Las bacterias patógenas pueden propagarse por toda la cocina a través de las manos, utensilios o superficies. Por tanto, lavarse las manos con cuidado y con la frecuencia necesaria es la piedra angular de una manipulación segura de los alimentos. Bacterias y virus están presentes tanto en el medio ambiente como en la propia piel de la persona que no se lava las manos y se transfieren a los alimentos que manipula. Ya en los alimentos, las bacterias pueden multiplicarse y causar enfermedades. Una de las mejores maneras de prevenirlas es lavarse las manos con agua y jabón. El artículo explica cuándo y cómo lavarse las manos en la cocina y la importancia de la higiene.
La mayoría de intoxicaciones alimentarias, contrariamente a lo que se piensa, se producen en el hogar y son el resultado directo de la falta de higiene en la cocina. Las manos suponen una de las formas más comunes de que los microorganismos patógenos contaminen los alimentos, ya que estas se ensucian con facilidad cuando se realizan otras tareas. El pasado 5 de mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recordaba la importancia de una higiene adecuada de manos, aunque en otro ámbito. «Salve vidas: límpiese las manos» es una campaña mundial anual de la OMS destinada a fortalecer la salud. En seguridad alimentaria, un gesto tan sencillo como lavarse las manos puede evitar la mayoría de los riesgos provocados por intoxicaciones alimentarias. Se trata, por tanto, de un paso crucial en la prevención de enfermedades transmitidas por alimentos, ya que mitiga la contaminación cruzada entre manos, superficies y alimentos.
En la cocina, cuándo y cómo lavarse las manos
Según la OMS, las manos son la «forma más común de mover los microorganismos de un lugar a otro». Por tanto, el lavado de manos es una de las premisas más importantes «para mantener los alimentos seguros».
Cuándo lavarse las manos:
Antes de preparar alimentos.
Durante la preparación de los alimentos cuando se ha manipulado carne cruda, pollo o pescado.
Cuando se cambia de alimentos. Por ejemplo, cuando se pasa de preparar ensalada a alimentos ya cocidos.
Después de ir al baño, cambiar un pañal, estornudar o vaciar la bolsa de basura.
Después de manipular dinero o de fumar.
Cómo lavarse las manos:
Quitarse los anillos, joyas o relojes.
Humedecer las manos con agua tibia.
Aplicar jabón líquido.
Frotarse las manos durante unos 20 segundos.
Prestar atención sobre todo a la parte posterior de las palmas, los laterales, las muñecas, entre los dedos y debajo de las uñas.
Enjuagarse las manos hasta que estén limpias.
Secarse con una toalla limpia desechable. El secado constituye también una de las claves para que el lavado de manos sea del todo efectivo. Según el estudio «Evaluación de riesgos relacionados con la contaminación microbiológica de comida lista para cocinar. Los trabajadores y la eficacia de intervenciones para reducir al mínimos estos riesgos», el secado de manos con aire caliente «aumenta los niveles de bacterias hasta un 500%, por tanto, es la solución de secado menos eficaz».
Debe tenerse en cuenta, además, que no es recomendable preparar comida si se está enfermo, ya que los alimentos pueden contaminarse con facilidad. También es importante protegerse de posibles cortes en las manos con tiritas, pues en estas zonas suelen formarse bacterias.
La importancia de la higiene
La higiene en la cocina es fundamental para la seguridad de los alimentos
Además de las manos, la higiene en la cocina es fundamental para la seguridad de los alimentos. Hay muchas áreas en las que bacterias pueden vivir, crecer y multiplicarse. Para garantizar la higiene y prevenir intoxicaciones alimentarias, es importante lavar y secar todos los utensilios y equipos que se usan para manipular los alimentos. Debe tenerse en cuenta que las bacterias que causan intoxicaciones pueden crecer y multiplicarse con rapidez, si se cumplen condiciones adecuadas de tiempo, temperatura o humedad.
Limpiar la cocina, por tanto, es fundamental para mantener los alimentos seguros y evitar que las bacterias se propaguen. Una de las recomendaciones es limpiar a medida que se van utilizando las distintas zonas y utensilios. Esto evita la acumulación de suciedad y conduce a mejores condiciones de higiene. En el caso de las encimeras, estas deben limpiarse antes de empezar a preparar alimentos, cuando se haya derramado algún jugo y después de manipular carne cruda o huevos crudos. Otras áreas que necesitan especial atención son tablas de cortar, armarios y puerta de la nevera.