Los avances en biotecnología en los últimos años son sorprendentes y los estudios derivados de esta ciencia que pretenden facilitar la ciencia de los alimentos son muchos. Expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han desarrollado plantas de tomate sin ser fecundadas antes y con una composición nutricional excelente. Este nuevo procedimiento podría permitir un control más exhaustivo de las cosechas de tomate y supone un gran avance para la industria del procesado del tomate. El artículo explica cómo se consiguen estos tomates a través del proceso llamado partenocarpia y cómo los expertos han trabajado para mejorar la técnica con el tomate.
La investigación, publicada en Plant Biotechnology Journal, ha logrado obtener tomates sin semillas y con una completa composición nutricional: destaca la presencia de carotenoides, potentes antioxidantes obtenidos a partir de ovarios no fecundados. Este estudio representa un gran avance en la industria del tomate, ya que se puede conseguir el crecimiento de la planta sin necesidad de fecundación. ¿Por qué es importante? Porque para la gran mayoría de especies de plantas es necesaria una fecundación para que la flor pase a ser fruto, excepto en este caso. Aunque no es la única planta con esta capacidad, su repercusión es importante. Junto a los expertos del CSIC ha colaborado el Centro de Investigación en Agrigenómica ya que el hallazgo podría tener también importantes aplicaciones en el sector agronómico para controlar más de cerca las cosechas. En el caso de la industria alimentaria, este hallazgo facilita la elaboración de alimentos con tomate ya que no tiene semillas en su interior.
Qué es la partenocarpia
La partenocarpia permite obtener frutos sin semillas, como sandías sin pepitas
El proceso que hace posible evitar la fecundación de la planta es el denominado partenocarpia, que se consigue gracias a unas determinadas condiciones que los expertos han estudiado y han hallado con éxito. Los responsables de la investigación explican que, mediante el bloqueo del desarrollo temprano de los estambres de la planta (los órganos sexuales masculinos, las angiospermas), se generan plantas de tomate con esterilidad masculina, es decir, los ovarios de estas plantas son capaces de desarrollarse sin necesidad de fecundación, lo que da como resultado el fruto sin semillas o también llamados frutos partenocárpicos.
Este proceso se da con frecuencia en algunas variedades de frutos comestibles como el plátano o el calabacín. En este caso, el comportamiento partenocárpico se fuerza mediante estímulos externos. Este es el proceso por el cual se obtienen sandías sin pepita, se logra el desarrollo del fruto sin semilla en su interior. En el caso de los tomates, se ha podido ver que su calidad sin semilla es excelente, lo que supone un valor añadido muy importante. Esta técnica no es novedosa, ya se conoce y se lleva a cabo desde hace mucho tiempo. Provocar y forzar a los cultivos para la obtener frutas y verduras sin pepitas es una técnica con mucho futuro en la industria alimentaria.
Técnica mejorada
Hasta la fecha, la técnica utilizada para el desarrollo de frutos partenocárpicos era mediante el uso de reguladores del crecimiento de la planta, pero según informan los expertos, esta técnica mediante tratamientos exógenos produce con facilidad malformaciones y el resultado es un fruto de baja calidad. En esta ocasión, los expertos del CSIC apuntaron por otro camino: eliminaron la genética de los tejidos masculinos de las flores mediante modificación genética. Esta técnica la habían estudiado con éxito en otras plantas como el geranio, el tabaco o la colza, y en todos consiguieron ejemplares estériles. En esta ocasión, la planta de tomate modificada desarrolla frutos partenocárpicos con una notable eficacia y con una composición nutricional muy rica en antioxidantes.
Los expertos han trabajado a partir de la variedad conocida como Moneymaker. Tras realizar varios análisis metabólicos de los frutos partenocárpicos que se han obtenido, observaron una notable mejora de las propiedades nutricionales de los tomates. Destaca la elevada presencia de carotenoides como el licopeno, ya de por sí presente en los tomates convencionales. Es un potente antioxidante que coloca el nuevo tomate como uno de los alimentos con más capacidad antioxidante. El tomate es un excelente alimento, destaca su presencia de hierro, calcio, fibra, potasio, magnesio, yodo, zinc, sodio, proteínas, también carbohidratos y vitaminas B, C, E y K.