Bajo el lema “El etiquetado cuenta mucho”, la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) explica con una nueva campaña cuáles son las ventajas del etiquetado de los alimentos, un etiquetado que a finales de 2014 introducía algunos cambios importantes. Estas novedades son significativas porque tienen la finalidad de mejorar la información que le llega al consumidor y garantizarle un alto nivel de protección en cuanto a información alimentaria. Como parte de la iniciativa, AECOSAN ha puesto a disposición un sitio web donde se ofrece información muy amplia, con las principales novedades legislativas y lo más destacado en el campo de las etiquetas de los alimentos.
El consumidor se ha vuelto cada vez más exigente y, además de que quiere conocer cuáles son los ingredientes que contiene un determinado producto, busca un etiquetado cada vez más completo, sin olvidar conceptos tan importantes como la transparencia y la sencillez. Pero no es una tarea fácil. Según una encuesta realizada en 2013 por EROSKI CONSUMER, leer la etiqueta todavía no forma parte de los hábitos de los consumidores, ya que «solo uno de cada dos encuestados lee siempre el etiquetado de los productos». Con el fin de darle una vuelta a esta situación, en los últimos meses se han incorporado en la normativa europea sobre etiquetado (Reglamento 1169/2011) novedades destinadas no solo a facilitar la información, sino también a mejorar la forma de cómo la recibe el consumidor.
Una legislación más clara para las etiquetas
Los cambios legislativos pretenden reordenar las obligaciones del etiquetado en los alimentos
De acuerdo con este reglamento, las empresas del sector de la industria alimentaria deben empezar a tener en cuenta los aspectos destacados en la campaña con el fin de mejorar la información que le llega al consumidor. La información para este es obligatoria desde el 13 de diciembre de 2014. La información nutricional y el etiquetado lo serán a partir del 13 de diciembre de 2016 (hasta entonces, el etiquetado es voluntario). Las novedades aprobadas se refieren, sobre todo, a los ingredientes y al diseño del etiquetado y se aplican a todos los productos alimenticios, incluidos los que producen empresas de catering, así como los comercializados a distancia.
El objetivo final de las nuevas medidas legislativas ha sido, tal como se pone de manifiesto en la campaña de la AECOSAN, reordenar las obligaciones del etiquetado, corregir posibles incoherencias de la normativa, introducir mejoras en la forma de suministrar los datos obligatorios, profundizar en las responsabilidades de las distintas figuras que intervienen en el suministro de un alimento y, por último, incrementar la información sobre el contenido de nutrientes.
La importancia de los cambios en el etiquetado
Mejora de la legibilidad, denominación del alimento, información nutricional obligatoria, lista de ingredientes, mención de los alérgenos, país de origen o lugar de procedencia de la carne o identificación de la empresa son algunos de los cambios más importantes que se aplican desde finales de 2014 y de los que hace especial énfasis la campaña de AECOSAN. Destaca, además, el porqué es importante el etiquetado y menciona cuatro puntos fundamentales:
- Constituye una herramienta esencial para tener una alimentación saludable y responsable.
- Ayuda al consumidor a tomar decisiones que se adapten a sus necesidades.
- Informa sobre sustancias o productos que causan alergia. Este punto cobra especial importancia porque es la primera vez que se hace extensible la obligación de la información sobre alérgenos en los alimentos no envasados (comercio minorista y restauración).
- Ayuda a comparar productos y a elegir las alternativas más adecuadas.
Los cambios más significativos del etiquetado y que destaca la campaña son los siguientes:
- Mayor información para mejorar la elección.
- Mejora de la comprensión para evitar ambigüedades y que la etiqueta induzca a error. Por ejemplo, en el caso de las listas de ingredientes, se ha mejorado de manera clara y concreta la forma de cómo se muestran para que la información que transmite sea clara y fiable: siempre deben figurar en orden decreciente de peso y el nombre de cada uno de ellos debe darse de acuerdo con los criterios determinados para la denominación de los alimentos.
- Letras más grandes (1,2 mm para envases de más de 80 cm2 y de 0,9 mm para envases menores de 80 cm2).
- Información nutricional obligatoria (valor energético, grasas, grasas saturadas, hidratos de carbono, proteínas, azúcares y sal). Esta información puede completarse con otra voluntaria como son los ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, polialcoholes, almidón, fibra alimentaria, vitaminas o minerales. Esta información debe aparecer agrupada para que sea fácil de consultar.
- Unificación de datos y nomenclaturas. Este apartado es especialmente importante cuando se fija la denominación de venta de los alimentos, ya que es necesario contar con una definición clara de conceptos sin dejar de cumplir con la legislación alimentaria.
- Información obligatoria en productos envasados y no envasados.
Durante la campaña, que arrancó el pasado 20 de julio y finalizó el 31 de julio, además de explicar las principales novedades como las descritas, añade una infografía mediante la cual se aclara, de manera muy gráfica y sencilla, cómo se estructura una etiqueta y dónde se encuentran las distintas informaciones (a modo de simulación, teniendo en cuenta que hay otras opciones).
La información de la campaña se estructura en diversos apartados y cada uno de ellos detalla los aspectos más destacados: ventajas del etiquetado, la información obligatoria, la información nutricional, alergias e intolerancias alimentarias, las novedades, el etiquetado de un vistazo (la infografía citada), preguntas y respuestas y un apartado con la opción de descargar material divulgativo, folletos o cuadros con información nutricional.