Llegan las fechas navideñas y con ellas el consumo de uno de los dulces más típicos de estas fiestas que satisfacen los paladares de los más golosos: los turrones. Considerado por muchos como el rey de las Navidades, este dulce ha pasado de ser o duro o blando a contar con un sinfín de modalidades que en los últimos años han permitido hacer una larga lista de variedades. Con una fuerte estacionalidad en cuanto a su consumo -aunque cada vez menos-, el turrón genera dudas sobre cuándo caduca o cuál es la mejor manera de conservarlos. El artículo explica cuáles son los que más duran y en qué condiciones deben almacenarse.
El turrón comparte espacio en las mesas con los mazapanes, los polvorones y el roscón de Reyes durante las celebraciones navideñas. En España, este dulce hace referencia sobre todo a la repostería tradicional de Jijona o Alicante, ciudades que han dado nombre a las clases de turrón más famosas.
El turrón es la masa que se obtiene por cocción de miel y azúcares, con o sin clara de huevo o albúmina, a la que se incorporan almendras tostadas, peladas o con piel, tal como define el Real Decreto 1787/1982. También se le pueden añadir otros frutos secos y se puede sustituir la miel por azúcares.
En el turrón blando, la almendra (que puede reemplazarse por avellanas, nueces, piñones y otros frutos secos) se muele y se mezcla con el resto de ingredientes. Se incluyen en esta categoría los de yema, crema, fruta, coco, praliné o chocolate. En el duro, la almendra se mezcla entera con el resto de ingredientes. Pese a las variedades, la almendra es el ingrediente estrella del turrón. En función de los porcentajes mínimos de almendra, tanto los turrones blandos como los duros se clasifican en calidad Suprema, Extra, Estándar o Popular.
Cuánto dura el turrón y cómo conservarlo
La vida útil del turrón ronda los 15-18 meses tras su fabricación
La vida útil del turrón depende sobre todo de la variedad, si bien ronda los 15-18 meses tras su fabricación. El turrón de Jijona dura más que el de Alicante, porque el aceite de la almendra favorece la conservación. Es importante fijarse en la etiqueta y leer la fecha de caducidad de cada barra de turrón para saber cuándo caduca; deberán elegirse los que se encuentran más lejos de la fecha de compra. También es fundamental ver la cantidad de almendra que contiene, ya que cuanto más elevada sea, se considerará de mayor calidad.
- Mejor adquirir el turrón en grandes porciones que en pequeñas para evitar que se seque.
- Antes de abrir el envase es preferible guardarlo en la nevera y sacarlo un poco antes de consumir para que se destilen los aceites de la almendra y le proporcionen su textura particular.
- Una vez abierto, se almacenará en un lugar fresco, seco y sin luz bien tapado. De esta manera, se evitará que se ponga blando.
- Es preferible conservarlo en el mismo envase en el que se comercializa.
- A la hora de la compra, deberán rechazarse los que tengan el envase roto o en mal estado.
- Debe tenerse en cuenta que el turrón de Jijona, si se almacena a temperatura ambiente y ésta es un poco elevada, puede soltar aceite de las almendras, lo que significa que cuando se coma estará más blando y aceitoso. No se ha estropeado y es apto para el consumo.
Mazapanes y polvorones
Además de los turrones, otros dulces muy típicos de la Navidad son los polvorones y los mazapanes, junto con los anises o las almendras garrapiñadas o peladillas.
El polvorón se incluye en la gama de los mantecados, aunque se diferencia en que se usan almendras para elaborarlos. La cantidad de almendra que se emplee es la que determina la denominación (Extra, Suprema, Estándar y Popular). Para hacerlos se mezcla harina, azúcar, grasa animal y almendras molidas, y después se añaden otros ingredientes como coco rallado, chocolate o canela. A menudo se recubren con azúcar en polvo o glasé.
Los mazapanes se obtienen con el amasado, con o sin cocción, de almendras crudas, peladas y molidas con azúcares. Puede o no rellenarse o recubrirse con preparados de pastelería, siempre que se indique si es la cobertura o el relleno. Es habitual que se presenten en pequeñas figuras de distintas formas.