Un estudio sobre el despilfarro de alimentos en la Unión Europea calcula que se pierden alrededor de 89 millones de toneladas de alimentos al año. Cada europeo desperdicia unos 179 kilos anuales y lo hace en todos los escalones de la cadena alimentaria, según revela el último estudio de la UE al respecto, que no incluye los desperdicios procedentes del sector agrícola, ganadero y pesquero. Según el Parlamento Europeo, una cantidad creciente de alimentos seguros y comestibles se convierten en residuos.
Este problema de sostenibilidad no solo lo es desde el punto de vista medioambiental, sino que tiene repercusiones económicas, nutricionales, sanitarias y sociales, ya que casi 80 millones de europeos viven debajo del umbral de la pobreza y más de 900 millones, según datos de la FAO, corren riesgo de desnutrición en todo el mundo. La cifra se dispara si se tienen en cuenta las previsiones de aumento de la población mundial en los próximos años, las cuales estiman que se necesitarán alrededor de un 70% de envasado.
Muchos alimentos se consideran residuos, incluso cuando están en perfectas condiciones para consumirse
Respecto a la confusión en torno a la definición de las expresiones «despilfarro de alimentos» y «residuo alimentario«, por la primera se entiende el conjunto de productos alimenticios descartados de la cadena agroalimentaria por razones económicas o estéticas o por la proximidad de la fecha de caducidad. No obstante, aún son comestibles y están en condiciones para destinarse al consumo humano aunque, a falta de un posible uso alternativo, se eliminan y se generan efectos negativos desde el punto de vista del medio ambiente y económico.
El Parlamento toma nota de que en Europa se carece de una definición armonizada de este concepto y solicita, por tanto, que se presente una propuesta legislativa que lo defina y clasifique, así como que en la normativa vigente sobre la definición de los residuos se incluyan también los residuos alimentarios de origen agrícola. La agricultura, por sus características, puede desempeñar un papel fundamental y de avanzadilla en la lucha contra el despilfarro de alimentos.
Etiquetado especial
Entre las acciones concretas para reducir el despilfarro, se propone el etiquetado con doble restauración y del catering son responsables del 14% del total del despilfarro por la obligación de hacer porciones individuales, por el excesivo dimensionamiento de stocks y por las preferencias.
La Unión Europea ha solicitado que 2013 sea el Año Europeo contra el Despilfarro de Alimentos, como un importante instrumento de información y promoción para sensibilizar a los ciudadanos europeos y llamar la atención de los gobiernos nacionales sobre este importante tema, con vistas a la concesión de fondos adecuados a los retos que deben afrontarse en el futuro próximo.
Las bruscas oscilaciones de los precios de los productos básicos agrícolas, además de algunas deficiencias observadas durante los últimos años en el mercado alimentario (falta de transparencia o distorsión) suscitaron inquietudes tanto en el sector como en las autoridades acerca del buen funcionamiento de la cadena alimentaria. Un estudio previo de seguimiento realizado por la Comisión Europea demostró que estas inquietudes estaban justificadas y concluyó, según revela un comunicado de 2009, que es importante ejercer una vigilancia constante sobre este tema, así como buscar soluciones para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria en Europa.
Ahora, los responsables europeos proponen adoptar medidas urgentes para frenar el desperdicio de alimentos con la aplicación de estrategias de mejora de la eficiencia de la cadena alimentaria dentro de la UE a través de todos sus eslabones.