgos incluye la identificación del factor de peligro, es decir, cuáles son los agentes biológicos, químicos o físicos perjudiciales; la caracterización del factor de peligro; la determinación de la exposición; y la caracterización del riesgo.

El papel de las agencias de seguridad alimentaria

A principios de 2000 se establecieron los principios en los que se basa la política de seguridad alimentaria. El fundamental es el concepto fijado «de la granja a la mesa», en el que se incluyen conceptos como transparencia, análisis y prevención con el fin de proteger a los consumidores y de garantizar la circulación de alimentos seguros y de calidad. En la Unión Europea el organismo que se encarga de que esto sea así es la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Cada país, además, cuenta con un organismo similar y, en el caso de España, las comunidades autónomas han creado sus propias agencias de seguridad alimentaria. Para todas ellas, se trata de promover el concepto de seguridad alimentaria en toda la cadena, incluida la sanidad animal y vegetal.

Esta necesidad de implantar mecanismos de control sobre los alimentos en la UE nace en el año 2000, sobre todo con la aparición de las crisis alimentarias, como la de las vacas locas o las dioxinas en pollos. Estas crisis evidenciaron la necesidad de aumentar el control sobre la producción de los alimentos en todas sus etapas. Desde la Agencia de Normas Alimentarias británica (FSA), la Agencia Francesa de Seguridad Sanitaria de los Alimentos (AFSSA), a la entonces Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESA), creada en julio de 2001, y posteriormente las agencias autonómicas, el objetivo de todas ellas es dotar a la seguridad alimentaria de un enfoque técnico-científico a la producción de alimentos, desde los primeros momentos de la producción hasta que los adquiere el consumidor.

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