Los pros y contras del aspartamo

Los numerosos estudios sobre el aspartamo, un aditivo edulcorante, concluyen que es inocuo para los usos a los que está destinado
Por Natàlia Gimferrer Morató 30 de mayo de 2011
Img glutamato
Imagen: Wikimedia

El aspartamo es una sustancia química con un enorme poder edulcorante. Es unas doscientas veces más dulce que el azúcar convencional, pero apenas aporta calorías. En la actualidad, es uno de los edulcorantes más utilizados en todo el mundo y forma parte de alimentos como bebidas, dulces, postres, derivados lácteos, chicles, productos dietéticos y edulcorante de mesa, entre otros. En los últimos treinta años, el aspartamo ha estado sujeto a una gran cantidad de estudios para determinar su seguridad como aditivo alimentario. Todos han concluido que es inocuo para los usos a los que está destinado.

A raíz de diversas publicaciones científicas sobre posibles nuevos efectos adversos, persiste la preocupación pública sobre la inocuidad del aspartamo, promovida en muchos casos por las falsas publicaciones que circulan sobre este aditivo. Consciente de ello, en mayo de 2010, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) convocó su Foro Consultivo, integrado por miembros de las distintas agencias nacionales, para valorar qué hacer al respecto. Este grupo de expertos confirmó durante el año pasado la validez de todos los dictámenes publicados por la EFSA sobre la inocuidad del aditivo, aunque no descartó que su consumo pueda conllevar algunos efectos adversos, como alergia, trastornos intestinales o pérdida de memoria.

En este mismo camino, la Agencia Británica de Normas Alimentarias (FSA) ha decidido llevar a cabo un ensayo clínico para investigar las posibles reacciones de sensibilidad al aspartamo que declaran algunas personas cuando consumen alimentos que lo contienen. Este estudio, aún en marcha, verifica reacciones adversas y podría servir para orientar nuevos estudios toxicológicos del aspartamo. La Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria francesa (ANSES) también trabaja en un estudio acerca del riesgo y beneficio nutricional de los edulcorantes autorizados, con el fin de elaborar recomendaciones para los grupos vulnerables.

¿Es inocuo el aspartamo?

La última evaluación del aspartamo data del año 2000 y la elaboró el Comité Mixto en Aditivos Alimentarios (JECFA) de la FAO/OMS. El Comité estableció en la evaluación del año 1980 una ingesta diaria admisible de 0-40mg/kg de peso corporal y día. Este dato se estimó a partir de la dosis que no causa efectos adversos detectables (NOAEL). El Comité declaró que no hay datos que demuestren que el aspartamo sea cancerígeno. Añadió que también se evaluaron varios estudios realizados a diferentes grupos de población, como personas adultas, adolescentes, personas obesas o diabéticos, y en ninguno se hallaron datos de efectos toxicológicos significativos. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y su predecesor, el Comité Científico de Alimentación (SCF), confirmaron durante los años 1984, 1988, 1997, 2002, 2006 y 2009 la seguridad e inocuidad del aspartamo como aditivo alimentario. Este grupo de científicos, por tanto, concluyó que no hay necesidad de revisar la ingesta diaria admisible de este aditivo.

Varios estudios realizados en años distintos han demostrado la seguridad e inocuidad del aspartamo como aditivo alimentario

Sin embargo, durante el año 2010 se publicaron dos estudios que no aportaban los mismos datos. Uno se centraba en su efecto cancerígeno en ratones, realizado por el Instituto Ramazzini de Bolonia (Italia), y el otro es un estudio epidemiológico acerca de la asociación entre el consumo de bebidas carbonatadas que contienen edulcorantes y un aumento de la frecuencia en los partos prematuros, llevado a cabo por expertos daneses.

El primer estudio indica un notable aumento de la incidencia de tumores hepáticos y pulmonares en los ratones machos, pero para la EFSA estos datos no permiten afirmar que el aspartamo sea cancerígeno. Critica la metodología del estudio y argumenta que no sigue los protocolos establecidos y que los ratones utilizados en el experimento tenían una elevada tasa de tumores pulmonares y hepáticos espontáneos.

En el segundo estudio, se evalúa la relación entre el consumo de bebidas refrescantes y los partos prematuros, ya que es un hecho real. En esta ocasión, la EFSA considera que el estudio está bien elaborado, pero añade que solo permite establecer una asociación entre el consumo de edulcorantes de las bebidas y el riesgo de un parto prematuro, pero no lo considera una relación causal. Defiende la hipótesis de que el metanol que contiene el aspartamo puede provocar una hipertensión en la madre y añade que en la mayoría de los casos las bebidas refrescantes llevan en su composición más de un aditivo, con lo que no se puede señalar al aspartamo como el único causante directo.

Su composición química

El aspartamo está compuesto por el ácido L-apspartico y el L-fenilalanina y un grupo metilo. Durante la digestión, una hidrólisis lo rompe y se liberan los dos aminoácidos en forma de metanol. Este se absorbe y pasa al torrente sanguíneo. La fenilalanina es uno de los denominados aminoácidos esenciales, es decir, que el cuerpo no puede fabricar y los debe obtener de los alimentos. El ácido aspártico no es un aminoácido esencial, ya que el cuerpo lo puede fabricar a partir de otros aminoácidos. No obstante, estas no son razones de peso, puesto que un vaso de leche contiene seis veces más fenilalanina y trece veces más ácido aspártico que un vaso de refresco edulcorado.

La fruta madura, los zumos de fruta y las legumbres contienen pequeñas cantidades de metanol o de sustancias que, igual que el aspartamo, se convierten en metanol durante la digestión. En definitiva, el aspartamo resulta ser un aditivo prescindible en cuanto a composición química.

LA ALTERNATIVA NATURAL

En ocasiones, el aspartamo se conoce como “el dulce veneno”. Como alternativa a este confuso aditivo, se ha desarrollado la “dulce revolución”. En la naturaleza se forma la “Stevia rebaudiana”, una hierba originaria de Paraguay que ya se cultiva en casi todo el mundo. La estevia es un edulcorante natural y acalórico, con una potencia 300 veces superior al azúcar de mesa. Su poder edulcorante se debe a sus principios activos no fermentativos, denominados esteviósidos. Este vegetal tiene propiedades medicinales, como antiácida, diurética, digestiva, antibacteriana bucal, hipoglucemiante (disminuye el nivel de azúcar en sangre) e hipotensora (disminuye la tensión arterial). Es recomendable tomarla como infusión por sus efectos medicinales y, como sustitutivo del azúcar convencional o de los edulcorantes sintéticos, se consume también en formato líquido o en polvo.

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