La Unión Europea cuenta con varias herramientas que garantizan que los alimentos que circulan por los distintos Estados miembros son seguros. Una de ellas es la red RASFF, mediante la cual es posible que se intercambie, de forma rápida, toda la información cuando se detectan riesgos en la cadena alimentaria humana y animal. Cada año se recogen los datos sobre las principales incidencias que han ocurrido. Según el último informe, las notificaciones durante 2012 han descendido respecto al año anterior. El artículo detalla en qué consiste este intercambio de información y los tipos de notificaciones que hay.
En 2012 se recogieron un total de 8.797 de notificaciones, un 3,9% menos que las registradas en 2011. Según el último informe anual publicado por el Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la UE (RASFF), «el 50% de las notificaciones se refieren alimentos y piensos que han sido rechazados en las fronteras comunitarias por el riesgo que presentaban para la seguridad alimentaria». El RASFF constituye una herramienta eficaz para el seguimiento de riesgos e incidentes, de manera que, cuando se detecta un problema en cualquier frontera de un país europeo, se pone en marcha un protocolo de actuación: la Comisión avisa a las autoridades nacionales del país afectado para que aplique medidas correctoras, que pueden ir desde el bloqueo de las exportaciones a la intensificación de los controles.
Intercambio de información
La Comisión Europea recibe una notificación cuando un país detecta un riesgo sanitario procedente de alimentos o piensos
Eliminar de la circulación todo alimento que pueda suponer un riesgo es el principal objetivo del sistema RASFF. Para ello, utiliza una extensa base de datos, gracias a la cual es posible seguir el rastro de los alimentos durante todo el trayecto que siguen desde que se producen hasta que se comercializan. La Comisión Europea, las autoridades de control de los alimentos y los piensos de los distintos países europeos y las organizaciones pueden, con este sistema, intercambiar información de manera rápida cuando se detecta un riesgo. La finalidad es que puedan anticiparse al riesgo y evitar que este llegue a los consumidores.
La notificación la suele enviar un país (miembro del RASFF) a la Comisión Europea cuando detecta un riesgo sanitario procedente de alimentos o piensos. Esta se encarga de pasar la información al resto de países para que cada uno de ellos adopte la medida más adecuada, como la retirada del producto. Dentro de este completo engranaje también juega un papel importante la EFSA que, tras recibir la información, empieza con los trabajos de evaluación y comunicación de riesgos relacionados con la alerta. Su misión es dar apoyo científico a la toma de decisiones.
Tipos de notificaciones
El sistema RASFF incluye varios tipos de notificaciones:
Notificaciones de alerta. Se envían cuando el alimento o el pienso ya están en el mercado e implica un grave riesgo. En estos casos es necesario tomar medidas de forma inmediata. Los riesgos más habituales en este tipo de notificaciones son los microorganismos patógenos, metales pesados y micotoxinas. El país que identifica el problema y tomas las acciones pertinentes (como la retirada del producto) desencadena la alerta.
Notificaciones para información. Se envían cuando se ha descubierto un riesgo, aunque no es necesario que el resto de países tomen medidas de forma inmediata. Esto es así bien porque el producto no ha llegado a su mercado o porque la naturaleza del riesgo no requiere una acción rápida.
Rechazos en la frontera. Se trata de notificaciones sobre productos a los que se ha denegado la entrada en las fronteras de la UE si se han detectado algún riesgo para la salud. Las notificaciones se envían a todos los puestos fronterizos para asegurar que el producto rechazado no entra en la UE a través de otro punto.
Habría una cuarta forma de notificación que estaría relacionada con la seguridad de los alimentos y los piensos que no se incluye ni en la de alerta ni de información. Cuando las autoridades de control consideran que es necesario transmitir una notificación lo pueden hacer también bajo el nombre de «Noticias».
En 1979 empezaba a funcionar el Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF), un método de intercambio de información entre las distintas autoridades responsables de las importaciones de alimentos y piensos. Gracias a esta herramienta, los Estados miembros pueden comprobar, en un corto plazo de tiempo, si se ven afectados por riesgos relacionados con los alimentos. La información que proporciona se refiere sobre todo a la identificación del producto, los riesgos que se detectan, las medidas adoptadas y la información de trazabilidad del producto. Los países comprueban si el alimento ha entrado en su mercado y, si es así, rastrear los pasos que ha seguido y tomar las medidas oportunas. En este sistema están representados, además de los Estados miembros, Noruega, Liechtenstein e Islandia, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), entre otros.