Los centros escolares son uno de los lugares donde es importante fomentar unos correctos hábitos higiénicos, como el lavado de manos, para prevenir infecciones alimentarias. Conscientes de esta importancia, el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) acaba de presentar unas guías destinadas a las autoridades de salud y comunidades escolares con medidas preventivas que dan apoyo al control de enfermedades gastrointestinales, en concreto provocadas por norovirus. El artículo da algunas pistas sobre cómo es mejor prevenir el norovirus en escuelas y destaca la importancia de la limpieza.
La presencia de norovirus en alimentos es una de las causas más frecuentes de gastroenteritis en todo el mundo, sobre todo en la población infantil. El norovirus tiene unas características epidemiológicas que promueven un alto índice de infectividad y transmisión. Numerosos estudios apoyan, como uno de los métodos más eficaces para su prevención, la higiene de manos (lavado con agua y jabón y secado). Un estudio realizado en 2010 por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades estadounidense (CDC) señalaba que el factor responsable de la mayor parte de las infecciones alimentarias es la escasa adopción de pautas higiénicas a la hora de manipular alimentos, como no lavarse las manos después de ir al baño.
Esta infección está presente también en centros escolares y guarderías. Con el fin de prevenir y erradicar su presencia, el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) ha elaborado una guía con recomendaciones para el control de brotes de gastroenteritis en escuelas.
Prevenir norovirus en escuelas; el lavado de manos
Una de las formas de controlar y erradicar norovirus es el lavado de manos
El norovirus es una enfermedad muy contagiosa cuyos síntomas más comunes son diarrea, vómitos y dolor de estómago. Puede propagarse de forma rápida en lugares cerrados como guarderías. Las personas suelen infectarse tras ingerir alimentos o beber líquidos contaminados con norovirus, o por el contacto con superficies u objetos contaminados. El informe Prevención de la infección por norovirus en escuelas y guarderías aborda las cuestiones relativas a la capacidad de infección y transmisión del norovirus en estos entornos, y cuáles son las intervenciones más adecuadas para prevenirla.
Así, plantea cuestiones sobre cuál es el método más eficaz de lavarse y secarse las manos, el papel de los productos desinfectantes, el uso de guantes, las normas adecuadas de higiene alimentaria, cómo gestionar la ropa sucia o la aplicación de un programa de limpieza adecuado para el centro escolar, entre otras.
Una de las formas más eficaces de controlar y erradicar el norovirus es el lavado de manos. Las guías ofrecen recomendaciones sobre cómo debe realizarse en el entorno escolar:
Los fregaderos deben estar equipados de jabón líquido y toallas de un solo uso y deben estar accesibles a los niños más pequeños
Las manos deben lavarse de acuerdo con el protocolo de la Organización Mundial de la Salud (OMS): se deben mojar con agua tibia, aplicar jabón en todas las zonas, enjuagar y secar bien con una toalla de papel.
Los geles de alcohol destinados a desinfectar las manos solo deben usarse cuando no se dispone de las instalaciones de lavado de manos (en excursiones, por ejemplo). Debe tenerse en cuenta que estos geles no son eficaces si las manos están muy sucias, según el informe.
Deberán controlarse los niños menores de cuatros años que vayan a lavarse las manos.
Deberá informarse a los niños y personal cuándo es el momento de lavarse las manos: después de ir al baño, antes y después de manipular alimentos, después de jugar, de estornudar o sonarse la nariz.
No se recomienda el uso de secadores de aire caliente en el ámbito escolar porque puede producirse un mal cumplimiento y un secado insuficiente. En este sentido, un reciente estudio realizado por la Universidad de Westminster, en el Reino Unido, revela que el uso de secadores de manos de aire caliente «aumentan un 254% la contaminación bacteriana». Postula como opción más higiénica el uso de toallas de papel, que «reducen la contaminación bacteriana en un 77%».
La limpieza de superficies y zonas específicas
Otro de los puntos clave para la prevención de norovirus en escuelas es la limpieza de superficies y de zonas concretas, como los baños:
Los baños deben limpiarse cada día.
El acceso a las zonas donde se preparan alimentos debe limitarse al personal preparado para ello.
Los manipuladores deben recibir formación en materia de higiene y seguridad de los alimentos de acuerdo con el Sistema de Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos (APPCC).
Se recomienda el uso de distintas esponjas y otros utensilios de cocina según el área que se vaya a limpiar.
Es recomendable limpiar grifos, tiradores de puertas y otros accesorios a diario, así como juguetes y otros objetos que estén en contacto directo con los niños.
Según el informe europeo, deben tenerse en cuenta también otras especificaciones en la prevención de norovirus, como calentar la comida por encima de los 70ºC, conservarla fría por debajo de los 5ºC.