Durante este curso la vuelta al colegio está más cargada de incertidumbre y preocupaciones que nunca debido a la pandemia que vivimos. Una de las cuestiones que más inquietudes genera es el uso del comedor escolar, un servicio cuya continuidad incluso llegó a ponerse en duda. Ahora que ya sabemos que estará disponible, las preguntas de quienes tienen niños en edad escolar se centran en torno a las acciones que se adoptarán para evitar contagios. Estas son las medidas básicas y concretas que deberían tener en cuenta los responsables de los comedores escolares para que la vuelta al cole sea más segura.
El nuevo coronavirus se transmite principalmente de persona a persona por vía aérea. Es probable que también lo haga a través del contacto con superficies contaminadas, si por ejemplo una persona infectada ha tosido sobre ellas y otra las toca y luego se lleva la mano a la boca o la nariz. Por eso, las medidas que hay que adoptar en todo espacio cerrado se fundamentan en una serie de premisas, muy básicas pero efectivas, encaminadas a prevenir esas formas de contagio:
? Mantener una distancia de seguridad de, al menos, 1,5 metros entre personas, para evitar que las pequeñas gotas que se expulsan al toser, estornudar o hablar puedan contagiar a otras.
? Ventilación. En los lugares cerrados, el riesgo de que se propague el virus es mayor que al aire libre, así que es recomendable ventilar las estancias con frecuencia.
? Limpieza y desinfección frecuente y eficaz de manos, utensilios y superficies.
? Responsabilidad personal. Cada persona tiene su parte de responsabilidad para tratar de frenar la pandemia. Se trata, por ejemplo, de mantener la distancia de seguridad, llevar mascarilla, lavar las manos con frecuencia o permanecer en casa si tenemos sospechas de estar contagiados. En el caso de los niños, todo esto es un poco más complicado, por motivos evidentes, ya que no siempre son conscientes de la importancia de estas acciones. Pero no todo se reduce a la responsabilidad individual. También son necesarias importantes acciones por parte de la Administración, como la aplicación de medidas que permitan conciliar el trabajo con el cuidado de los niños en caso de estar enfermos o en cuarentena.
Medidas concretas para los comedores escolares en tiempos de pandemia
Las medidas concretas para adoptar en los comedores escolares se basan principalmente en los puntos generales ya comentados, aunque es fundamental tener en cuenta que deben estar adaptadas a las características concretas de cada centro educativo. Para ello hay que considerar aspectos como el número de alumnos que hacen uso del comedor, la capacidad de la sala, la posibilidad de habilitar otras estancias para reducir las interacciones interpersonales, la cantidad de monitores disponible, etc. Es decir, no existe una solución única que sirva para todos los centros, sino que se debe diseñar un plan específico para cada uno de ellos. A continuación, podemos conocer algunas de las posibles alternativas.
Imagen: Hans
Organización del comedor
Para evitar en la medida de lo posible el contagio directo entre personas, se han propuesto diferentes soluciones en lo que respecta a la organización de la sala y los comensales:
- ?? Organizar las comidas en varios turnos para que haya menos niños en el interior del comedor y se pueda mantener entre ellos la distancia de seguridad en todo momento (al menos 1,5 metros entre asientos).
- ?? Distribuir los comensales según los “grupos burbuja” a los que pertenezcan, es decir, grupos estables de convivencia, de hasta 20 personas, que pueden interactuar entre sí sin necesidad de mantener la distancia física. En otras palabras, los alumnos que van juntos a clase.
- ?? Habilitar otras estancias como comedor (aulas, salones, etc.). En este caso el principal inconveniente es que se requiere un mayor número de monitores.
Como medidas complementarias se pueden instalar mamparas de material no poroso para delimitar los puestos donde come cada niño y aumentar así la seguridad. Además, convendría eliminar en la medida de lo posible las zonas de uso colectivo (por ejemplo, si existe una zona de juegos en el interior del comedor).
También se ha propuesto la posibilidad de recoger la comida para llevársela a casa, sin necesidad de entrar siquiera al comedor. Pero esta medida no satisface las necesidades de todas las familias, porque muchos niños se quedan en el comedor precisamente porque sus padres tienen que trabajar y no pueden atenderlos a la hora de comer.
Organización de las comidas
Dentro del plan específico del comedor debería definirse un protocolo para organizar el servicio. Entre las pautas que se deberían considerar destacan las siguientes:
- Lavar las manos antes de entrar en el comedor y después de salir, de forma supervisada y por turnos, para mantener la distancia en todo momento y evitar aglomeraciones.
- Si los niños tienen que recoger su propia bandeja en una línea de comidas, es necesario que respeten la distancia de seguridad en todo momento. En cualquier caso, convendría marcar en el suelo el camino que deben seguir para ocupar los asientos, que deben estar previamente designados para evitar que deambulen por el comedor.
- Deberían evitarse los utensilios de uso común, como las aceiteras o los cestos de pan. En caso de utilizar jarras de agua, debería encargarse una sola persona de su servicio (preferiblemente un monitor).
- Los monitores deberían supervisar a los niños durante las comidas para evitar que compartan utensilios o comida y para asegurarse de que respetan las normas establecidas (mantienen la distancia, no deambulan por el comedor, etc.).
- Una vez que acaban de comer, deberían salir del comedor de forma ordenada y lavarse de nuevo las manos, de forma supervisada y por turnos. No es recomendable que se laven los dientes en el centro escolar, porque eso podría aumentar el riesgo de contagio entre personas, así que sería mejor que lo hicieran al llegar a casa.
- En muchos colegios los niños participan activamente en el servicio de comidas, poniendo los cubiertos, sirviendo los alimentos, retirando los platos después de comer, etc. En estas circunstancias no sería lo más recomendable, porque carecen de formación específica sobre manipulación de alimentos, así que existe riesgo de que, en caso de estar contagiados, contaminen los alimentos cuando son servidos o, bien, se contagien con el virus a través de los utensilios contaminados cuando los recogen.
?? Al finalizar cada turno de comidas conviene llevar a cabo varias medidas:
- Abrir las ventanas para ventilar la estancia. Si es posible, convendría mantenerlas abiertas durante todo el tiempo de la comida.
- Limpiar y desinfectar las superficies (mesas, sillas, pomos, etc.) con desinfectantes efectivos (solución alcohólica o disolución de lejía).
- Manipular con precaución los utensilios sucios (platos, cubiertos, vasos, etc.). Para ello, se pueden utilizar guantes de un solo uso, destinándolos específicamente a ese fin y desechándolos al finalizar o, bien, hacerlo con las manos desnudas, lavándolas bien al terminar. Esos utensilios deben lavarse bien con agua y jabón, preferiblemente en lavavajillas a una temperatura superior a 65 ºC.
¿Y qué pasa con los alimentos en los comedores escolares?
Algunos centros escolares todavía disponen de cocina propia, pero, en la actualidad, la comida que se sirve en la mayoría de los comedores de los colegios es de catering. Es decir, se elabora en cocinas centrales y, después, se envasa en bandejas herméticas, que son transportadas a cada centro, manteniéndolas refrigeradas hasta el momento del servicio. Cuando llega la hora de comer, se introducen en un horno para calentar la comida y ya está lista para servir y comer.
Imagen: ivabalk
En cualquiera de los casos se aplican sistemas de control y prácticas de manipulación que tienen como fin asegurar la inocuidad de los alimentos, es decir, evitar la presencia de contaminantes que puedan poner en riesgo la salud, entre los que se encuentran microorganismos patógenos como el nuevo coronavirus. Algunas de las medidas que se toman son las siguientes (hay muchas más):
- Controlar la temperatura de cocinado y de calentamiento de los alimentos para que sea suficiente como para eliminar los microorganismos patógenos que pudieran estar presentes.
- Controlar la temperatura a la que se conservan los alimentos para evitar el desarrollo de patógenos, en especial de bacterias y mohos (los virus no pueden reproducirse sobre los alimentos).
- Evitar hablar, toser, estornudar sobre los alimentos, así como mascar chicle, comer o fumar mientras se manipulan alimentos.
- Lavar las manos con agua y jabón, con frecuencia y siempre que sea necesario. Se pueden utilizar guantes en casos puntuales, pero eso no sustituye al lavado de manos
- Lavar y desinfectar los alimentos que se consumirán crudos.
- Lavar y desinfectar los utensilios que se emplean para manipular alimentos.
- Separar los alimentos y utensilios que están sucios de los que ya están limpios y listos para usar o consumir.
Estas medidas, que ya se adoptaban antes de la pandemia, son suficientes para evitar la presencia del virus en los alimentos. La diferencia es que, ahora, algunas medidas se han intensificado o reforzado para aumentar la seguridad. Por ejemplo, antes solo se utilizaba mascarilla en casos concretos, mientras que ahora es obligatorio en todo momento, ya que si una persona estuviera infectada podría contaminar los alimentos o utensilios si estornudara o tosiera sobre ellos. En cualquier caso, a día de hoy, no hay pruebas de que los alimentos sean una fuente o una vía de transmisión del nuevo coronavirus, así que en ese sentido no deberíamos preocuparnos demasiado.