Los temores de una pandemia de gripe aviar se mantienen inalterables entre las autoridades sanitarias internacionales. Hace sólo unas semanas la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertaba de la posibilidad de que se desatara una pandemia de la enfermedad, que ha afectado ya a miles de granjas avícolas de Asia, especialmente en Vietnam. Nuevos estudios, publicados recientemente en Nature y Science, confirman que se ha detectado el virus de la gripe aviar en miles de aves silvestres muertas en el lago Oinghai, en China.
El virus de la gripe aviar, el denominado H5N1, ha sido considerado como altamente patógeno. Según datos de la Organización Internacional de Epizootias (OIE) este virus es el responsable de miles de muertes de aves en 10 países (Camboya, República Popular de China, Hong Kong, Indonesia, Japón, Corea, Laos, Malasia, Tailandia y Vietnam), concretamente ha obligado a sacrificar más de 140 millones de pollos en un intento de frenar su expansión. La situación, lejos de llegar a una posible vía de solución, tiende a complicarse. Algunas de las revistas científicas más prestigiosas, entre ellas Nature y Science, han publicado recientemente informaciones que invitan a ser cautelosos ante la presencia de este virus.
Desde 2003, el virus se ha extendido por diez países asiáticos y ha provocado la muerte de 54 personas, según la OIE. Hasta ahora, el virus se había localizado en aves salvajes que se encontraban cerca de explotaciones avícolas infectadas. Ahora, sin embargo, los expertos confirman que el virus se ha extendido a zonas lejanas, concretamente en el lago Oinghai, una reserva natural de China donde se concentran especies de aves procedentes de zonas tan remotas como Liberia, India, Australia y Nueva Zelanda. A finales de junio, el virus había acabado ya con miles de aves, en su mayoría gansos hindúes.
En una reciente reunión en la que han participado expertos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la OIE se ha alertado del papel que juega la fauna silvestre. Para los expertos, la aparición de casos de gripe aviar en nuevas zonas, lejanas a las zonas asiáticas afectadas hasta ahora, demuestra que los animales silvestres pueden desempeñar una papel fundamental en la propagación de la enfermedad. Por este motivo, la FAO es partidaria de «estrechar la vigilancia y las medidas de vigilancia, como el alejamiento de las aves silvestres de los animales domésticos y la vacunación de las aves de corral en las áreas de riesgo».
Más investigaciones
Los expertos consideran que hay que controlar la enfermedad de la gripe aviar en su fase inicialLos expertos que han alertado de la extensión de la enfermedad, procedentes de varias universidades e instituciones chinas, han aislado el virus H5N1 en tres especies distintas de aves y han concluido que el virus detectado presenta diferencias genéticas con el virus que ha infectado a seres humanos en Vietnam. Esto podría significar que el virus ya ha sufrido algún tipo de mutación en las aves migratorias. Para completar el vacío que aún envuelve estos y otros problemas, las tres organizaciones internacionales advierten que son necesarios más fondos y una investigación más rigurosa para controlar el virus.
En concreto, las tres organizaciones destacan que es necesario investigar más a fondo el papel del ganado porcino. En opinión de Joseph Domenech, jefe del Servicio de Sanidad Animal de la FAO, es recomendable criar a los cerdos separados de otras especies animales, e incluirlos en los planes de vigilancia en el caso de que se detecten casos en las aves domésticas. Hace unos meses, la revista Nature publicaba las conclusiones de un estudio que confirmaba que el temor de que el virus podía saltar a otras especies quedaba sentenciado en Indonesia.
Entonces, expertos de la Universidad de Airlangga, en Java, confirmaban la presencia del virus de la gripe aviar en ganado porcino. La presencia de este virus en cerdos es, según los expertos, especialmente preocupante si se tiene en cuenta que los cerdos pueden actuar como «recipientes» tanto del virus aviar como de otro virus que pueda afectar a los seres humanos. En el estudio, los expertos, dirigidos por la especialista en virología Chairul Nidom, aseguraban que existen distintos signos de que el virus pueda extenderse entre el ganado porcino.
En opinión de Nidom, los cerdos afectados no presentaban síntomas de la enfermedad, por lo que el análisis de toda la cabaña ganadera porcina del país se plantea ahora como medida esencial para prevenir mayores riegos. A pesar de todo, Nidom lamenta que el control de todos los cerdos sea, hoy por hoy, algo inviable, y alerta que los cerdos son una fuente potencial de riesgo de «transmisión a los humanos» incluso mayor que el ganado avícola. Ahora, los responsables del estudio del que se hace eco Nature esperan que las autoridades de Indonesia y las organizaciones responsables de la sanidad animal y de la alimentación actúen con celeridad.
El riesgo aumenta
La puerta queda de nuevo abierta a la extensión de la enfermedad a humanos, una posibilidad anunciada por la OMS en 2003. Entonces, el virus se aisló por primera vez en cerdos destinados a consumo humano y se comprobó la facilidad con que los virus mutan su material genético y su alta capacidad de adaptación. Aún se desconocen los efectos del virus H5N1 sobre el organismo humano, aunque los peores presagios de la OMS son que se combinen en un mismo portador con el virus de la gripa humana. En el caso de que los dos virus se extiendan entre el ganado porcino y alcancen a la población humana, podría provocar una «importante mortalidad», aseguran los expertos de la OMS.Los expertos internacionales sanitarios aseguran que cada vez existen más indicios de que la especie humana podría servir de «tubo de ensayo», al menos para algunos de los 15 subtipos de virus de la gripe aviar que circulan entre las poblaciones de aves. La información científica de la que se dispone hasta ahora confirma que la cepa gripal A puede intercambiar el material genético y fusionarse. El peligro de infección humana por el virus de la gripe aviar centra ahora la atención de los expertos. En este sentido, científicos de la OMS aseguran que se cuenta con una red mundial de vigilancia que permite diagnosticar, con rapidez y eficacia, las cepas del virus en animales y en humanos.
A pesar de estos avances, las pruebas carecen de la precisión de los análisis más sofisticados que se requieren para identificar los casos más recientes y determinar si la infección humana se está propagando, directamente desde las aves o entre las personas, reconoce la OMS.
Los últimos acontecimientos con respecto a la gripe aviar han obligado a las autoridades internacionales en materia de sanidad animal y humana a aprobar nuevas medidas de contención de la enfermedad. La última de ellas, aprobada el pasado 6 julio, es un plan estratégico que pretende reducir el riesgo de transmisión del virus de la gripe aviar desde las aves de corral a los seres humanos.
Para poder aplicar este plan es necesario contar con más fondos, reconocen la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización Internacional de Epizootias (OIE) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En un intento de afinar las medidas de control de la gripe aviar, los expertos han puesto especial énfasis en la necesidad de cambiar determinadas prácticas agrícolas. Son especialmente susceptibles las granjas avícolas de pequeño tamaño, así como los mercados tradicionales. En la mayoría de los casos, los recursos en estos ambientes son escasos, lo que implica que las condiciones sanitarias no sean del todo idóneas. Todo motiva un incremento del riesgo de contagia entre especies diversas, como ya se ha confirmado recientemente, y del riesgo de intercambio de material genético.
Una de las novedades del plan es la aceptación de la vacunación, uno de los temas que más debate ha motivado entre la comunidad científica para controlar el virus. Para Dewan Sibartie, vice-director del Departamento Científico y Técnico de la OIE, «la aceptación de la vacunación como herramienta adicional en el control de la enfermedad en los animales» es importante, siempre y cuando la vacuna «cumpla con las normas de la OIE y la campaña se realice bajo la supervisión del organismo», sentencia Sibartie.
Asumir todas estas iniciativas constituye una de las principales dificultades ya que la mayoría de los países afectados no cuentan con los recursos adecuados. Por este motivo, las organizaciones internacionales han hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que aporte los fondos necesarios. Para la estrategia, los expertos calculan que se necesitarán unos 100 millones de dólares, destinados a apoyar la vigilancia, el diagnóstico adecuado de la enfermedad y otras medidas. Para la sanidad pública, la OMS calcula el gasto en unos 150 millones de dólares, que cubrirían buena parte de los gastos en análisis, desarrollo de vacunas, vigilancia y campañas de información. La cifra total de recursos económicos no es nada comparable a lo que tendrían que asumir los países en el caso de desatarse una pandemia, advierten los expertos.