La pesquería de la anchoa termina el próximo mes y desde que comenzó la temporada, en marzo, los pescadores del Cantábrico sólo han recogido 150.000 kilos, según informa Grupo Consorcio, fabricante de conservas de anchoa, en un comunicado.
Esta compañía recuerda que desde 2001 los expertos vienen alertando de la desaparición de esta especie sino se cierran los caladeros durante un tiempo. «Con la pesquería en la situación que se encuentra, todo parece apuntar que lo más aconsejable sería una parada biológica, aunque en el caso de que todavía hubiera recursos, se podría tomar alguna medida menos drástica, como la veda estacional».
Actualmente, su biomasa es aproximadamente menor de la mitad de 21.000 toneladas, límite que asegura la sostenibilidad de la especie. Expertos de Grupo Consorcio advierten de que «en situaciones de escasez, como la actual, hay que prevenir de los riesgos de su explotación tanto para el propio futuro de la población como para salvaguardar el alimento de otras especies marinas».
La veda sólo la puede decretar la Unión Europea, desde que en 1992 se firmara el acuerdo de Arcachón. En él se establece un intercambio de cuotas pesqueras por el que España cede a Francia 9.000 toneladas de su cuota de anchoa a cambio de 2.500 toneladas de merluza, 2.400 de gallo, 500 de rape y otras 500 de gallineta.